Fue director de "Vida Nueva" Muere el periodista Vicente Alejandro Guillamón
En 1982 fundó la UCIP, Unión de Informadores y Periodista Católicos. Era muy católico, con una fe recia, que impregnó siempre todo su quehacer humano y profesional.
Se alineó con Tarancón y enfrente tuvo en lo políticos a Felipe Gonzalez y en lo eclesiástico a Suquía.
Era muy amigo desde sus tiempos de estudiante y formación periodística de Antonio Montero, fundador de “Vida Nueva”, y cuando la revista tranqueó necesitada de actualizarse y adaptarse a los nuevos tiempos eclesiales y políticos, Montero echó mano de su solidez periodística, sabía de quien se fiaba.
Guillamón estaba en la línea de Tarancón, ambos nacidos en pueblos muy cercanos de Castellón, Onda y Burriana, y sentía, sufría, vivía la Iglesia como Tarancón. Las tierras fértiles de donde venían a ambos les forjó un corazón valiente y un amor al Evangelio sin dobleces, ni temores. Montero le confió un barco de solera, hoy de gran prestigio, la revista que madrigó. En ella estuvo Guillamón al mando desde 1987 a 1993. Enfrente tenía a Felipe González y a Suquía. Aggiornó la revista y la consolidó, gran parte de lo que ahora es se lo debe a este periodista como la copa de un pino.
Guillamón fue maestro directo mío en Valencia. comencé con él en la agonía del franquismo. Hacía mis pinitos periodísticos en Radio Popular de Valencia en los años de la transición cuando un día me llamó a la emisora para que fuera a hablar con él, Delegado Regional de la Agencia Efe en Valencia, en la sede de Ribera 3. Había escuchado una entrevista que le hice al cardenal Tarancón, hombre clave en aquel singular período y le gustó. Me propuso entrar a trabajar con él en Efe y fue dicho y hecho.
Vicente Alejandro Guillamón era así de ejecutivo. Le debo por completo el inicio profundo y esencial en la profesión periodística. Los años que estuve junto a él fueron los más intensos de mi formación, muy profesional, para nada teórica, en este ramo. Antes el periodismo era otra cosa más sustancial, más real, hasta más aventurera. Los periodistas, como él, tenían perfiles vocacionales, en absoluto pijos, ni sindicados. Se trabajaba fondo por conseguir la mejor noticia, el reportaje exclusivo. Perteneció al corte profesional de los grandes como Ansón y Vázquez Figueroa.
Guillamón montó la infraestructura de Efe en las regiones de Murcia y Valencia y durante un buen tiempo fue recorriendo sus pueblos y ciudades para tejer una vasta red de corresponsales. La tecnología no había llegado a los avances de hoy y una foto que hoy tarda un segundo podía costar media hora transmitirla a la central en Madrid. Allí me encontré con muy buenos profesionales como Rafa Brines y Antonio Aupí. Al tiempo, se peleaba con las nuevas realidades institucionales, los califas y taifas regionales con sus extravagantes comportamientos. Era maestro profesional y teórico de periodistas, enseñó en las aulas el vigor del periodismo, era de los que marcaban estilo y camino, sentaban cátedra y estilo. Fue altamente ejecutivo y organizador las veía venir de lejos y remataba con acierto.
Nacido en Onda, tuvo hasta llegar a su destino laboral en Valencia una vida varia y diversa donde ya había demostrado ser un periodista de raza, de los de antes, que sabían de todo y conocían a todos, con un amplísimo bagaje cultural, y un conocimiento perfecto de la historia de Valencia y su Onda natal, sobre las que escribió mucho con fruición y vehemencia. Cómo le dolió que en la heráldica de su pueblo, reformada en democracia, por desconocimiento de la historia favoreciera al señorío avasallador.
En el franquismo estuvo alineado en contra de la dictadura en lo político con el socialismo y el sindicalismo histórico, que abandonó ya en democracia, al desencantarse de los advenedizos sobrevenidos que no estuvieron en los momentos duros y difíciles de la clandestinidad. En democracia se enfrentó desde la verdad a los que venían a salvar las patrias. Siendo agencia estatal la que representaba, no se dejó hurtar la potencia de la noticia, estuviera donde estuviera. Era valenciano y valencianista de los de antes no de los que van disfrazados o agitan la Senyera para hacerse con el poder y el negocio, o enmascarar las corruptelas.
Fundó la Federación Sindical de Trabajadores en 1960 a partir de otras organizaciones obreras católicas a las que perteneció, la JOC y Hermandades del Trabajo. Fue director de la revista católica “Vida Nueva”. En 1982 fundó la UCIP, Unió de Informadores y Periodista Católicos. Era muy católico, con una fe recia, que impregnó siempre todo su quehacer humano y profesional. Formó una gran familia, ocho hijos, para quienes sacaba siempre tiempo, así como para escribir, tras su intensa actividad profesional, al día le solía sacar 48 horas.
Durante su estancia como Delegado de Efe, la información religiosa no faltó, sin censuras ni cortapisas. Muy viva. En cierta ocasión hasta nos amenazaron con querellarse contra nosotros, contra mi, desde el palacio arzobispal por publicar noticias del cura de Pinedo al que le advirtieron de "suspensión a divinis" por reclamar el dinero de la iglesia del pueblo expropiada y demolida por el Estado para hacer el nuevo cauce del río, pasta que se quedó el arzobispado y dejó al anciano cura oficiando en un corral de ganado. A mi me lo contó el venerable párroco llorando. Y así lo publicamos. Al causante de tal atropello ahora quieren beatificar.
En Collado Villalba, Madrid, donde pasó el resto de su vida personal y profesional, a los 90 años ha fallecido uno de los más destacados periodistas valencianos de los últimos tiempos, que dirigió la información nacional de la Agencia Efe de Noticias, estatal, durante muchos años, aportando a su profesionalidad el timbre valenciano y católico de sus fuertes convicciones.
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