Se conserva en la iglesia de san Agustín, que hoy le festeja La Virgen de Gracia, un icono del siglo XIII, primera Patrona de Valencia
“Es esta Sagrada Imagen sumamente graciosa, de un rostro vivo, y modesto, que concilia su dulce agrado con la mas respetosa, y devota piedad: el hijo descanza sobre el brazo siniestro de la madre, y ostenta en sus manos un pajarillo atado de un hilo en el pie, y jugando las alas hacia el lado de la epistola. Azia esta parte del altar mira el niño; y la madre como enternecido, y traspasada su corazón de dolor, mira azia la parte del Evangelio".
"Tienen los dos muy resplandecientes las niñas de los ojos; el ropaje de madre, e hijo está pintado a lo egipcio, y los colores se admiran al presente tan vivos, y la tabla tan firme”.
La parroquia de San Agustín de Valencia acoge este domingo, 16 de mayo,una jornada homenaje a la Virgen de Gracia, primera patrona que tuvo Valencia tras la Reconquista, y cuya devoción data del siglo XIII. Las advocaciones de la Asunción de la Virgen y la de Gracia son las más antiguas de la ciudad. En realidad, lo que va a ser es una reivindicación y memoria de que la Virgen de Gracia fue la primera y principal Patrona de la ciudad a lo largo de la historia.
Lo fue hasta que emergió con fuerza la devoción a la Virgen de los Desamparaos y la otra advocación en lid por el patronazgo, la Virgen del Puig. Lo harán con una Misa a las 13 horas y en ella tendrá lugar la bendición e imposición de medallas a nuevos miembros de la cofradía de la Virgen de Gracia.
Javier Llopis, su nuevo párroco, está dando gran impulso a esta parroquia que casi siempre estaba cerrada y con los actos cultuales y actividad pastoral casi justos. La parroquia conserva el icono de la Virgen de Gracia pintado en un cuadro sobre tabla de madera de estilo italobizantino de principios del siglo XIV, que alcanzó gran fama en la Valencia medieval. La cofradía de la Virgen de Gracia fue fundada en el año 1301 para fomentar la devoción a la primera patrona de Valencia, y que fue recuperada en 2003 tras dos décadas sin actividad.
Calle de Gracia
Aún queda por testigo un pequeño tramo de calle denominada Gracia, que antaño se extendía desde el convento de san Agustín hasta el convento de la Merced, de cuyos cenobios sólo resta la iglesia de san Agustín. Por ella desfilaron numerosas procesiones de rogativas, en tiempos de sequía o epidemias, que iban desde la catedral hasta dicho templo, donde se encontraba la imagen de la Virgen de Gracia, primera patrona de la ciudad de Valencia.
El convento agustino estaba fuera de las murallas árabes de la ciudad, en el camino al monasterio de sant Vicent de la Roqueta. Noticia escrita de su existencia se tiene al menos desde 1250, cuando una piadosa tradición refiere que recién fundado el primer y provisional cenobio, dos frailes marcharon a la ciudad en busca de quien les pintara una imagen de la Virgen a la que venerar. Por el camino les salió un peregrino que les preguntó a dónde se dirigían y por qué motivo. Al enterarse, el desconocido interpelante extrajo de un saco que portaba en manos una pintura de la Virgen. Agradó a los religiosos y se la quedaron. Al ir a pagarla, el peregrino no quiso cobrar, “yo os la doy de Gracia”, desapareciendo a continuación.
El hecho fue considerado milagroso y pronto aquella imagen comenzó a ser visitada por la gente en demanda de favores. Como no tenía nombre fue intitulada Verge Maria de Gracia, nombre que llevaba la calle que conducía hasta el convento, que con el tiempo se quedó en carrer de Gracia, en cuya mitad, quatre cantons, había un altarcito con su imagen. Fue escenario la carrera de múltiples peregrinaciones y procesiones que se rendían a los ppies del icono de la Virgen que se conservaba en el convento durante más de tres siglos, difuminándose esta imagen y advocación a la par que iba emergiendo la de la Virgen de los Desamparados.
El icono
Orellana leyó en un libro del P.Vilarroig su descripción de lapintura de la tabla del milagro, dice: “Es esta Sagrada Imagen sumamente graciosa, de un rostro vivo, y modesto, que concilia su dulce agrado con la mas respetosa, y devota piedad: el hijo descanza sobre el brazo siniestro de la madre, y ostenta en sus manos un pajarillo atado de un hilo en el pie, y jugando las alas hacia el lado de la epistola. Azia esta parte del altar mira el niño; y la madre como enternecido, y traspasada su corazón de dolor, mira azia la parte del Evangelio: tienen los dos muy resplandecientes las niñas de los ojos; el ropaje de madre, e hijo está pintado a lo egipcio, y los colores se admiran al presente tan vivos, y la tabla tan firme”. Añade que la tabla tiene dos palmos e altitud y palmo y medio de latitud.
