Frente a los "grupos sectarios" e "ideologías mundanas" que van en su contra Cobo: "Ofrecemos nuestra inquebrantable comunión con el Papa Francisco"
En este «momento especial de la historia», con «voces de oposición al primado de Pedro» que esconden, ha manifestado, la oposición al Concilio Vaticano II o una «dogmatización» de gusto personal por encima de la comunión, con cuestionamientos del Magisterio del Papa, se pueden dar «ideologías mundanas» o «grupos sectarios» que, «separándonos del Cuerpo nos separaran de Cristo, la Cabeza de la Iglesia»
"La comunión con el Papa marca la diferencia entre la pluralidad y la dispersión, entre la unidad y la ruptura"
| Infomadrid: B. A.. Fotos: Josele Martin
La catedral de la Almudena ha acogido este domingo, 23 de junio, la celebración de la cátedra de San Pedro. Un día después de la ordenación diaconal de 13 jóvenes seminaristas, el templo volvía a abrir sus puertas para proclamar la comunión con Pedro, en este siglo XXI el Papa Francisco, y afirmar su primado.
Junto al cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, que presidía la celebración, se han unido a la celebración el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, los cardenales Antonio María Rouco Varela y Carlos Osoro, arzobispos eméritos de Madrid, y los obispos auxiliares electos José Antonio Álvarez y Víctor Martín.
Asimismo han concelebrado el deán de la catedral, Jorge Ávila, vicarios episcopales y sacerdotes.Por parte de las autoridades civiles estaban presentes la directora general del Servicio Exterior del ministerio de Asuntos Exteriores, Hilda Jiménez; el concejal del distrito Centro del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Segura, y miembros del cuerpo diplomático.
«Nos reunimos en este domingo también para celebrar y rezar por las intenciones del Papa, y dar gracias por su ministerio en la vida de la Iglesia», ha indicado el cardenal Cobo al comenzar la Eucaristía.
Ya en la homilía, se ha referido a un mosaico del atrio de la basílica de San Pedro, en Roma, que a él le gusta especialmente. Se trata de La Navicella, de Giotto, que representa la nave de la Iglesia en plena tempestad, con Pedro mirando fijamente a Jesus. «Es una preciosa imagen dela Iglesia salvada por Cristo, que evidencia el primado de Pedro». Ante el nuncio de Su Santidad, ha asegurado que «nosotros no queremos estar en otras barcas más cómodas y personalizadas, sino en la barca de la Iglesia»
.Así, «queremos poner nuestra mirada en Jesús y, por Él, en Pedro», que no es él quien calma las aguas en la tormenta (aludiendo al Evangelio proclamado este domingo, que refería la tempestad calmada de Jesús), sino Jesús, «pero Jesús se sirve de Pedro».
Ha animado el arzobispo de Madrid a no tener miedoporque, como decía el Papa Benedicto XVI, «la barca es del Señor y no la dejará hundirse».
El Papa al timón
El cardenal Cobo ha afirmado con rotundidad que «sin Pedro al timón, esta barca no sería la Iglesia». Por eso, ha dicho, «la comunión con el Papa marca la diferencia entre la pluralidad y la dispersión, entre la unidad y la ruptura».«Cuanto más vivimos la comunión afectiva y efectiva con el Sucesor de Pedro, más viviremos la comunión afectiva y efectiva con toda la Iglesia», ha señalado, continuando con su homilía.
En este «momento especial de la historia», con «voces de oposición al primado de Pedro» que esconden, ha manifestado, la oposición al Concilio Vaticano II o una «dogmatización» de gusto personal por encima de la comunión, con cuestionamientos del Magisterio del Papa, se pueden dar «ideologías mundanas» o «grupos sectarios» que, «separándonos del Cuerpo nos separaran de Cristo, la Cabeza de la Iglesia».
Por eso, «mirar hoy a Pedro es un acto interior de fidelidad y de honda fe católica». «Sin Pedro nos perderíamos». Y ha asegurado que, desde la Iglesia que camina en Madrid, «ofrecemos nuestra inquebrantable comunión» con el Papa.
Al concluir la celebración, monseñor Bernardito Auza ha trasladado a los presentes en la catedral y a sus familiares la bendición apostólica del Papa Francisco. «La presencia cristiana de cada uno de ustedes manifiesta la veneración a Su Santidad», ha dicho. El nuncio se ha despedido con unas palabras que subraya el Papa: «Solos nos somos capaces de mantenernos a flote; necesitamos a Jesús».
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