Debate en Chile: Posición de obispos católicos y parlamentarios de la derecha no son compartidos. La educación no-sexista promovida por ley contra la violencia de género es defendida por mujeres cristianas y rectoras/es de universidades
Las mujeres dicen que "entendemos y sostenemos que solo será posible erradicar la violencia de género que sufren las mujeres y niñas mediante una educación no sexista".
Las y los rectores de las 30 universidades existentes en Chile que participan en un consejo, sostienen que para "superar la discriminación arbitraria, las inequidades, los estereotipos y las jerarquías de género, es indispensable que se asegure una educación no sexista en todos los niveles educativos".
Ambas declaraciones no comparten las posiciones de parlamentarios de la derecha y de los obispos católicos.
Lamentablemente, Chile ha mostrado un incremento significativo en los casos de violencia intrafamiliar en los últimos diez años, que alcanza a 11,4 puntos más. Y en 2022, casi un cuarto de las mujeres en el país fueron víctimas de algún tipo de violencia intrafamiliar, tranformándose en 2023 en 41 asesinatos de mujeres y 221 femicidios frustrados.
Ambas declaraciones no comparten las posiciones de parlamentarios de la derecha y de los obispos católicos.
Lamentablemente, Chile ha mostrado un incremento significativo en los casos de violencia intrafamiliar en los últimos diez años, que alcanza a 11,4 puntos más. Y en 2022, casi un cuarto de las mujeres en el país fueron víctimas de algún tipo de violencia intrafamiliar, tranformándose en 2023 en 41 asesinatos de mujeres y 221 femicidios frustrados.
| Aníbal Pastor N. Corresponsal en Chile.
Claros y sólidos argumentos se suman al debate en Chile sobre la necesidad de establecer por ley una educación no sexista. Dos declaraciones importantes contradicen lo dicho anteriormente por los obispos católicos y los parlamentarios de la derecha en el sentido de que esto no afecta la liubertad de enseñanaza ni el derecho de los padres en la educación de sus hijos.
Así, organizaciones ecuménicas y de iglesias cristianas, incluida expresiones católicas, emitieron una declaración pública que tiene importantes fundamentos bíblicos.
En ella, las firmantes sostienen que "la Ley Integral de Violencia de Género acoge la demanda histórica de la necesidad de promover una educación no sexista. Celebramos este artículo de la ley, pues entendemos y sostenemos que solo será posible erradicar la violencia de género que sufren las mujeres y niñas mediante una educación no sexista".
El proyecto de Ley que actualmente fue enviado al Tribunal Constitucional por parlamentarios opositores del Gobierno de Gabriel Boric, señala que "los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado deberán promover una educación no sexista y con igualdad de género y considerar en sus reglamentos internos y protocolos la promoción de la igualdad en dignidad y derechos y la prevención de la violencia de género en todas sus formas”.
MUJERES CRISTIANAS
Por ello, las mujeres cristianas declaran que "no compartimos el requerimiento emitido por algunos parlamentarios para declarar inconstitucional la cláusula sobre la educación no sexista, y tampoco la declaración de la Conferencia Episcopal sobre el tema".
Como se recordará, el pasado 23 de marzo el Comité Permanente de Episcopado chileno declaró que "siendo de toda justicia la existencia de normas que sancionen las discriminaciones arbitrarias, especialmente en el caso de la mujer, expresamos nuestra clara oposición a la introducción de una norma que imponga la promoción de una educación no sexista. Dicha expresión contradice el derecho innato de los padres a decidir, de común acuerdo con el establecimiento educacional, la forma y manera de educar en la afectividad y sexualidad a sus hijos o pupilos" (ver aquí).
Por ello, las mujeres cristianas ahora declaran públicamente que "para nosotras, la educación no sexista, de ninguna forma, es contraria al derecho preferente de los padres o a la libertad religiosa, ya que una educación que no discrimina permite educar para construir una sociedad donde todas las personas vivan plenamente en libertad y dignidad".
