"No es verdad cuando se dice que los cementerios y su gestión son y siguen siendo de las parroquias" Cementerios parroquiales de Cádiz: las mentiras tienen las patas cortas
"Al cementerio de Paterna le siguió el cementerio parroquial de Benalup, aprovechando el cambio de párroco, actualmente gestionado por Santa Marta Servicios de Administración SL, creada en la Diócesis en 2019 para la gestión y administración de los cementerios y columbarios"
"Sólo queda uno, el cementerio parroquial de Santa Catalina de Conil de la Frontera, actualmente aún en manos directas de la Parroquia"
"Se enfatiza que 'son trabajos o campos muy alejados de la labor que debe realizar un sacerdote', y curiosamente se nombra a un sacerdote como gestor, Don Antonio Diufain, sacerdote y párroco en la capital"
"Se lanza que 'no son ningún negocio', la realidad es que desde que ha asumido la gestión dicho sacerdote, se ha actualizado dos veces los precios de los diversos servicios"
"Se enfatiza que 'son trabajos o campos muy alejados de la labor que debe realizar un sacerdote', y curiosamente se nombra a un sacerdote como gestor, Don Antonio Diufain, sacerdote y párroco en la capital"
"Se lanza que 'no son ningún negocio', la realidad es que desde que ha asumido la gestión dicho sacerdote, se ha actualizado dos veces los precios de los diversos servicios"
| Nicolás Fernández Muñoz
Hace unos días nos informaba un periodista del Diario de Cádiz acerca de los cementerios parroquiales, con ese calificativo de “rara avis”. Y no sólo llama la atención por la detallada información, históricamente justificada, sino por lo minuciosamente retocada, blanqueada y revestida de un dulzor casi “pasteloso”, como si de un Photoshop o retoque facial se tratase, que hace que nada tenga que ver con la triste realidad en la que se encuentran los mismos.
Los que conocemos la historia reciente de los distintos cementerios parroquiales, desde que el P. Antonio Diufaín, primero nombrado y más tarde cesado como ecónomo diocesano, pusiera su mirada sobre ellos, sabemos que hoy, sólo uno sigue gestionado directamente por la Parroquia. El resto de los 7 cementerios han sufrido diversos avatares.
Primero fue el cementerio parroquial de Paterna, actualmente en manos del Ayuntamiento de la localidad por un convenio firmado con la Parroquia de Ntra. Sra de la Inhiesta en el 2015, y, según señalaba uno de los comentarios de la noticia, a cambio de una prestación económica durante varios años.
Le siguió el cementerio parroquial de Benalup, aprovechando el cambio de párroco, actualmente gestionado por Santa Marta Servicios de Administración SL, creada en la Diócesis en 2019 para la gestión y administración de los cementerios y columbarios, a cambio de una dotación económica a la Parroquia de la que actualmente no recibe nada.
El cementerio parroquial de Facinas, que fue cedido a la Entidad Local Autónoma (E.L.A.) dependiente de Tarifa, por medio de un convenio aprovechando también el cambio de párroco.
Poco después, el cementerio parroquial de Vejer de la Frontera pasó a ser gestionado por la Santa Marta Servicios de Administración SL, a cambio de una prestación económica a la Parroquia, aprovechando el cambio de párroco, (según las informaciones que han ido llegando tampoco recibe nada la Parroquia actualmente).
El cementerio parroquial de Zahara de los Atunes parece que va a ser cedido también a la E.L.A., dependiente de Barbate, aprovechando la llegada del nuevo párroco. Y el cementerio parroquial de Barbate, ha pasado a manos de la Fundación diocesana desde este verano, aunque se aprovechó el cambio de párroco de hace un año para iniciar este proceso, que a finales de verano ha salido a la luz.
Por tanto, sólo queda uno, el cementerio parroquial de Santa Catalina de Conil de la Frontera, actualmente aún en manos directas de la Parroquia.
Por tanto, no se dice la verdad cuando:
• se indica que la cesión o traspaso de la titularidad se realizó sin ninguna contraprestación a cambio. Ver el caso de Paterna.
• se dice que los cementerios y su gestión son y siguen siendo de las parroquias. La realidad es que sólo queda una hoy en día. Veremos lo que tarda.
• se señala que la titularidad y propiedad sigue siendo de la parroquia, aunque esto solo se traduce en papeles. No realidad es que no han podido quedarse con ellos porque la personalidad jurídica era distinta a la de la Diócesis.
• se dice que la renovación del clero ha motivado esa llamada de ayuda para la gestión de los cementerios, cuando realmente ha sido una imposición, una más de las muchas.
• se habla que “Atendemos aquellos cementerios parroquiales que nos lo solicitan; si no nos demandan esa ayuda, no entramos para nada”. Lo cierto es que han entrado en todos, menos en uno, aunque lo han intentado por activa y por pasiva.
• se grita que viendo que la llamada de ayuda ha sido repetida estos últimos años, en el Obispado se decidió nombrar a un mismo gestor para todos esos cementerios que lo han solicitado. Sólo uno pidió ayuda.
• se enfatiza que “son trabajos o campos muy alejados de la labor que debe realizar un sacerdote”, y curiosamente se nombra a un sacerdote como gestor, Don Antonio Diufain, sacerdote y párroco en la capital. Él es quien coordina Santa Marta Servicios de Administración SL.
• se sentencia que esta realidad de los cementerios parroquiales “es una figura cada vez más reducida” por la complicación, que además va en aumento, de atender este tipo de equipamientos “que tienen un alto coste de mantenimiento”. Se deja la puerta abierta para que ciertos Ayuntamientos se hagan cargo, sobre todo los más alejados y remotos (Facinas, Zahara…) que por su volumen de gastos e ingresos no interesa mantener desde el Obispado.
• se lanza que “no son ningún negocio” la realidad es que desde que ha asumido la gestión dicho sacerdote, se ha actualizado dos veces los precios de los diversos servicios.
• se repite que se está procediendo a una paulatina mejora de los cementerios realizando obras de conservación y algunas reformas. Parece como si los anteriores responsables de los mismos no hicieron nada por ellos. Y los que hemos conocido a los sacerdotes que estaban al frente de los mismos sabemos que eso no se corresponde con la realidad que el artículo intenta transmitir.
• No se ha actuado con transparencia al hacerse cargo de dichos cementerios aprovechando los cambios de los titulares en las respectivas parroquias. De la noche a la mañana le fueron quitada la gestión de los cementerios a los párrocos.
Lo penoso es que el artículo periodístico, lejos de dar una información clara y verdadera, es una forma más de intentar mejorar la imagen de una etapa episcopal muy oscura, falta de transparencia y verdad, que llega pronto a su fin. No parece que sean importantes las personas, ni vivas ni muertas, solo aparece el rostro del poderoso caballero por todos lados.
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