El convento
El convento disponía de un claustro gótico situado en el lugar que ahora ocupan los jardines junto a la iglesia. En 1622, Juan Jerónimo de Ranyaga (Joan Geroni de Ranyaga) construye un nuevo claustro de dos pisos y un segundo piso en el viejo gótico. Ambos claustros quedaban separados por un cuerpo en cuya planta baja se encontraba el refectorio y en la parte superior la biblioteca.
El convento se extendía desde donde está ahora la Iglesia hasta el Muvim, fue edificado a principios del siglo XIV. En 1692 fray José Milán Aragón, prior del convento, encargó la renovación y recubrimiento interior del templo, con yesos y caracteres barrocos propios de la época, posteriormente en el siglo XIX volvería a ser renovada con elementos neoclásicos. En la restauración del templo de 1940 serán eliminados todos estos elementos ajenos al gótico original de la iglesia.
La pieza más sobresaliente que dispone la iglesia es una imagen o icono de estilo bizantino, conocida como “Mare de Deu de Gracia”. La primera capilla de la Virgen de Gracia se encontraba en el claustro gótico, fue realizada en 1370 y sufragada por el rey de Castilla, Enrique II Trastámara (1369-1379) que la puso bajo su real patronato y protección.
En 1692 la vieja capilla de la Virgen de Gracia sería renovada al igual que el templo. Entre 1750 y 1754 se construye una nueva capilla bajo el patronato del rey Fernando VI (1726-1759) con planta de cruz griega y cubierta con cúpula. El retablo de la capilla era obra de Francisco Vergara el Mayor y a la muerte de este continuada por su hijo, el escultor Ignacio Vergara Gimeno. La pintura de la bóveda era a su vez obra de su hermano José Vergara Gimeno. Esta capilla se situaba en el lado del evangelio cerca de la cabecera. Era de grandes dimensiones ya que sobresalía en planta sobre el claustro gótico.
Azarosa vida
En 1835 con la Desamortización de Mendizábal exclaustración, la capilla fue destruida pero milagrosamente la tabla se salvó al ser llevada al Convento agustino de monjas de la Presentación que se levantaba en el lugar que hoy ocupa el edificio del Instituto Nacional de Previsió, la Casa del Chavo.
En 1836 al ser reabierta la iglesia, la Cofradía de Nuestra Señora de Gracia devolvió el icono al templo siendo colocada en la primera capilla por el lado de la epístola, capilla que sería derribada en 1906 al urbanizar la nueva plaza de San Agustín, ya que los muros de la capilla sobresalían en exceso al exterior de la calle.
Después de la desamortización de Mendizábal, el destino del monasterio fue muy azaroso. En 1835 los monjes tuvieron que abandonar el monasterio y en 1836 la iglesia cumplía funciones de parroquial.
En 1838 el coronel Manuel Montesinos Molina (1793-1862), a cargo de los presos de las Torres de Quart, solicita a las autoridades civiles la propiedad del convento para albergar a los presos que se encontraban en las torres ya que estas no reunían las condiciones higiénicas y de seguridad necesarias. Le fue concedido el permiso para trasladarlos y el convento de San Agustín se convirtió en prisión y correccional. La primera medida que tomó Manuel Montesinos fue derribar la capilla de la Virgen de Gracia que ocupaba parte del claustro gótico y que molestaba para las nuevas funciones de prisión.
El convento albergó la prisión hasta 1893, año en que fue abandonado por los últimos presos. Ya en 1841 los primeros presos lo habían abandonado con destino al nuevo correccional de San Miguel de los Reyes. El motivo de dicho abandono fue las constantes quejas de los vecinos que no querían un correccional en el centro de la ciudad cerca de sus casas. Se decidió que con la venta de los terrenos del convento se sufragaría la construcción de una nueva cárcel (La Cárcel Modelo. Sobre los terrenos que ocupaba el convento, en 1925 se instaló el primer Mercado de Abastos que dispuso Valencia, después de la Guerra Civil se levantaría en su lugar el edificio de Hacienda que todavía hoy en día podemos ver.
Después de la Guerra Civil (1936-1939) –el templo estuvo a punto de ser derribado, pero lo restauró Goerlich dejándolo en su gótico inicial- la tabla de la Virgen de Gracia , que había sido escondida en casa de un feligrés, fue colocada en el Altar Mayor en un retablo de piedra neogótico realizado en alabastro por José Justo Villalba. El retablo se levanta sobre un alto basamento o zócalo en la Iglesia.
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