Argumentan además que "la discriminación y la exclusión no solo afectan nuestros principios evangélicos y universales de la fe cristiana, sino también al derecho y el principio de no discriminación de género que señalan las diferentes convenciones internacionales que ha ratificado Chile en la búsqueda de la construcción de un país más justo, donde las mujeres y niñas puedan vivir libres de todo tipo de violencia".
ACADÉMICAS
En la misma línea anterior, el Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), señaló en una declaración pública, que valora "la Ley sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia haya sido despachada el 6 de marzo pasado, luego de siete años de tramitación en el Congreso Nacional". Añadieron que "las 30 universidades que forman parte del CRUCH, desde hace años han estado comprometidas con promover la equidad de género y la erradicación de la discriminación arbitraria y la violencia contra las mujeres".
Las y los rectores de universidades, que incluye a las autoridades de universidades católicas, sostienen que "los valores ciudadanos de libertad de enseñanza y el derecho de madres y padres a definir la educación de hijas e hijos, no están en contradicción con los derechos y la dignidad de mujeres y hombres", lo que también contradice las afirmaciones de obispos católicos.
Agregan que "en realidad, la educación no sexista no promueve un enfoque único de enseñanza ni pretende imponer convicciones morales o religiosas. Por el contrario, propone un cuerpo técnico y metodológico que permite tratar a las comunidades educativas con igualdad de género y no discriminación y, al mismo tiempo, elimina brechas y estereotipos de género existentes".
Y concluyen diciendo que "para lograr lo anterior y superar la discriminación arbitraria, las inequidades, los estereotipos y las jerarquías de género, es indispensable que se asegure una educación no sexista en todos los niveles educativos. En consecuencia, estimamos imprescindible que ello quede establecido en forma explícita en la Ley sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia".
CONTEXTO
En Chile, la violencia contra las mujeres, tanto en el ámbito intrafamiliar como en espacios públicos, continúa siendo una problemática grave. Un estudio realizado por el Instituto Milenio para la Investigación de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) de la Universidad de Chile ha mostrado un incremento significativo en los casos de violencia intrafamiliar en los últimos diez años. Según datos preliminares de 2022, el 23,3% de las mujeres fue víctima de algún tipo de violencia intrafamiliar, lo que representa un aumento de 11,4 puntos porcentuales desde 2012. Este estudio indica que cerca de una de cada cuatro mujeres fue víctima de violencia intrafamiliar el año pasado.
Además de la violencia intrafamiliar, el acoso callejero es otra forma de violencia de género muy presente en Chile. Según una encuesta realizada por el Observatorio contra el Acoso Callejero de Chile (OCAC), el 85% de las mujeres afirma haber sido víctima de acoso en espacios públicos, siendo las calles, plazas, parques y medios de transporte los lugares donde más ocurren estos incidentes.
En términos mujeres muertas por la violencia de género, las cifras oficiales indican que en 2023 se cometieron 41 asesinatos de mujeres, y se registraron 221 femicidios frustrados.
A continuación, en forma completa, las respectivas declaraciones públicas:
DECLARACIÓN PÚBLICA DE ORGANIZACIONERS CRISTIANAS
La Ley Integral de Violencia de Género acoge la demanda histórica de la necesidad de promover una educación no sexista. Celebramos este artículo de la ley, pues entendemos y sostenemos que solo será posible erradicar la violencia de género que sufren las mujeres y niñas mediante una educación no sexista. La promoción de una educación no sexista viene al encuentro de los principios cristianos que profesamos basados en la Biblia pues, según Génesis 1:27, Dios creó a todas las personas “a su imagen y semejanza”. Todo ser humano ha sido creado en igualdad de dignidad, pero sabemos que la violencia de género ha dañado la dignidad dada por Dios a las mujeres y niñas.
De igual manera, el Apóstol Pablo sostiene en su carta a la comunidad de los Gálatas la igualdad de dignidad, y por ende de derechos a partir del bautismo: “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28).
La educación no sexista quiere prevenir el sexismo, que en la educación enseña diferencias de género que discriminan y excluyen. Esto niega a mujeres y niñas el igual acceso y participación en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
La discriminación y la exclusión no solo afectan nuestros principios evangélicos y universales de la fe cristiana, sino también al derecho y el principio de no discriminación de género que señalan las diferentes convenciones internacionales que ha ratificado Chile en la búsqueda de la construcción de un país más justo, donde las mujeres y niñas puedan vivir libres de todo tipo de violencia.
