Quiero aprovechar el blog para hablar mejor de la gente que peor. Hoy quiero hablarles de un gran profesor de mi facultad, se trata del profesor José Ignacio Aranda Iriarte, o más conocido por todos como Pepe Aranda.

Dado que dudo mucho que algún día vuelva a tenerle en alguna asignatura, mis comentarios no pueden sonar a peloteo. Pepe lleva una docencia acotada a Ecuaciones Diferenciales I y II y a Calculo I, rara vez podría ir a parar a Calculo II y creo que tal cosa aun no se ha visto.

Pepe posee un puñado de cualidades por las cuales merece la pena dedicarle un post, y una de ellas es por su increíble esfuerzo por conseguir poner a disposición del alumno no solo sus estupendos apuntes y exámenes resueltos que tanto nos han ayudado en las asignaturas de ecuaciones diferenciales y Calculo I, sino por haberse puesto a si mismo a disposición de todos alumnos de la facultad de físicas con dudas en estas asignaturas. Es grande el agradecimiento a su persona que tenemos muchos de sus alumnos.

Debido a la caótica situación que viví una vez en la asignatura de Ecuaciones II, recurrí a Pepe Aranda en numerosísimas ocasiones en busca de ayuda. Pepe siempre me recibió y hasta me dejó sus apuntes de Ecuaciones II con las soluciones de los ejercicios para que los fotocopiara. En una ocasión mi duda se trató sobre cálculos de conmutadores, y Pepe no sabía como ayudarme, pero se puso a estudiar conmigo conmutadores y en una media hora aprendimos el uso de conmutadores con operadores diferenciales, otros profesores que he tenido siempre preferían tomarse su tiempo antes de resolver dudas que no supieran, Pepe en cambio optó por estudiar mi duda y hacerla suya y aprender conmigo lo que no sabía.

En otra ocasión se sentó conmigo a comer en la cafetería de la facultad, durante la comida estuvimos hablando de diversos temas, incluido uno sobre mi situación personal en una academia en la que laboralmente me estaban explotando dos impresentables jefas que tuve. Pepe me estuvo dando varias recomendaciones, y tiempo después en otra tutoría con él recordó el tema y me siguió preguntando como seguía el caso de mi trabajo en la academia.

El caso de Pepe Aranda como profesor de universidad es un caso bien raro, pocos profesores son como él en su trato y preocupación por los alumnos. Los alumnos siempre hemos respondido masivamente por Pepe cada vez que por cuestiones burocráticas la universidad ponía en peligro su plaza de profesor, que es irregular debido a contratos antiguos de los que personalmente yo no entiendo nada y por ello no voy a hablar. Creo que Pepe merecería que se le hiciera profesor titular de universidad.

De Pepe no solo he aprendido matemáticas, también he aprendido varias de sus ideas docentes, entre ellas la elaboración de ejercicios y chuletas. Pepe es un profesor que le gusta mucho reducir las asignaturas que imparte a chuletas, chuletas de un folio por las dos caras, todo perfectamente comprimido y fotocopiable, y que sirve de gran utilidad para hacer los ejercicios de clase o para los exámenes. A Pepe lo que le interesa en las asignaturas de matemáticas no es nuestra capacidad de memorizar teoremas sino de aplicarlos y utilizarlos, así como nuestra capacidad de enfrentarnos a series, funciones, integrales o ecuaciones diferenciales.

Por ello le dedico el presente post, en eterno agradecimiento a su persona y que siga así como profesor en mi facultad muchos años más.