El arzobispo compostelano presidió las celebraciones del Corpus Christi en Santiago y en A Coruña Monseñor Prieto : "Seamos Eucaristía en nuestra vida cristiana, pan partido para la vida del prójimo"

Monseñor Francisco Prieto en la catedral de Santiagp
Monseñor Francisco Prieto en la catedral de Santiagp

El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Prieto, presidió este domingo las celebraciones del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, el popular Corpus Christi, en A Coruña y en Compostela

En su homilía, señaló: "esta solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo es la fiesta del Pan de Vida, es la fiesta del Pan partido y compartido para la vida del mundo"

Monseñor Francisco Prieto invitó a comprometerse con los más necesitados en una celebración que coincide, además, con el Día de la Caridad, en esta ocasión con el lema 'Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza'

"La caridad no puede ser meramente paliativa o asistencial, debe ser preventiva, curativa y propositiva. Se trata de acompañar, abrir puertas, ofrecer posibilidades que permitan vivir con justicia y dignidad", puntualizó

(Archicompostela).- El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Prieto, presidió este domingo las celebraciones del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, el popular Corpus Christi, en A Coruña y en Compostela. En su homilía, el arzobispo compostelano señaló que “esta solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo es la fiesta del Pan de Vida, es la fiesta del Pan partido y compartido para la vida del mundo”. Y añadió: “En este domingo damos gracias por el don de la Eucaristía, Pan para el camino y promesa de Resurrección”.

Es también el Día de la Caridad, en esta ocasión con el lema “Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza”. Mons. Francisco Prieto invitó a comprometerse con los más necesitados: “no podemos ser meros espectadores de estos momentos de crisis acumuladas, sino agentes de una esperanza que sana las heridas de tantas injusticias, necesidades y carencias, testigos de una caridad creativa que denuncia y anuncia, que acompaña y promueve abriendo oportunidades y nuevas puertas a una vida más digna y justa”.

En este sentido, el prelado compostelano indicó que la caridad no puede ser meramente paliativa o asistencial, sino que debe ser preventiva, curativa y propositiva, es decir, se trata de acompañar, abrir puertas, ofrecer posibilidades que permitan vivir con justicia y dignidad.

Mons. Prieto expresó su agradecimiento a todos los diocesanos y en especial a todos los que desde Cáritas y otras instituciones eclesiales y cristianas son el rostro samaritano de la Iglesia: “¡Gracias a tantas personas voluntarias, trabajadores y agentes comprometidos en la acción sociocaritativa!”

Mons. Prieto terminaba su homilía con estas palabras: “Que la comunión de Cristo Eucaristía, Pan para la vida del mundo, haga de nuestras vidas creyentes un verdadero pan que se comparte con aquellos que siendo los últimos son los primeros para Dios, con aquellos que tantas veces olvidados por nuestra indiferencia siempre permanecen en el corazón misericordioso del Padre”.

En A Coruña, el arzobispo presidió la Eucaristía en la Iglesia de San Jorge a las 11:30. A continuación, se desarrolló la tradicional procesión con el Santísimo hasta la Colegiata y posterior bendición.

Ya por la tarde y en Santiago, D. Francisco presidió la Eucaristía en la Catedral compostelana, que comenzó a las 19:30hs. Una vez finalizada la celebración comenzó la solemne procesión eucarística con el Santísimo colocado en la custodia monumental, portada en un carro engalanado, realizada en el siglo XVI por Antonio de Arfe. Desde el punto de vista histórico-artístico es una oportunidad única de contemplar el arte de este taller de orfebrería, ya que la custodia de la Basílica compostelana es una de las mejores piezas de su tipo de toda la Península Ibérica.

Se trata de una custodia monumental, destinada a exponer el Santísimo Sacramento, que fue encargada por el Cabildo compostelano en 1539, en tiempos del arzobispo Fonseca, al taller vallisoletano de los hermanos Juan y Antonio Arfe, artífices de otras custodias monumentales, entre las que destaca la de la catedral de Toledo. Los estudiosos opinan que la pieza compostelana sirvió de modelo para posteriores diseños. La procesión discurrió por las rúas Nova y do Vilar, para llegar hasta la plaza de Praterías, donde se impartió la bendición con el Santísimo.

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