El diablo carga de nuevo contra la parroquia de entrevías.
Pero lo que si es mal ejemplo es levantar sucesivamente ese odio y ese escándalo sobre unos sacerdotes y su comunidad solo por hacer cosas que nos disgusten. Tal vez con diálogo se puede conseguir mucho más que con amenazas y escándalos desde blogs entregados a destruir la integridad de las personas por el más mínimo vértice en la tela del alzacuellos sacerdotal. No me parece malo criticar, lo que me parece diabólico es destruir, y en ese afán por hacerlo da igual si hay que llevarse por delante esa parroquia, esos fieles, el vicario, el obispo auxiliar o al cardenal. A mi entrevías no me escandaliza, simplemente me disgusta, y el único escándalo lo arma el diabólico plan de un señor (tan ingrato como aquellos sacerdotes de entrevías) que va por ahí destruyendo a personas sin piedad (incapaz de mirarse al espejo), metiendo en los infiernos a gente (tal vez porque tenga las llaves él), y si en ese momento no consigue llevárselas por delante lo intentará una y otra vez hasta quedar satisfecho.
PD: Sigo desde mi blog pidiendo y animando a esos sacerdotes de entrevías que cambién su estilo de declaraciones, que traten de acercarse más a la liturgia eclesial, y que por favor no den alas a los poderosos enemigos que quieren destruirles.