(#UnaSolaFuerza)
Primero una mijita de ciencia. ¿Por qué semejantes lluviones? ¿Qué es eso de El Niño Costero? ¿Pero no era El Niño a secas (si se me permite el chiste malo)? Las lluvias se producen porque el mar se calienta anormalmente y muy rápido, en este caso unos diez grados, pasando de 21 a 30º C de temperatura superficial. ¿Por qué? En El Niño normal se debe a las ondas Kelvin, corrientes calientes que llegan desde Australia pero tardan de tres a cuatro meses, con lo que se pueden prevenir las lluvias y prepararse el personal; pero en El Niño Costero el agua del Pacífico se calienta debido a un fenómeno meteorológico local que tiene que ver con el debilitamiento de los vientos fríos que recorren las costas de Perú y Ecuador de sur a norte y un predominio del aire cálido ecuatorial.
Ya. Hasta ahí el rollo meteorológico. La plaza de armas de Trujillo inundada, el centro de Piura hecho un barrizal, casas totalmente anegadas con metro y medio de agua, carros llevados por las corrientes, el Amazonas en niveles críticos, volquetes hundidos en el barro, grupos de vecinos atrapados en azoteas, personas colgadas en arneses, canoas que transportan víveres por las calles de Chiclayo convertidas en piscinas, pueblos enteros arrasados, la panamericana cortada hace muchos días, puentes destruidos, cortes de luz, desabastecimiento de agua (¡!) en todo el país, apagones de la señal de telefonía y de internet, personas desaparecidas y decenas de muertos y heridos. Un desastre de proporciones gigantescas que ha asolado el Perú de horror, desconcierto y tristeza.
El reverso es igualmente elocuente: los peruanos son líderes en capacidad de movilización para hacer concreta la solidaridad y acudir en ayuda de los damnificados. La acción del gobierno junto con la totalidad de la sociedad civil es impresionante, por su amplitud y su unanimidad. La campaña #UnaSolaFuerza la capitanea el presidente, que se pasa los días en helicópteros y aviones recorriendo las zonas dañadas; ha encargado a cada ministro una región en la que coordinar de la ayuda y la prevención, con el mandato de dejar otros asuntos y dar prioridad al apoyo a las poblaciones afectadas.
Pero lo mejor es que han conseguido generar una corriente de fraternidad y unión que a todos nos hace sentir parte de un mismo país, con un destino común y un presente doloroso que exige que cada uno responda. Es una corriente más fuerte que las aguas de las riadas y los lodos de los huaycos, sostenida por el tesón de este pueblo peruano y su mejor cualidad: reinventarse a sí mismo y alzar la cabeza sonriendo a la desgracia y tarareando una marinera norteña.
César L. Caro
* Para una explicación más detallada, ver http://rpp.pe/blog/mongabay/5-preguntas-para-entender-el-fenomeno-el-nino-costero-que-golpea-peru-noticia-1038554. Y también http://unasolafuerza.pe/.