(Archimadrid).- Este miércoles, 7 de agosto, la Iglesia conmemora la festividad litúrgica de san Cayetano de Thiene, presbítero italiano fundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos Clérigos Regulares Teatinos.
El centro de Madridvivirá en esta jornada una de sus fiestas más tradicionales y populares en torno al conocido como santo de la Providencia y patrono del pan y del trabajo. Y es que, a pesar de celebrarse en pleno periodo vacacional, las calles del céntrico barrio en el que está enclavada la parroquia de San Millán y San Cayetano se llenan de fieles y devotos que acuden a venerar al santo, presentarle sus cuitas y, si es posible, recoger una de las flores que adornan su carroza y que se reparten al término de los cultos.
Óscar Sánchez es coordinador del grupo de san Cayetano en San Millán y San Cayetano, y miembro del consejo pastoral: «Uno de los patronos de nuestra parroquia es san Cayetano de Thiene. A este santo se le conoce como el patrón del trabajo, el pan y la Providencia. Y, junto con san Lorenzo y La Paloma, es una de las fiestas más importantes que se celebran en verano en Madrid». «De hecho es tanta la devoción que durante la pandemia, como no pudo salir, estuvo expuesto en el atrio para la veneración popular».
Pan y trabajo
«San Cayetano era conocido por ayudar a los pobres y enfermos por donde pasaba. Por eso, como su cuidador y defensor, los fieles y devotos le piden por el pan y el trabajo». Una devoción, confiesa, que se mantiene en la capital de España desde mucho tiempo: «La tradición de celebrarlo en Madrid viene del siglo XVII, que es cuando se construyó la iglesia en su honor», apunta.
«Las celebraciones en torno a san Cayetano no se reducen a su festividad litúrgica. Como grupo, realizamos durante el año varias Misas de acción de gracias al santo, además de la propia de su fiesta, y de las que se hacen durante el triduo de preparación a la misma». Y, aunque durante todo el año hay un continuo goteo de gente que acude al templo a orar ante la imagen del santo, en su camarín, reconoce que «en los últimos tiempos sí que estamos notando una mayor afluencia, sobre todo el día de su fiesta, debido a los problemas del paro, que son cada vez mayores y más acuciantes. Y también vienen muchos feligreses a la iglesia que le piden salud para ellos y sus familiares».
«En el templo tenemos dos imágenes de san Cayetano. Una es la que está en su camarín, que la disfrutamos siempre: es la que vemos los feligreses cuando vamos a rezar, y le besamos los pies. Esta imagen representa la que trajeron los Teatinos al construir el templo, en el año 1670, y fue venerada hasta su destrucción, en 1936. La actual es una réplica que se realizó al reconstruir el templo. La otra imagen que conservamos es la que sacamos en la procesión. Esta se hizo después de la guerra y, como es tan grande, solo la vemos el día de la fiesta, en su carroza, para la procesión».
«En el cortejo procesional con la imagen del santo nunca falta el acompañamiento de las autoridades municipales, la Policía municipal a caballo y la Guardia de Honor. Además, como símbolo de la fiesta popular, también desfilan los personajes madrileños elegidos: la Casta, la Susana, don Hilarión, el Julián…, y las agrupaciones de castizos. Durante el recorrido realizamos varias paradas, en las que los feligreses realizan ofrendas de flores y oraciones al santo».
"Dice la tradición popular centenaria que a quien reza el día de su fiesta, roba una flor de su carroza y le acompaña en la procesión, el santo oye su petición"
«Dice la tradición popular centenaria que a quien reza el día de su fiesta, roba una flor de su carroza y le acompaña en la procesión, el santo oye su petición. Y eso la gente lo cumple al pie de la letra. Al menos, lo de las flores. Porque cuando volvemos a la parroquia, la carroza ya no conserva ningún tipo de arreglo floral. Imagínate la devoción que hay por san Cayetano».
«Cuando termina la procesión, los feligreses, sobre todo las personas mayores, hacen cola en la parroquia para venerar al santo, y recibir una flor. Y es que cada año se reparten más de 1500 flores en cada celebración, en total unas 3000 unidades al final del día», concluye.