Un teatro en Jerusalén: arqueología siempre viva
La densidad histórica y religiosa de la ciudad de Jerusalén no deja de sorprender al mundo. Hace unos meses fue la restauración del Santo Sepulcro, ahora es el descubrimiento de un pequeño teatro, situado a unos ocho metros por debajo del Arco de Wilson. Este arco se encuentra en el Muro de las Lamentaciones (Hakotel), en la zona de los hombres, a la izquierda. Recibe este nombre en honor del arqueólogo inglés que lo descubrió en 1864. El arco formaba parte de la estructura del segundo templo (época de Jesús), que soportaba un gran puente que conducía desde la ciudad alta hasta el Templo. Los jerosolimitanos que habitaban en la zona de la llamada colina de Sión podían perfectamente atravesar el puente y llegar directamente al área del templo. Este puente soportaba también un acueducto que traía agua de la zona de Belén y Hebrón para el servicio cotidiano del Templo.
De acuerdo con el historiador Flavio Josefo, los judíos con el fin de defender el área del Templo se vieron forzados a destruir este puente durante la guerra contra los romanos. Sin embargo en el 132 d.C., después de la revuelta judía de Bar Kohba, cuando Jerusalén bajo el emperador Adriano se convirtió en una nueva ciudad, a la que llamó Aelia Capitolina, los romanos reconstruyeron el puente. Cuando los arcos fueron completados sobre los cimientos de los anteriores, quedó debajo un gran espacio. Es justamente en esa zona donde se ha encontrado este teatro de Jerusalén, del cual ya hablaba Flavio Josefo y otras fuentes antiguas.
De acuerdo con las fotografías publicadas, el teatro se encuentra en buen estado y tendría una capacidad para unas doscientas personas. Evidentemente es muy pequeño si tenemos en cuenta los teatros de Cesarea o Beth Shean. Al parecer, según los primeros estudios realizados por los historiadores y arqueólogos, este teatro, más pequeño que otros encontrados tiempo atrás, habría sido utilizado para conciertos acústicos. También se usaría como “bouleuterion”, para la reunión del consejo de la ciudad, en este caso, el consejo de la colonia romana de la Aelia Capitolina", explicó Tahila Liberman, una de los arqueólogos que ha dirigido la excavación.
Los hallazgos, sin duda, confirman los escritos históricos sobre estas estructuras que, a diferencia de grandes teatros, como el de Cesarea, parece tratarse de un odeón utilizado para interpretaciones acústicas. No obstante, los arqueólogos israelíes creen que el teatro nunca se utilizó porque las escaleras no están completadas y piensan que sería abandonado posiblemente a causa a la revuelta judía contra el Imperio romano.
Jerusalén, como decía mi profesor Stanislao Loffreda, no dejaría de sorprendernos diariamente desde el punto de vista arqueológico, pero hemos que tener en cuenta que es una ciudad habitada y las excavaciones arqueológicas, de momento, solo pueden avanzar, donde hay zonas libres.
Los hallazgos serán presentados en breve al gran público en una Conferencia, con el titulo: “Nuevos estudios en la arqueología de Jerusalén”, que tendrá lugar en la Universidad Hebrea, y que quiere celebrar los 50 años de arqueología desde la unificación de Jerusalén, es decir desde la Guerra de los seis días (1967). Un nuevo tema científico que se puede convertir en polémico desde esta perspectiva. Recordemos que los Estados Unidos del señor Trump e Israel han salido recientemente de la UNESCO. Seguro que la Autoridad Nacional Palestina protestará por esta Conferencia.
De acuerdo con el historiador Flavio Josefo, los judíos con el fin de defender el área del Templo se vieron forzados a destruir este puente durante la guerra contra los romanos. Sin embargo en el 132 d.C., después de la revuelta judía de Bar Kohba, cuando Jerusalén bajo el emperador Adriano se convirtió en una nueva ciudad, a la que llamó Aelia Capitolina, los romanos reconstruyeron el puente. Cuando los arcos fueron completados sobre los cimientos de los anteriores, quedó debajo un gran espacio. Es justamente en esa zona donde se ha encontrado este teatro de Jerusalén, del cual ya hablaba Flavio Josefo y otras fuentes antiguas.
De acuerdo con las fotografías publicadas, el teatro se encuentra en buen estado y tendría una capacidad para unas doscientas personas. Evidentemente es muy pequeño si tenemos en cuenta los teatros de Cesarea o Beth Shean. Al parecer, según los primeros estudios realizados por los historiadores y arqueólogos, este teatro, más pequeño que otros encontrados tiempo atrás, habría sido utilizado para conciertos acústicos. También se usaría como “bouleuterion”, para la reunión del consejo de la ciudad, en este caso, el consejo de la colonia romana de la Aelia Capitolina", explicó Tahila Liberman, una de los arqueólogos que ha dirigido la excavación.
Los hallazgos, sin duda, confirman los escritos históricos sobre estas estructuras que, a diferencia de grandes teatros, como el de Cesarea, parece tratarse de un odeón utilizado para interpretaciones acústicas. No obstante, los arqueólogos israelíes creen que el teatro nunca se utilizó porque las escaleras no están completadas y piensan que sería abandonado posiblemente a causa a la revuelta judía contra el Imperio romano.
Jerusalén, como decía mi profesor Stanislao Loffreda, no dejaría de sorprendernos diariamente desde el punto de vista arqueológico, pero hemos que tener en cuenta que es una ciudad habitada y las excavaciones arqueológicas, de momento, solo pueden avanzar, donde hay zonas libres.
Los hallazgos serán presentados en breve al gran público en una Conferencia, con el titulo: “Nuevos estudios en la arqueología de Jerusalén”, que tendrá lugar en la Universidad Hebrea, y que quiere celebrar los 50 años de arqueología desde la unificación de Jerusalén, es decir desde la Guerra de los seis días (1967). Un nuevo tema científico que se puede convertir en polémico desde esta perspectiva. Recordemos que los Estados Unidos del señor Trump e Israel han salido recientemente de la UNESCO. Seguro que la Autoridad Nacional Palestina protestará por esta Conferencia.