Frontera de Chile y Perú: graves crisis migratoria Obispos de las fronteras claman ayuda para unos 300 migrantes que están varados en el desierto entre ambos países
Grave crisis migratoria se genera en los límites territoriales de Chile y Perú, y los obispos de las fronteras señalan que "como Iglesia Católica, no solo estamos presentes en momentos de emergencia, sino que día a día caminamos con ellos y buscamos acogerlos e integrarlos en la sociedad"
Los obispos dicen que "expresamos respetuosamente nuestro parecer que la decisión tomada de militarizar la frontera o declarar en emergencia la zona de acceso son medidas coercitivas que reclaman soluciones más ponderadas y justas"
Luego invitan a las autoridades a encontrar "vías de solución a este problema y así no tengamos que lamentar víctimas a causa de la violencia que se está suscitando"
Luego invitan a las autoridades a encontrar "vías de solución a este problema y así no tengamos que lamentar víctimas a causa de la violencia que se está suscitando"
| Aníbal Pastor N. Corresponsal en Chile y Perú.
La situación en la frontera entre Chile y Perú en relación a las migraciones llega a un punto crítico en estos días siendo una preocupación en los últimos años por el aumento de la migración de ciudadanos venezolanos y de otros países latinoamericanos que buscan refugio y mejores oportunidades económicas.
Chile como Perú han implementado diversas políticas migratorias y de control fronterizo para enfrentar la situación. Estas medidas incluyen el refuerzo militar y policial en la frontera. Pero también, los migrantes reportan situaciones de xenofobia y discriminación hacia los migrantes en ambos países, lo que ha generado tensiones y dificultades en la integración de estos ciudadanos.
En las últimas semanas la crisis se ha manifestado porque miles de migrantes venozolanos quieren salir de Chile para volver a su país pero la situación de indocumentación de los mismos, impide que las policías les otorguen permisos para cruzar.
LLAMADO A LOS GOBIERNOS
Stéphane Dujarric, portavoz de la Organización de Naciones Unidas (ONU), solicitó que los gobiernos de Perú y Chile dialoguen para encontrar una solución a la crisis migratoria de la frontera.
“Lo realmente crítico es que los dos países encaren este problema con diálogo y tengan en el centro de sus preocupaciones el bienestar de los seres humanos, sean migrantes o refugiados”, dijo en una conferencia de prensa.
Por su parte los obispos de Arica (Chile), Moisés C. Atisha Contreras, y el obispo de Tacna y Moquegua (Perú), Marco A. Cortez Lara, emitieron una declaración conjunta en la que señalan que quienes "se encuentran intentando cruzar las fronteras de nuestros países son personas que buscan un lugar donde tengan oportunidades de construir una vida digna. Ya fueron vulnerados y expulsados de sus respectivas naciones", indicaron.
Según Amnistía Internacional, son cerca de 300 personas se encuentran varadas en la frontera entre ambos países "en una situación humanitaria crítica, sin alimentos, agua, alojamiento o asistencia sanitaria", en pleno desierto. En su mayoría son venezolanas, pero también hay nacionales de Ecuador, Colombia, Haití y República Dominicana.
EN EL "LIMBO"
Un informe de la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Pro Migrantes indica que los extranajeros que no se pueden desplazar para Chile ni para Perú y “quedan en el limbo” entre los dos países acudiendo a “la única opción que tienen (que) es pasar durante la noche por pasos no habilitados a territorio peruano, pagando lo que les cobren”.
Para evitar eso, Perú decretró un estado de emergencia lo que aumenta la presión y la urgencia. En todo caso, ambos países han reforzado sus seguridades con personal militar armado.
Pese a ello, en la última semana, las autoridades de migraciones de ambos países estado trabajando sobre el problema, se indicó.
Por ello, continúan los obispos, "reconocemos y agradecemos los esfuerzos y servicios que se están realizando por parte de las autoridades constituidas e instituciones de la sociedad civil. Como Iglesia Católica, no solo estamos presentes en momentos de emergencia, sino que día a día caminamos con ellos y buscamos acogerlos e integrarlos en la sociedad".
