"La fe católica no es un invento de antesdeayer", subraya el obispo de Córdoba Demetrio Fernández advierte, en el día de Santiago, de la "desintegración de la unidad de España"
"Tener un apóstol como patrono significa tener un intercesor en el cielo de especial rango, al que pedimos continuamente que la fe cristiana se mantenga y crezca en los territorios españoles, ya no sólo de nuestra patria, sino también de los pueblos de Hispanoamérica que lo veneran especialmente"
"Que la fiesta del apóstol Santiago afiance nuestra fe y nos renueve en el impulso evangelizador para hacer presente hoy en nuestro mundo la novedad de Jesucristo"
| RD/Agencias
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, alerta en su habitual carta semanal, dedicada en este caso al apostol Santiago como patrono de España, «un referente y aglutinante de la fe católica», que «la desintegración de la unidad de España, o mejor, la unidad de España entendida de otra manera, no debe mermar este patrocinio sobre las comunidades cristianas en España».
En la misiva, difundida coincidiendo con la festividad de Santiago que se celebre este 25 de julio, Fernández asegura que en esta fecha «estamos llamados a reconocer este patrocinio sobre la Iglesia que camina en España» porque la figura de Santiago «nos aporta la apostolicidad de la Iglesia, las raíces apostólicas de la Iglesia, una de sus notas esenciales que confesamos en el Credo».
A su juicio, «tener un apóstol como patrono significa tener un intercesor en el cielo de especial rango, al que pedimos continuamente que la fe cristiana se mantenga y crezca en los territorios españoles, ya no sólo de nuestra patria, sino también de los pueblos de Hispanoamérica que lo veneran especialmente».
En este sentido, Fernández señala que «la tarea de la nueva evangelización en el mundo occidental debe contar con estas mediaciones, con la intercesión del apóstol Santiago, en la difusión de la fe católica en nuestras comunidades, que han de transformar el mundo en el que vivimos».
«La frescura del mensaje evangélico que el apóstol Santiago nos ha transmitido viene reforzado por su martirio, el supremo testimonio de amor a Cristo, rubricado con su sangre. Y viene acompañado por la presencia de la Virgen María, nuestra madre, que garantiza la pureza del evangelio y abre los corazones al evangelio de su Hijo Jesús», añade antes de concluir pidiendo que «la fiesta del apóstol Santiago afiance nuestra fe y nos renueve en el impulso evangelizador para hacer presente hoy en nuestro mundo la novedad de Jesucristo».