Domund: Convivencia interreligiosa
(Traduzco para el señor Suzuki las palabras de quien comentaba que “Dios nos habita, Buda, Jahvé, Alá..., nos inunda de tal forma que sólo nos queda compartir, cantar como el pájaro canta, porque no sabe hacer otra cosa. O como decimos los cristianos, haber encontrado el tesoro escondido en el campo, te lleva a exclamar a tus vecinos ¡mirad lo que he encontrado!)
Suzuki: Hasta hace poco las religiones pensaban que la divinidad en que cada una centra sus creencias es la única correcta y verdadera. Cada una tendía a colocar a las demás religiones en un escalón más bajo que la propia.
Nuestro fundador Niwano dijo que su deseo no era el mero incremento de nuestro grupo, sino que el mundo entero descubra la religiosidad y la fe. En Cristo o en Buda. Pero que todos lleguen a despertar a la fe. Él anhelaba el aumento de la religiosidad en el mundo, aunque fuera en religiones diversas. Con el deseo de cultivar ese espíritu nació la Sociedad Inter-religiosa de Nuevas Religiones en Japon. A escala internacional, tal es la aspiración de la Conferencia Mundial de las Religiones por la Paz. El fundador Niwano quería que toda la humanidad despertase a la fe. Que todos eleven su corazón piadosamente, a Dios, a Buda. o a Alá. Si todos tuviéramos ese espíritu, vendría la paz al mundo.
(Transmito al Sr. Suzuki el comentario de quien decía que el budismo no es religión, sino filosofía)
Suzuki: Es esencial en la enseñanza budista que vivimos engañados o adormecidos y necesitamos despertar, salir del engaño, dejarnos iluminar, escuchar al Dharma. Dharma es, ante todo, actividad que da vida a todo, energía incesante que hace vivir, es el aire que respiro.
El budismo es una enseñanza sobre el sufrimiento y el camino para librarse de él. Ese fue el primer sermón del Buda. Abrir los ojos con lucidez a la realidad del dolor, salir del engaño e ignorancia radical para percatarse de la desorientación de nuestros deseos.
Pero no hay que quedarse ahí. Por debajo de la ignorancia radical (no sé si se parece a lo que ustedes llaman el mal original), hay que descubrir la bondad original, lo mejor en nuestro interior. La ceguera original es el lado oscuro de la realidad. Pero el verdadero rostro de la realidad es luz y vida. Lo negativo es el contraste, como en el claroscuro de una pintura.
El budismo se presenta, en sus comienzos, como una corriente de reforma religiosa, centrada en la meditación como camino para alcanzar la iluminación liberadora, la paz del nirvana. Pero no se promete esta meta como algo extraordinario para unos pocos ascetas, sino como un camino por el que cada persona puede adentrarse en medio de su vida cotidiana, evitando los extremos y concentrándose en la meditación.
(Transmito al señor Suzuki el comentario de una blogger, preocupada por la importancia para el cristianismo del mandato “Id y haced discípulos”)
En el Sutra del Loto se nos exhorta a proseguir la misión del Buda, que se compadece de todos los seres y quiere salvarlos a todos. El budismo, como el cristianismo, es misionero. Nuestro fundador solía decir: “Si uno ve todas las cosas como manifestación de Buda, el mundo se transforma. Todas las personas con que nos encontramos se nos presentan como la figura del Buda”. Son palabras que reflejan el mundo interior de quien practicó durante cuarenta años la enseñanza del Sutra del Loto. Esa es la misión que encarga el Buda a sus discípulos. En el Sutra del Loto dice: “Morando siempre con vosotros, proclamando el Dharma”. Pero yo no pretenderé convertir al señor Masiá al budismo, como usted no trata de convertirme a mí al cristianismo...
(Colecciono en un archivo preguntas para el señor Suzuki, pero he borrado comentarios por delicadeza para con él y por no pasar la vergüenza ajena de que vea directamente la mala educación y falta de religiosidad de ciertos comentaristas. Le iré presentando las preguntas y comentarios poco a poco, en sucesivos encuentros. Sus ocupaciones como director de la Sección Internacional de Koseikai –para el mundo católico sería como el Prefecto de la Congregación para la Evangelización, por eso bromeamos con él llamándole “el cardenal”, título que, por supuesto, rechaza...- no le permiten un ritmo de mail a diario con el público. HOy recojo las siguiente, apropiadas para el día en que celebramos en el catolicismo el DOMUND, el paso del siglo de las misiones a la era de la convivencia de las religiones)