PARAR LA MILITARIZACIÓN DE LA CRISIS
Luego llaman a "un auténtico y sincero ejercicio de corresponsabilidad por parte de la comunidad internacional, por parte de las autoridades nacionales y regionales. Por ende, expresamos respetuosamente nuestro parecer que la decisión tomada de militarizar la frontera o declarar en emergencia la zona de acceso son medidas coercitivas que reclaman soluciones más ponderadas y justas".
Y agregan "ante los hechos de enfrentamiento en la frontera, pedimos una vez más, que se busque el diálogo sincero entre todas las partes involucradas para que las personas vulnerables, familias con niños y niñas, personas mayores y desproveídas de recursos no sean los que tengan que pagar las decisiones que no fueron consideradas en toda su amplitud".
"Los obispos de frontera invitamos encarecidamente a las autoridades para que con la ayuda de Dios se encuentren las vías de solución a este problema y así no tengamos que lamentar víctimas a causa de la violencia que se está suscitando. Hay que insistir que, la solución a todo problema social solo será posible si se reconoce y respeta la dignidad de cada persona, pues este es un valor irrenunciable que no puede estar en juego a la hora de solucionar los problemas".
A continuación el texto completo del comunicado de los obispos emitido el sábado 29 de abril último.
DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS DE LA FRONTERA DE CHILE Y PERÚ
- Nos duele la reacción de los connaturales que han tomado una postura totalmente adversa al extranjero. Todos estamos de acuerdo que el fenómeno migratorio debe ser regulado por las autoridades pertinentes, pero regular no es sinónimo de prohibir o considerar a dichas personas como un mal para la sociedad; como decía el comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile: “La migración no debe ser vista como una amenaza sino como una oportunidad para construir un futuro de paz”. (Prot. CECh Nº166 / 2021).
También expresamos nuestro dolor y rechazo a los actos de violencia perpetrados por algunos migrantes, que han dado origen a que la ciudadanía, rechace a los que se ven obligados a buscar mejores condiciones de vida.
2. Los que se encuentran intentando cruzar las fronteras de nuestros países son personas que buscan un lugar donde tengan oportunidades de construir una vida digna. Ya fueron vulnerados y expulsados de sus respectivas naciones. Por este motivo reconocemos y agradecemos los esfuerzos y servicios que se están realizando por parte de las autoridades constituidas e instituciones de la sociedad civil. Como Iglesia Católica, no solo estamos presentes en momentos de emergencia, sino que día a día caminamos con ellos y buscamos acogerlos e integrarlos en la sociedad.
3. Sabemos que lo que se está viviendo entre la frontera de Perú y Chile es fruto de decisiones políticas. Por tanto, es necesario un auténtico y sincero ejercicio de corresponsabilidad por parte de la comunidad internacional, por parte de las autoridades nacionales y regionales. Por ende, expresamos respetuosamente nuestro parecer que la decisión tomada de militarizar la frontera o declarar en emergencia la zona de acceso son medidas coercitivas que reclaman soluciones más ponderadas y justas.
4. Ante los hechos de enfrentamiento en la frontera, pedimos una vez más, que se busque el dialogo sincero entre todas las partes involucradas para que las personas vulnerables, familias con niños y niñas, personas mayores y desproveídas de recursos no sean los que tengan que pagar las decisiones que no fueron consideradas en toda su amplitud. Por tanto, los obispos de frontera invitamos encarecidamente a las autoridades para que con la ayuda de Dios se encuentren las vías de solución a este problema y así no tengamos que lamentar víctimas a causa de la violencia que se está suscitando. Hay que insistir que, la solución a todo problema social solo será posible si se reconoce y respeta la dignidad de cada persona, pues este es un valor irrenunciable que no puede estar en juego a la hora de solucionar los problemas.
5. Los gobiernos de Perú y Chile a través de sus respectivas cancillerías, los gobiernos regionales como las instituciones humanitarias estamos llamados a trabajar en miras a encontrar una pronta solución, por tal motivo invocamos la protección de la Virgen de Coromoto patrona de Venezuela y a los santos patronos San Pedro y a San Marcos que intercedan por nosotros y nos dejemos iluminar por la gracia divina.
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