Algunos misioneros digitales optan por permanecer en la red de Elon Musk pese a la toxicidad y la polarización "No debemos huir, sino resistir": influencers católicos defienden su presencia en 'X'
“Yo he abierto una cuenta en Bluesky, pero no pienso irme de X. Reconozco que este espacio se ha vuelto mucho más tóxico, pero salir sería como abandonar una batalla y darme por vencida”, explica a Flama la conocida misionera digital Xiskya Valladares
Gemma Morató. "Es una decisión clara, contundente y que hay que respetar"
| Jordi Pacheco
(Flama).- El pasado 13 de noviembre el diario The Guardian sorprendió al mundo con su decisión de dejar de publicar contenidos en la plataforma X (antes Twitter) tras considerar que los beneficios de permanecer en la red propiedad del magnate Elon Musk habían quedado superados por los aspectos negativos.
"Es algo que hemos considerado desde hace tiempo dado el contenido a menudo inquietante que se promueve o se encuentra en la plataforma, incluidas las teorías de la conspiración de extrema derecha y el racismo", adujeron los responsables del portal. La decisión llegó una semana después de las elecciones en Estados Unidos, en las que se impuso Donald Trump gracias a una campaña que, según The Guardian, puso de manifiesto la “toxicidad” de X como plataforma mediática.
Un día después, otros medios, entidades y empresas de todo el mundo siguieron las huellas del prestigioso medio inglés y optaron, también, por dejar de publicar contenidos en X. En Cataluña, lo hicieron medios de ámbito general como La Vanguardia, el portal de comunicación religiosa Catalunya Religió, así como el Institut Ramon Llull y la Universidad de Barcelona.
Sin embargo, en medio del debate sobre si es mejor quedarse o marcharse de X, la mayoría de gente y de instituciones han optado, de momento, por mantener su presencia en esta plataforma creada en el 2006 en Estados Unidos por Jack Dorsey, Biz Stone y Evan Williams y que, según los datos más recientes de 2024, alcanzó la cifra de 450 millones de usuarios activos al mes.
Huida a Bluesky
Muchas de las personas que se han quedado ya han abierto una cuenta en Bluesky, una plataforma de código abierto similar a Twitter y que, de hecho, fue creada en el año 2021 por el mismo Dorsey con el fin de explorar nuevas formas de redes sociales más transparentes y menos susceptibles de ser manipuladas.
“Yo he abierto una cuenta en Bluesky, pero no pienso irme de X. Reconozco que este espacio se ha vuelto mucho más tóxico, pero salir sería como abandonar una batalla y darme por vencida”, explica a Flama la conocida misionera digital Xiskya Valladares, que quiere comprobar si es verdad que la nueva plataforma de la mariposa será "como el Twitter de los inicios, más veraz y humano".
Con más de 77.000 seguidores en X, la religiosa de Pureza de María admite que, desde que la red fue adquirida por Elon Musk, sus publicaciones llegan a menos gente. "Mi crecimiento se ha estancado en esta red, aunque tengo una suscripción premium", apunta.
Polémica, polarización y posverdad
Otro evangelizador digital que debe mucho a X es el sacerdote y periodista Fernando Cordero. Al contrario de Valladares, el creador del programa Cruzando Fronteras confiesa que la crisis en la red de Elon Musk no ha afectado, por el momento, al contenido de sus publicaciones, que, por otra parte, están lejos de la polémica o de la polarización.
“Es cierto que X ha tenido muchas deficiencias y es de las redes sociales más manipulables, hasta tal punto que resulta incómoda. Sin embargo, si se está en el mundo de la información, creo que hay que quedarse, porque es el lugar en el que está más presente la noticia y el periodismo”, apunta el también religioso de los Sagrados Corazones.
La retahíla de personas y medios de comunicación de diversa índole que durante las últimas semanas han anunciado con voz fuerte y decidida que se marchaban de X no ha pasado desapercibida para la dominica de la Presentación Gemma Morató. "Es una decisión clara, contundente y que hay que respetar", observa la también profesora de la Facultad de Comunicación de Blanquerna.
Morató admite que todo lo que se dice de X a menudo le produce "angustia y asco", pero duda si desde fuera de la red se podrá hacer frente "a todo este mundo tergiversado de la posverdad". “La red X refleja, en cierto modo, lo que vivimos como sociedad, una gran polarización que a menudo da miedo. La lástima es no encontrar la forma desde dentro de combatirlo y presentar alternativas de diálogo y pensamientos diversos”, manifiesta la dominica.
"X todavía es un espacio de evangelización"
A pesar de la tendencia polarizante y el creciente nivel de toxicidad en X, los expertos consultados por Flama sostienen que sigue siendo una plataforma válida para evangelizadores digitales, ya que, como sostiene el decano de la Facultad de Comunicación de la Santa Croce, el catalán Daniel Arasa, "la evangelización no tiene límites".
“X, aunque ha perdido incisividad, todavía es una plataforma posible por evangelizar. El problema es que generalmente las plataformas digitales no buscan ni promueven un verdadero diálogo, sino que llevan a hablar (o gritar) sin escuchar. Seguramente la entrada de un personaje como Musk ha acentuado en X esta tendencia”, argumenta Arasa.
No debemos ser cobardes y huir de X, sino que debemos tener la franqueza de continuar para intentar que esto mejore. De las redes actuales, quizás X es la más marginal y periférica, superpoblada y violenta; y el cristiano está llamado desde siempre a acudir a estas periferias”
En este sentido, Fernando Cordero recuerda que cada una de las redes, más allá de la plataforma X, tienen detrás empresas e intereses comunicativos de diversa índole. "La red que esté a salvo, 'que tire la primera piedra'", advierte el periodista, que asegura que permanecer en X, incluso en momentos adversos, puede ser también "un acto de resistencia" y una "oportunidad de aportar un granito de arena de serenidad, contraste y valores evangélicos”.
Cordero y Valladares continuarán, por tanto, difundiendo sus contenidos en X, una decisión que consideran coherente con el evangelio de Jesús. “No debemos ser cobardes y huir de X, sino que debemos tener la franqueza de continuar para intentar que esto mejore. De las redes actuales, quizás X es la más marginal y periférica, superpoblada y violenta; y el cristiano está llamado desde siempre a acudir a estas periferias”, concluye Valladares.
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