Ayer publiqué un texto que era casi un plagio, en su 1ª parte: De “Diario” de Andrés Gide, escritor francés, Premio Nobel del año 1947, comunista, ateo. La 2ª parte, de “La madre de la literatura” (El País, 26/5/2013) de F. de Azúa, no sé nada de sus creencias religiosas u otras. En las diferentes redes en que se ha publicado, las reacciones han sido muchas y muy variadas. Mas del 90% de los comentarios, de las más diversas creencias, algunos agnósticos, afirman que, sin duda, la Biblia es el libro más importante para el mundo occidental. Salvo raras excepciones, todos afirman que la Biblia es indispensable para entender en profundidad la cultura y la identidad de occidente. Concretamente, García Márquez dijo y escribió, cito de memoria, más o menos de memoria: “Nadie me puede entender mi literatura profundamente si no conoce la Biblia. Un profesor de arte dice: “La mitad del Prado, y de otros museos, es incomprensible si no se conoce la Biblia”.