Luis Miguel Modino nos ofrece su visión del Sínodo desde dentro, #primeroRD “Ahora es más difícil manipular el Sínodo”: primera semana de la Asamblea, primeros consensos
De los círculos menores solamente sale aquello que es consenso de la mayoría. Si no, se queda en el grupo. Y las tensiones, que existen, se van disipando poco a poco
Una semana de trabajo en el Sínodo de las mesas redondas, el primero en el que las mujeres están equiparadas a los hombres, inclusive a los cardenales. Y eso se nota: no tanto como debería, pero especialmente la vida religiosa está posicionándose como voz profética en la asambea sinodal
Formar seminaristas en modo sinodal es importante para el futuro, porque ellos serán los futuros presbíteros, y teniendo en cuenta que uno de los grandes pecados de nuestra iglesia es el clericalismo, superar eso y ser sacerdotes sinodales ayudará y mucho para que nuestra iglesia sea más sinodal
Formar seminaristas en modo sinodal es importante para el futuro, porque ellos serán los futuros presbíteros, y teniendo en cuenta que uno de los grandes pecados de nuestra iglesia es el clericalismo, superar eso y ser sacerdotes sinodales ayudará y mucho para que nuestra iglesia sea más sinodal
| Luis Miguel Modino, enviado especial al Vaticano
Una semana de trabajo en el Sínodo de las mesas redondas, el primero en el que las mujeres están equiparadas a los hombres, inclusive a los cardenales. Y eso se nota: no tanto como debería, pero especialmente la vida religiosa está posicionándose como voz profética en la asambea sinodal
Un sínodo sobre la conversación espiritual, un método nuevo que está impactando mucho en aquellos y aquellas que están particpiando.
Varias voces han dicho que ahora es más difícil manipular la asamblea. En Sínodos anteriores siempre había personas que manipulaban, o pretendían manipular los trabajos. Ahora no, porque de los círculos menores solamente sale aquello que es consenso de la mayoría. Si no, se queda en el grupo. Y las tensiones, que existen, se van disipando poco a poco.
Este sinodo, siguiendo el IL, está dividido en módulos. Hasta ahora se han trabajado dos. El primero, que hablaba de qué es la sinodalidad; y el segundo, que habla sobre la comunión. En cada uno hay preguntas abiertas, que permiten que todos puedan hablar.
Es verdad que no tenemos mucho conocimiento de lo que se habla en los círculos menores, pero sí vamos viendo que algunos temas se están convirtiendo en prioridad, en consenso. Por ejemplo, el tema de la formación, especialmente en los seminaristas. Formar seminaristas en modo sinodal es importante para el futuro, porque ellos serán los futuros presbíteros, y teniendo en cuenta que uno de los grandes pecados de nuestra iglesia es el clericalismo, superar eso y ser sacerdotes sinodales ayudará y mucho para que nuestra iglesia sea más sinodal.
Impactan esos momentos de silencio. Eso va marcando y determinando el discurrir del sínodo. El Papa ha insistido mucho en eso, en el silencio: en ser testigos de lo que Dios nos va revelando en nuestro silencio.
El Sínodo sigue, y va a seguir en 2024. Por eso es importante lo que se está viviendo, pero todavía más importante lo que se va a vivir entre las dos asambleas, porque todos esperamos que ese trabajo de reflexión de los 465 participantes pueda volver a las bases y la gente pueda aportar. Sinodalidad es aportar juntos, es escuchar a todos, es dialogar. Sin miedo, y hacerlo para buscar mejores caminos para la Iglesia, discernir que es lo que Dios pide en este momento a la Iglesia.
Y se lo contaremos aquí, #primeroRD