La conferencia episcopal y la comunicación con la prensa.

Leo en los blogs de Jesús Bastante y José Manuel Vidal su impresión de la última rueda de prensa de la Conferencia Episcopal, y les entiendo. Es desolador para cualquiera ir a un sitio en el que te van a dar una noticia, y encontrarte con que no te dan ninguna noticia. No me refiero a un titular, sino a una noticia. Muchas son las noticias que puede dar la Conferencia Episcopal, y no necesariamente generadora de grandes titulares o portadas, pero citar a 30 periodistas para verles las caras y hacer con ellos un brindis al sol es hacerles un desprecio. Con los periodistas no se hace brindis al sol, a los periodistas se les cita para decirles algo de lo que puedan informar.

Un periodista no puede comenzar una noticia con un: “los obispos se han reunido en una plenaria, se ha recordado al fallecido Elías Yanes, se ha agradecido al Papa por una Exhortación, se habla algo de los jóvenes y su alejamiento sin entrar en materia, y del resto de cosas más de lo mismo y no entramos en materia”. Si los periodistas van con eso tan difuso a las direcciones de sus diarios, o les toman por inútiles, o bien prescinden de ellos por no tener sentido periodistas de información religiosa. Al periodista hay que cuidarle, que también vive de informar, de dar credibilidad a lo que se cuenta. El periodista es el que pregunta, el que indaga, el que pone el dedo en la llaga o el que te salva de un escándalo. Pero si la Conferencia Episcopal apuesta tan mal por el trabajo de periodista de información religiosa, lo mismo un día importante va un periodista de prensa rosa, te cubre la noticia y le da un tinte de prensa rosa a la información religiosa.

Informar no lo puede hacer cualquiera, aunque lo parezca. El periodista de cada tipo de información sabe de lo que puede y de lo que no puede informar, y de como debe informar. Sabe lo que es de interés de los lectores. Un periodista de información religiosa no te va a informar que un obispo por la calle escupió o vomitó tras un seto, cosa que si hacen con el futbolista Messi los periodistas de la prensa rosa de información deportiva. A nadie que lea información de prensa religiosa le interesa el escupitajo o el vómito de un obispo, como si le podrá interesar a uno de información de prensa roa deportiva (que yo no entiendo porque le interesará eso a los lectores de prensa deportiva pero digo yo que eso solo lo sabrán los periodistas de ese tipo de noticias).

Pero como digo, los obispos verán, si quieren profesionales de información religiosa o aficionados. Cada uno termina recogiendo lo que cosecha.
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