Muchas veces caemos en la tentación de asociar conservador como antónimo de progresismo. Pero nada más lejos de la realidad, un progresista puede en algunos aspectos ser conservador. Lo que si es antónimo de progresismo es el regresismo.

El regresismo es una mentalidad no solo opuesta a todo avance bueno para la humanidad, sino que propone retroceder en los avances conseguidos buscando una finalidad en el fondo perniciosa. Una de las cosas que he observado del regresismo, es su alegría por el mal y sufrimiento ajeno, llegan a saborearlo y disfrutarlo. Su postura es dura y rígida con el prójimo. Por ello, es frecuente que los regresistas sean personas con un pequeño o gran fondo de maldad. Incluso cuando defienden ciertas posiciones conservadoras muy loables, esta gente lo llega a hacer incluso desde una maldad personal para joder al prójimo. Algunos regresistas no son conscientes de esa maldad porque disfrutan con la misma y eso les ciega.

Los conservadores es una postura intermedia, son temerosos de los cambios en una dirección o en la otra, creen en las cosas tal y como están, son conformistas. En ocasiones no entienden los beneficios de los cambios o no ven que tales cambios sean tan buenos como se predican. Pero los conservadores pueden actuar como freno frente al regresismo o frente al progresismo. Por ejemplo, un conservador que defiende el estado social es progresista frente a los regresistas que abogan por liquidarlo.

Los progresistas buscan el bien para todos en el progreso. Creen en la bondad de sus cambios, generalmente orientados a la felicidad de todos o a la defensa del prójimo. Un progresista auténtico debe trabajar la empatía por encima de todo, asumir la verdad sea cual sea, ser racional, no ser muy pasional y mucho menos visceral, hacerse autocrítica y abogar por el pragmatismo. Es importante esto, porque uno que se diga progresista necesita una mente y corazón abiertos, ser progresista es algo muy exigente y veo muchos que se cuelgan el cartel de progresista y no lo son. Hay mucha izquierda por ahí suelta que se autoproclama progresista y no lo es, y derecha progresista que no comprende ni que lo es.

Por eso, creo que es bueno entrar a valorar bien lo que es tener ideas y opiniones progresistas, regresistas y conservadoras. Pero también hay que tener cuidado, porque muchas veces es el contexto y el fondo de cada uno lo que te define ante un determinado tema como regresista, conservador y progresista.

PD: Me gustaría recalcar que es mi opinión y que puedo equivocarme en algunas de mis opiniones planteadas.