El arzobispo de Burgos toma posesión en una ceremonia marcada por la polémica de los aforos Mario Iceta: "En la Iglesia, recibir un ministerio no es subir, es abajarse al servicio"
El nuevo prelado recordó "a las familias, los parados, los que están en ERTE, los que tienen sus negocios cerrados y ven que no llegan a fin de mes, a los empresarios, autónomos... Dios quiera que pronto salgamos de esta situación. Saldremos con alegría"
Tras agradecer la asistencia de todos, bromeó con las palabras de Fidel 'Os ha tocado un regalo'. "Guardad el ticket, por si acaso. Para mí sí que es un gran regalo"
"La pandemia nos ha revelado nuestra fragilidad, la de la humanidad entera, que aguarda la esperanza que nos trae el hijo de Dios", explicó. "Haya o no comidas de Navidad, esperamos algo mucho más grande. Te esperamos, Señor, a ti"
"La pandemia nos ha revelado nuestra fragilidad, la de la humanidad entera, que aguarda la esperanza que nos trae el hijo de Dios", explicó. "Haya o no comidas de Navidad, esperamos algo mucho más grande. Te esperamos, Señor, a ti"
Mario Iceta ya es arzobispo de Burgos. El nuevo prelado tomó posesión de la sede esta mañana, en una intensa ceremonia no exenta de polémica al superarse el aforo permitido por la Junta de Castilla y León que, no obstante, dio un permiso especial para su celebración. 250 personas se congregaron, cumpliendo las normas de distanciamiento e higiene, entre ellos representantes de todas las fuerzas políticas.
Hubo un conato de protesta por parte de quienes no entienden por qué en Burgos, la capital de provincia con mayor incidencia de Covid-19, con más de mil positivos por cada 100.000 habitantes, se suspende la actividad de bares, restaurantes, centros comerciales, casas de apuestas, bibliotecas, museos, archivos, salas cine y teatros, entre otros, pero se permite una ceremonia de este tipo. Pero no llegó la sangre al río.
Una veintena de prelados acompañaron a Iceta a su entrada a la catedral burgalesa, que está celebrando sus 800 años de historia. Presidió la ceremonia el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, acompañado por el Nuncio Auza, quien como representante papal fue el encargado de entregar el báculo al nuevo arzobispo de Burgos. Antes, Fidel Herráez hizo una emotiva despedida y presentación de la diócesis a su sucesor.
Todos los obispos llevaban la preceptiva mascarilla, excepto en los momentos en los que debían intervenir. Así lo hicieron Herráez y Aúza, y también Mario Iceta, a quien se veia especialmente emocionado. Su primera homilía como arzobispo de Burgos fue 'sin papeles' (sólo con unos breves apuntes en un folio), como pretende que sea el pontificado de uno de los hombres llamados a liderar la Iglesia española en los próximos años.
Arrancó confesando haberse encomendado al santo Cristo de Burgos, como muchos otros a lo largo de las pandemias de los últimos siglos. "Señor, sabes que te quiero", le dijo. Tras agradecer la asistencia de todos, bromeó con las palabras de Fidel 'Os ha tocado un regalo'. "Guardad el ticket, por si acaso. Para mí sí que es un gran regalo".
Ayudar a los que están sufriendo
Iceta tuvo palabras para Ricardo Blázquez, "el hijo emancipado que usted decía", y para Fidel Herráez, "hermano mayor", a quien agradeció todo el trabajo llevado a cabo en los últimos cinco años. Así, invitó a "trabajar todos juntos para el bien común, para ayudar a los que están sufriendo la dureza de esta crisis social y económica"
"En la Iglesia recibir un ministerio no es subir, es abajarse al servicio", explicó, recordando "a las familias, los parados, los que están en ERTE, los que tienen sus negocios cerrados y ven que no llegan a fin de mes, a los empresarios, autónomos... Dios quiera que pronto salgamos de esta situación. Saldremos con alegría".
"Cómo no recordar a los fallecidos por el Covid, a los enfermos, a las personas mayores, a las familias, a quienes les cuidan, a tantos profesionales que nos han cuidado", añadió el nuevo prelado, quien también recordó a la vida contemplativa, "los confinados por amor". Y, también, a los misioneros.
"¿Qué me cabe esperar? ¿Qué puedo esperar? ¿A quién puedo esperar?", preguntó. En Adviento, "viene la esperanza, que nunca claudica", tanto en la Iglesia como en la sociedad, con la tan ansiada vacuna.
Jesús "creó una sociedad nueva, una humanidad de la entrega, del servicio, de la misericordia, del perdón. De ahí nace el pueblo nuevo, la tierra de los vivientes. Ponernos de rodillas a lavar los pies. Que nunca se nos caigan los anillos por servir, ni nos avergoncemos de que nos laven los pies. Necesitamos que nos laven los pies"
Cuidarnos los unos de los otros
"La pandemia nos ha revelado nuestra fragilidad, la de la humanidad entera, que aguarda la esperanza que nos trae el hijo de Dios", explicó. "Haya o no comidas de Navidad, esperamos algo mucho más grande. Te esperamos, Señor, a ti".
"Necesitamos que nos laven los pies, si no, qué solos vamos a estar", subrayó el nuevo prelado, quien añadió que "Dios nos ha puesto en esta tierra para cuidarnos los unos de los otros". Jesús "creó una sociedad nueva, una humanidad de la entrega, del servicio, de la misericordia, del perdón. De ahí nace el pueblo nuevo, la tierra de los vivientes. Ponernos de rodillas a lavar los pies. Que nunca se nos caigan los anillos por servir, ni nos avergoncemos de que nos laven los pies. Necesitamos que nos laven los pies".
"Queremos ser uno de vosotros", finalizó, dirigiéndose a los pobres, y anunciando que "me entrego a esta diócesis con todo el corazón y con toda el alma".
Así es la bula de nombramiento del nuevo arzobispo https://t.co/eVz8FdPSqp
— Diócesis de Burgos (@archiburgos) December 5, 2020