Así, la Convención Belem do Pará, ratificada por Chile, indica en su artículo 6: “El derecho de toda mujer a una vida libre de violencia incluye, entre otros: a el derecho de la mujer a ser libre de toda forma de discriminación”. El estado laico, desde nuestra comprensión, debe ser garante de los derechos de todas las personas, y eso incluye que la educación no sea una herramienta de discriminación por razones de sexo.
En conclusión, no compartimos el requerimiento emitido por algunos parlamentarios para declarar inconstitucional la cláusula sobre la educación no sexista, y tampoco la declaración de la Conferencia Episcopal sobre el tema. Para nosotras, la educación no sexista, de ninguna forma, es contraria al derecho preferente de los padres o a la libertad religiosa, ya que una educación que no discrimina permite educar para construir una sociedad donde todas las personas vivan plenamente en libertad y dignidad.
Santiago de Chile, 25 de marzo de 2024.
Firman:
- Asociación Educativa y de Incidencia Pública Otros Cruces
- Iglesia Evangélica Luterana en Chile
- Centro Ecuménico Diego de Medellín
- Fundación VASTI
- Mujeres Iglesia Chile
- Pastoral de la Mujer de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile
- Academia María Magdalena
- Iglesia Metodista de Chile
- Conferencia Pastoral de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile
- Cátedra de Justicia de Género y Teología de la Comunidad Teológica Evangélica de Chile
Declaración Pública de Autoridades Universitarias
El Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) valora que la Ley sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia haya sido despachada el 6 de marzo pasado, luego de siete años de tramitación en el Congreso Nacional.
Las 30 universidades que forman parte del CRUCH, desde hace años han estado comprometidas con promover la equidad de género y la erradicación de la discriminación arbitraria y la violencia contra las mujeres.
Uno de los aspectos explícitos del texto legal es la educación no sexista, como se establece en el inciso segundo del artículo 12: “Los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado deberán promover una educación no sexista y con igualdad de género y considerar en sus reglamentos internos y protocolos la promoción de la igualdad en dignidad y derechos y la prevención de la violencia de género en todas sus formas”.
En relación a una parte de este inciso, el pasado 8 de marzo un grupo de parlamentarios solicitó al Tribunal Constitucional que declare su inaplicabilidad, argumentando que la educación no sexista atenta contra el derecho preferente de madres y padres a elegir la educación de sus hijas e hijos y contra la libertad de enseñanza.
Como Consejo, manifestamos nuestro desacuerdo con esta impugnación, puesto que los valores ciudadanos de libertad de enseñanza y el derecho de madres y padres a definir la educación de hijas e hijos, no están en contradicción con los derechos y la dignidad de mujeres y hombres.
En realidad, la educación no sexista no promueve un enfoque único de enseñanza ni pretende imponer convicciones morales o religiosas. Por el contrario, propone un cuerpo técnico y metodológico que permite tratar a las comunidades educativas con igualdad de género y no discriminación y, al mismo tiempo, elimina brechas y estereotipos de género existentes.
Como CRUCH valoramos la diversidad de proyectos educativos, puesto que tal diversidad es una fortaleza del sistema. A su turno, la educación no sexista constituye un derecho humano y responde a principios compartidos por la sociedad en lo referido a la igualdad y no discriminación. Por lo tanto, en ningún caso, cumplir con principios y valores universales puede atentar contra la diversidad.
En este contexto, las universidades pertenecientes al Consejo de Rectoras y Rectores consideramos oportuno reafirmar y hacer público nuestro compromiso con la igualdad de género y de derechos para todas las personas, reconociendo su dignidad esencial, con independencia de credo, edad, clase social, cultura, género u orientación sexual, lengua y condición.
Para lograr lo anterior y superar la discriminación arbitraria, las inequidades, los estereotipos y las jerarquías de género, es indispensable que se asegure una educación no sexista en todos los niveles educativos. En consecuencia, estimamos imprescindible que ello quede establecido en forma explícita en la Ley sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.