El calentamiento global, salvo excepciones que confirman la regla, no ha sido la causa directa de los incendios, aunque favorezca que crezca sin control, y los originados por rayos son también excepciones. El abandono de los montes, la falta de ganado que los mantenga limpio facilita que el fuego se extienda con más o menos rapidez, pero tampoco pone fuego. El primer responsable del incendio es el pirómano intencionado o imprudente. La pregunta es ¿por qué el pirómano pone fuego? Hay enfermos, los mínimos, que prenden fuego por el placer de ver arder. ¿A algún responsable y a los medios de comunicación se les ha ocurrido relacionar la densidad de los incendios con las campañas electorales, con los resultados de las elecciones a todos los niveles (: en algunas zonas o regiones los incendios se multiplican cuando gobierna la derecha y en otras cuando gobierna la izquierda), con el calendario agrícola (: en algunas zonas solo hay incendios cuando la recolección del cereal se ha terminado), con el odio que se profesan pueblos vecinos, con la venganza contra leyes que van contra los intereses de ciertos grupos? La falta de estudios que tengan en cuenta estas variables y otras muchas demuestra que la prioridad de los responsables no es la solución del problema sino su gestión.