Joan Planellas imparte su primera bendición apostólica con indulgencia plenaria El Año Jubilar llega a Tarragona: "Es el momento de renovar las relaciones entre las personas y las comunidades"

(Flama).- "Es la primera vez que vivimos esta celebración". Con esta expresión, un grupo de jóvenes menores de 25 años definían la escena producida este pasado domingo por la noche en el Pla de la Seu de Tarragona, donde más de un millar de fieles llegaban en procesión desde la capilla de San Pablo, a 250 metros de distancia, para testimoniar el inicio del Jubileo Ordinario de la Iglesia católica. Lo hacían en una ciudad con un conjunto monumental que en 2025 también conmemorará su cuarto de siglo como Patrimonio de la Humanidad.

La ceremonia, que arrancaba con un llamamiento del arzobispo Joan Planellas desde la capilla tarraconense a vivir la esperanza del catolicismo durante los próximos doce meses, llenaba a rebosar tanto El Seminario Centro Tarraconense como el templo catedralicio de clérigos, seminaristas, laicos, laicas y una nutrida representación de entidades y organizaciones de la archidiócesis. En ella, además, también estaban presentes una treintena de Servidoras del Señor y de la Virgen de Matarà, una de las diecisiete órdenes femeninas en Tarragona.

"Es un tiempo de gracia especial que nos derrama el Señor"

Entre estas religiosas, se encontraba la hermana, de origen argentino, María de la Coronación de Jesús, que subrayaba mientras se dirigía a la catedral la importancia de aprovechar este tiempo de gracia que Jesús derrama en el espíritu de todos los católicos "para abrir los corazones y recibirlo". Aunque todavía no había decidido cuáles serán las actividades temáticas que visitará en Roma con motivo de este Año Santo, ponía de relieve su satisfacción de ver cómo el papa Francisco se convertía, el pasado mes de mayo, en el primer pontífice nacido en su tierra que hacía pública una bula de convocatoria como la que marcará el nuevo Jubileo.

En cambio, una de las personas que espera vivir con mayor intensidad esta celebración jubilar es el teólogo y biblista Armand Puig, actualmente presidente del AVEPRO. Consciente de que “en un momento de incertidumbres y dificultades como las que hay en el mundo lo que más conviene es la luz de la esperanza“, este presbítero incardinado en Tarragona señalaba en el marco de este pistoletazo de salida jubilar que “los cristianos tenemos el deber de proponer esta virtud teologal como el gran don que Dios ha concedido a toda la humanidad“.

"¿Qué sentido tiene presentarnos como personas divididas y enfrentadas?"

Tras presidir la eucaristía e impartir la bendición apostólica con indulgencia plenaria a todos los fieles que llenaban los bancos de la catedral tarraconense, el arzobispo Planellas se refería en su homilía a la conversión que vivirán durante este Año Jubilar las puertas de cinco iglesias, una por cada arciprestazgo tarraconense: “Estos cinco templos, contando esta sede catedralicia, son a los que se podrá peregrinar desde los lugares de comodidad y donde se tendrán puertas de esperanza para que los fieles arrepentidos de sus pecados obtengan indulgencia plenaria en forma de sufragio”, manifestó, recordando el decreto publicado este mes de diciembre.

Tras manifestar que "el Jubileo nos ayudará a recordar que la irrupción del Reino no es posible sin la renovación de las relaciones comunitarias", el prelado dedicaba su intervención a presentar su cuarta exhortación pastoral, titulada "La fraternidad, faro de esperanza” y repartida al terminar la celebración entre los asistentes. Y, como se expone en este documento, invitaba finalmente a “profundizar el misterio de comunión trinitaria que nos convoca como pueblo santo de Dios y que nos convierte en hogar de fraternidad”. “¿Qué sentido tendría en este mundo nuestro, a veces invadido por el desánimo de la deshumanización, de los conflictos armados y de las tensiones fratricidas, presentarnos divididos y enfrentados?”, concluía Planellas.