En Chile se apovecha el verano para formar agentes pastorales Isauro Covili, obispo de Iquique, hacia una iglesia "más inclusiva y colaborativa"
Diócesis de Iquique realizó su “Escuela de la Fe 2025”, que incluyó talleres y conferencias que abordaron temas como sinodalidad en la piedad popular, metodologías innovadoras, protagonismo laical, consejos pastorales y económicos, y el rol de los jóvenes como presente y futuro de la Iglesia.
La prevención de abusos ha sido una clave de la formación sinodal y laical en diferentes diócesis durante el verano del hemisferio sur.
| Aníbal Pastor N. Corresponsal en Chile.
La diócesis de Iquique, que posee una fuerte identidad religiosa popular y multicultural, ubicada en en la costa el norte de Chile, y que abarca parte del desierto de Atacama, realizó una intensa formación sinodal y laical, reuniendo a más de 350 participantes en tres sedes de su territorio por ser una región geográfica con ciudades muy distantes unas de otras. El obispo Isauro Covili, franciscano, señaló que esta iniciativa “ha buscado fortalecer la participación de los laicos en la vida de la Iglesia, promoviendo una comunidad más inclusiva y colaborativa, en sintonía con los llamados del papa Francisco”.
El programa formativo, titulado “Escuela de la Fe 2025”, incluyó talleres y conferencias que abordaron temas como sinodalidad en la piedad popular, metodologías innovadoras, protagonismo laical, consejos pastorales y económicos, y el rol de los jóvenes como presente y futuro de la Iglesia.
Esta diversidad de contenidos permitió adaptar las temáticas a las distintas realidades culturales de los participantes, generando un impacto positivo en sus comunidades. “Los participantes han valorado grandemente las diversas materias y la reflexión que se genera desde ellas, en cuanto que se experimentan protagonistas de los contenidos trabajados,” destacó Covili.
Una característica fundamental de esta experiencia fue su metodología participativa, que fomentó la expresión activa de los laicos en un ambiente sencillo, fraterno y de gran responsabilidad. Esta dinámica permitió no solo la transmisión de conocimientos, sino también un verdadero encuentro comunitario, contribuyendo al fortalecimiento de la identidad y la misión pastoral.
“La necesidad de formarse y profundizar en la fe es constante en nuestra comunidad. Estos programas nos ayudan a mirar la realidad y el mundo con una perspectiva renovada,” afirmó el obispo, quien junto con subrayar la importancia de continuar impulsando espacios de formación a lo largo del año, entregó personalmente los certificados que acreditaron la participación de los agentes de pastoral en un acto de finalización que reunió a todos los participantes de los diferentes lugares de la diócesis.
Vicaría Sur de Santiago
El esfuerzo formativo de la iglesia de Iquique, se enmarca en un contexto nacional donde algunas diócesis también han organizado iniciativas similares en enero, que en el hemisferio sur es un mes de pleno verano y estos cursos en la Iglesia resultan una especie de transición entre los trabajos pastorales del año que concluyó y el que recién inicia.
En la Zona Sur del Arzobispado de Santiago, por ejemplo, se efectuó la 39° Escuela de Verano titulada “Peregrinos de la Esperanza”. Esta reunió a cerca de 450 personas que participaron en los diferentes talleres.
Este programa ofreció capacitación en diversas áreas como Biblia, liturgia, espiritualidad, catequesis y pastoral social, con una metodología orientada al crecimiento personal y comunitario de los participantes.
Entre los talleres destacados estuvieron Liderazgo al estilo de Jesús, Prevención de abusos y buen trato en la comunidad y Las redes sociales como instrumento de evangelización, todos ellos diseñados para responder a los desafíos contemporáneos que enfrenta la Iglesia en esta zona de Santiago.
El Vicario Episcopal de la Zona Sur, pbro. Manuel Martínez Ulloa, destacó la importancia de esta instancia formativa como una oportunidad para "preparar el corazón y ser portadores, en nuestras comunidades, de esta esperanza cristiana que nos acerca cada vez más al Reino de Dios". Este esfuerzo fue acompañado de un enfoque especial en la espiritualidad sinodal y en la creación de ambientes seguros y fraternos, que buscan reflejar el espíritu de renovación promovido por el magisterio del papa Francisco
En otras diócesis como San Felipe, se realizó en enero una semana dedicada a la formación que en vez de tener una única sede como en Santiago,, se efectuó en las mismas parroquias para facilitar la participación de la gente.
Aquí se buscó "generar un espacio de diálogo, reflexión y proyección pastoral que nos permita proyectarnos con nuestra vocación bautismal y así proyectar nuestra misión en medio de nuestras comunidades", fue su objetivo.
Otro tanto hizo la diócesis de Temuco, ofreciendo formación que incluyó módulos sobre la cosmovisión mapuche y la promoción de ambientes sanos. Y la diócesis de Chillán ofreció cursos de Biblia, comunicación y también de prevención de abusos.