Los Simpson, la fe cristiana, la religión y la necesidad de Dios
Carlos Hevia Hevia nos envía esta colaboración sobre los Simpson:
«Los Simpson es de los pocos programas de televisión para niños donde la fe cristiana, la religión y la necesidad de Dios son temas recurrentes" indica el artículo del Osservatore escrito por Luca M. Possati
Un rasgo inusual de la serie es que la religión tenga en ella un papel significativo. Se trata de una parte constitutiva de la vida familiar de los Simpson, y numerosos episodios giran en torno a las visitas a la iglesia, incluyendo uno en que Dios le habla directamente a Homer (Homer, el hereje). De hecho, la religión es una parte constitutiva de la vida de Springfield en general. Aparte de Ned Flanders, también el reverendo Lovejoy aparece en numerosos episodios. Esta atención a la religión resulta atípica en el contexto de la televisión estadounidense de la década de los noventa. De hecho, si juzgásemos por la mayoría de los programas que se producen hoy, jamás adivinaríamos que los estadounidenses son en gran medida un pueblo religioso que incluso asiste a la iglesia con regularidad. La televisión generalmente da a entender que la religión tiene un papel exiguo, si acaso lo tiene, en la vida cotidiana de los estadounidenses, ello aunque las pruebas apunten hacia la conclusión inversa. Muchas son las razones que se argumentan para explicar la ausencia general de la cuestión religiosa en la televisión: los productores temen que promover la discusión sobre las diferentes doctrinas podría ofender a la audiencia ortodoxa y, más temprano que tarde, eso podría involucrarlos en alguna controversia. Los ejecutivos por su parte, se preocupan sobre todo porque la financiación de los programas sea boicoteada por grupos religiosos de poder. Además, la comunidad televisiva tiene un punto de vista esencialmente secular, y por lo tanto, difícilmente se interesa por cuestiones religiosas. De hecho, buena parte de Hollywood mantiene una postura directamente antirreligiosa, y en especial se opone a todo lo que pueda etiquetarse como fundamentalismo.
Sin embargo, durante la última década, la religión ha regresado a la televisión. A pesar de ello, a la comunidad del entretenimiento le cuesta comprender lo que la religión significa realmente para el público estadounidense, y sobre todo es incapaz de aceptar la idea de que la religión pueda ser una parte normal y cotidiana de la vida estadounidense. Las figuras que aparecen en el cine y la televisión tienden a ser milagrosamente buenas o puras y mosntruosamente malignas e hipócritas. Aunque existen algunas excepcioens a esta regla, en Hollywood las figuras religiosas suelen ser santos o pecadores, personajes que luchan por el bien contra todo tipo de obstáculos e incluso conta la razón, o bien fanáticos religiosos intolerantes, retorcidos a causa de la represión sexual y dedicados a la destrucción de vidas inocentes de una u otra manera.
Pero los Simpson acepta la religión como parte integrante de la vida de Springfield, Estados Unidos. Si la serie se burla de la piedad en la persona de Ned Flanders, el personaje de Homer Simpson por su parte sugiere que se puede asistir a misa sin ser un fanático religioso o un santo. Un episodio dedicado al reverendo Lovejoy trata de manera realista y bastanta comprensiva el problema del agotamiento del pastor (En Marge confiamos). Lovejoy, quemado como está por todos los problemas que le ha tocado escuchar de sus feligreses, tiene que delegar su trabajo a Marge Simpson, que se convierte en la "señora que escucha". El tratamiento de la religión en Los Simpson es paralelo a la familia y entronca con él. La serie no está a favor de la religión, pues se trata de una serie innovadora, demasiado cínica e iconoclasta para eso. De hecho, superficialmente parece incluso antirreligiosa, pues buena parte del impulso satírico está dirigido en contra de Ned Flanders y otros personajes piadosos. Pero aquí vemos el mismo principio de acción: si Los Simpson satiriza algo es porque reconoce al mismo tiempo su importancia. De modo que, incluso cuando parece estar ridiculizando la religión, la serie refleja, como pocas en la televisión, el genuino papel de esta práctica en la vida estadounidense.
Sobre la vuelta de la religión a la televisión en la última década baste como ejemplo series como Joan de Arcadia, House, Perdidos... Creo que es muy interesante que hiciéramos un seguimiento de las series americanas de éxito de estos últimos años y ver cómo lo religioso, en muchas ocasiones está presente y con un tratamiento muy sugerente. Las series españolas, desgraciadamente, no llegan a tanto.
Sobre la serie Los Simpson, que siguen la mayoría de nuestros alumnos de la ESO, hay que decir varias cosas. No es una serie infantil, aunque sea una serie de dibujos animados. He descubierto que los alumnos siguen bien la historia explícita de los capítulos, pero, como es evidente, no captan todo lo implícito que hay en esta serie. Y es mucho. Esa parte cínica, satírica, que hace que sea más una serie adulta. Quizá hay que tener en cuenta estos dos registros de la serie. Y ver las posibilidades de trabajar con ellos esa parte más explícita de la serie.