El fallecimiento del Doctor Montes.
Por otra parte, me parece peligroso que algunos médicos se endiosen en decidir si un paciente debe vivir o morir. Hace unos años, falleció un familiar mío por una infección bacteriana común que no sé hasta que punto pudo haberse salvado con los antibióticos. Su médico valoro que por su estado de demencia y parálisis, y tras tres ictus, no era eso vida y no hizo todo lo posible por salvar su vida. Llegó a admitirmelo en privado este médico, que aquello no era vida y que pudiendo haber echo algo más no quiso haberlo hecho porque valoró negativamente la vida de mi familiar.
Desconozco si es el caso o no del doctor Montes el de un endiosamiento médico o el de un señor que hizo un favor a gente en muy mal estado. Lo que hizo bien o mal en urgencias se lo ha llevado a la tumba. Lo único que si sé, es que para defender la eutanasia no sirve este señor, porque por muy buen médico que uno sea, y con acceso a los sedantes para procurar una muerte más digna, las decisiones de poner fin activamente a la vida de un paciente debe requerir de un comité ético y del consentimiento de los familiares, y sobre todo del propio paciente si es su expreso deseo el morir. Todo lo demás es endiosarse uno mismo, que vuelvo a repetir, no sé si es su caso, pues no solo no ha admitido que las muertes que le atribuyeron fueran culpa suya sino que nada se ha podido demostrar judicialmente. Lo único que me hace pensar que pudo practicar eutanasias activas, es que este señor tomó la decisión de defenderse cubriéndose con la bandera de la eutanasia al mismo tiempo que admitía no haber practicado ninguna.
PD: Es de lamentar su deceso y pedir por él para que Dios lo tenga en su gloria. Seguramente, este señor obró con la mejor de las intenciones en su labor como médico y anestesista, y si practicó eutanasias (en mi opinión no acertadamente), seguramente lo hizo por evitar un dolor ajeno y según su conciencia.