En Chile son miles los “peregrinos de la esperanza” que participan en la devoción al santo mártir En fiesta de San Sebastián, el arzobispo Pérez de Arce acentúó el diálogo y el perdón que necesita el país
San Sebastián fue llevado de España a Chile y se quedó para siempre como protector del pueblo creyente. Hoy, miles de personas lo veneran cada 20 de enero, y su principal santuario se ha convertido en un espacio de encuentro espiritual que trasciende fronteras y generaciones.
La peregrinación a Yumbel es una de las dos festividades religiosas más importantes del país, siendo superada en cantidad de fieles solo por la Inmaculada de María, la Virgen de Lo Vásquez, en la región de Valparaíso.
En este Año Jubilar 2025, el Santuario de Yumbel fue designado "Templo Jubilar" para otorgar indulgencias plenarias a las y los fieles que acudan durante todo el jubileo.
En este Año Jubilar 2025, el Santuario de Yumbel fue designado "Templo Jubilar" para otorgar indulgencias plenarias a las y los fieles que acudan durante todo el jubileo.
| Aníbal Pastor N. Corresponsal en Chile.
“Miles de fieles", según fuentes eclesiales, se congregaron en la localidad de Yumbel, en la Región del Biobío, en el centro-sur de Chile, para pedir la intercesión de San Sebastián en el marco de la tradicional peregrinación anual, uniendo la fe y la vida cotidiana.
Aunque no existen estimaciones oficiales de la cantidad de peregrinos y peregrinas que cada año participan a esta festividad, se estima que son miles, más de 600 mil en otros años según la prensa local, quienes provienen de todos los lugares del país, incluyendo rincones muy alejados, pues la devoción está profundamente arraigada en el catolicismo popular chileno.
Este año se ha celebrado bajo el lema "Peregrinos de Esperanza" y el Santuario de Yumbel, ha sido designado uno de los seis templos jubilares de la Arquidiócesis de Concepción, para ofrecer a los peregrinos la oportunidad de obtener indulgencias plenarias, lo que este año ha motivado una participación aún más masiva.
La jornada incluyó misas todo el día, siendo la primera a la medianoche. Una de de estas eucaristías fue presidida por el arzobispo de Concepción, Sergio Pérez de Arce, quien además es el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile.
En su homilía, el pastor expresó: "San Sebastián nos enseña a mantener la esperanza, incluso en los momentos más difíciles. Es en esa confianza en Dios donde encontramos fuerzas para sanar nuestras vidas y para superar nuestras luchas cotidianas, especialmente aquellas relacionadas con el trabajo y el sustento de nuestras familias".
El arzobispo invitó a reflexionar sobre dos valores esenciales: resolver los conflictos desde el diálogo y el perdón, y luchar contra la corrupción en todos los niveles, desde lo personal hasta lo social. “San Sebastián nos inspira a vivir con rectitud, enfrentando las adversidades con valentía y siempre optando por el bien”, añadió. Finalmente, Pérez de Arce animó a los presentes a vivir con profundidad este Jubileo, destacando: "Caminar juntos en esta fiesta es un signo de que caminamos junto a los hermanos para edificar el Reino de Dios en nuestra tierra".
Por la tarde, miles de fieles participaron en la tradicional procesión por las calles de Yumbel, llevando la imagen del santo mártir en un acto de fe colectiva marcado por oraciones y cánticos.
Además de su dimensión espiritual, y dada su masividad, la fiesta religiosa estuvo acompañada por estrictas medidas de seguridad y de sanidad. La policía destinó a 400 agentes para el resguardo de la población y la autoridad de Salud realizó más de 160 inspecciones de seguridad alimentaria, según se informó.
Origen de la devoción
La devoción a San Sebastián en Yumbel tiene sus raíces en el siglo XVII, cuando los misioneros españoles introdujeron su figura como protector ante las adversidades. En su iconografía, el santo aparece asaeteado pero lleno de vida, simbolizando la resistencia frente al sufrimiento y la capacidad de interceder ante Dios por quienes enfrentan diversos problemas como de salud o dificultades económicas.
Uno de los pedidos más recurrentes a San Sebastián está relacionado con el empleo y el bienestar económico. En palabras del sociólogo Cristián Parker, especialista en religiosidad popular: "En América Latina, los santos son más que figuras espirituales; son mediadores entre la necesidad material del pueblo y la intervención divina". San Sebastián de Yumbel es un claro exponente de esta mediación que busca el pueblo de Dios.
Además, en este Año Jubilar, su figura del santo es fuente de esperanza para miles de personas, recordándoles que, incluso en medio de las dificultades, hay caminos de renovación y consuelo, de diálogo y perdón a nivel personal y social como destacó el arzobispo.