El cardenal de Barcelona preside la ordenación episcopal del nuevo obispo de Teruel y Albarracín Omella pide a Satué "crear comunión" en mitad de "una sociedad que está crispada y dividida"
"Nuestra sociedad está crispada y dividida. Le cuesta vivir la unión la comunión, y el obispo está puesto en medio del pueblo, en medio del presbiterio, en medio de la comunidad cristiana, para propiciar la comunión", recordó el cardenal de Barcelona
"¡No lo olvides, el corazón del pastor debe estar repleto de misericordia y solidaridad! Que el diablo no te lleve a engaño y te haga creer que eres superior a los demás. Eres un hermano entre hermanos, necesitado también de perdón y de misericordia"
El primer saludo de Satué a los fieles de Teruel estuvo "empapado de gratitud" y el deseo de tener "fortaleza, sabiduría y amor, para ser el buen pastor que Él desea y vosotros queréis"
"Caminando todos juntos, los jóvenes y los adultos, los niños y los mayores, tenemos el reto apasionante de vivir y transmitir la alegría de creer en Dios, de acoger y celebrar su amor; la alegría de vivir la fe en fraternidad, en Iglesia; la alegría de practicar la solidaridad y de abrazar la cruz por amor a los que sufren; haciendo nuestros, en cada acción catequética, celebrativa o caritativa-social, los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de cuantos sufren"
Junto a Omella, presidieron el cardenal Stella y el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano. El Nuncio, Blázquez, Gómez Cantero, Lorca Planes, Argüello y una veintena de obispos concelebraron, así como medio centenar de sacerdotes
El primer saludo de Satué a los fieles de Teruel estuvo "empapado de gratitud" y el deseo de tener "fortaleza, sabiduría y amor, para ser el buen pastor que Él desea y vosotros queréis"
"Caminando todos juntos, los jóvenes y los adultos, los niños y los mayores, tenemos el reto apasionante de vivir y transmitir la alegría de creer en Dios, de acoger y celebrar su amor; la alegría de vivir la fe en fraternidad, en Iglesia; la alegría de practicar la solidaridad y de abrazar la cruz por amor a los que sufren; haciendo nuestros, en cada acción catequética, celebrativa o caritativa-social, los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de cuantos sufren"
Junto a Omella, presidieron el cardenal Stella y el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano. El Nuncio, Blázquez, Gómez Cantero, Lorca Planes, Argüello y una veintena de obispos concelebraron, así como medio centenar de sacerdotes
Junto a Omella, presidieron el cardenal Stella y el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano. El Nuncio, Blázquez, Gómez Cantero, Lorca Planes, Argüello y una veintena de obispos concelebraron, así como medio centenar de sacerdotes
| Jesús Bastante , catedral de Teruel
"Como tú y contigo". Ese es el lema episcopal de José Antonio Satué, desde este mediodía obispo de Teruel y Albarracín. Bajo el cielo estrellado de la 'Capilla Sixtina' del mudéjar, que corona la catedral de Santa María de Mediavilla, y acompañado por decenas de feligreses (el templo se abrió hasta llenar el aforo, 495 personas, con pocos sitios reservados y sin invitaciones), el prelado hizo un llamamiento a trabajar "caminando todos juntos". "Este obispo os fallará tarde o temprano, pero Dios nunca defrauda", prometió.
La Ciudad de los Amantes comienza a despertar de la pesadilla del coronavirus, que ha afectado a una población envejecida y con pocos recursos sanitarios (el nuevo hospital sigue en obras, y el Obispo Polanco sigue saturado, con falta de profesionales), y este sábado está inmersa en olor a jamón. Este fin de semana es la Feria del Jamón de Teruel, y los obispos presentes en la ceremonia (una veintena) pudieron saborear su aroma durante su procesión de entrada a la catedral, una joya desconocida del siglo XIII.
Presidieron la Eucaristía el cardenal de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella; el ex prefecto del Clero (dicasterio para el que trabajó Satué desde 2015 a la actualidad), el cardenal Stella; el Nuncio Bernardito Auza; y el el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano. Junto a ellos, el último obispo de Teruel, y actual coadjutor de Almería, Antonio Gómez Cantero, a quien recuerdan con cariño en estas tierras; el cardenal Blázquez o el obispo auxiliar de Valladolid y portavoz de la CEE, Luis Argüello. No se echó en falta la presencia de Jesús Sanz, arzobispo de Oviedo y, en su día, quien trató de defenestrar a quien hoy es obispo.
Vivir la comunión, sin tirar la toalla
Sí estuvieron Omella y Stella, quienes quisieron premiar la fidelidad y el buen hacer del nuevo prelado con su presencia en el acto.
Especialmente Omella, quien en su homilía recordó a Satué que la tarea principal del obispo, "aunque dura de llevar, es crear comunión", sobre todo en el momento actual. "Nuestra sociedad está crispada y dividida. Le cuesta vivir la unión la comunión, y el obispo está puesto en medio del pueblo, en medio del presbiterio, en medio de la comunidad cristiana, para propiciar la comunión".
"Y eso cuesta", admitió el presidente de la CEE. "Y eso lleva, a veces, a tener ganas de tirar la toalla porque los frutos son eximios. Pero la tarea principal del obispo es vivir y fomentar la espiritualidad de la comunión porque sin comunión no hay verdadera evangelización".
Por eso, instó al nuevo obispo a "ayudar al pueblo de Dios a encontrar la alegría en la fe, y a aprender el arte del discernimiento espiritual; a acoger el bien y a rechazar el mal, a convertirse cada vez más, en virtud de la esperanza que nace de la fe, en personas que, unidas al Dios del Amor, viven en profunda comunión con sus hermanos y hermanas".
Un ángel, un mensajero de Dios para el pueblo
"¡No lo olvides, el corazón del pastor debe estar repleto de misericordia y solidaridad! Que el diablo no te lleve a engaño y te haga creer que eres superior a los demás. Eres un hermano entre hermanos, necesitado también de perdón y de misericordia", sostuvo el purpurado, quien invitó a Satué a "rezar mucho por el pueblo".
"El obispo debe ser un hombre que interceda por la gente ante Dios. Cuanto más lo haga, más comprenderá también que las personas que le han sido confiadas y podrá convertirse en un ángel para ellas, en un mensajero de Dios, que les ayude a encontrar el sentido de sus vidas y les abra la puerta al encuentro con Dios".
"El Señor quiere que proclames la palabra de Dios, no la tuya"
"El Señor quiere que proclames la palabra de Dios, no la tuya, no la palabra que puede contentar a los oyentes", recalcó el purpurado, en una homilía en la que se notó la cercanía, y el cariño, del presidente de la CEE con el nuevo prelado, y que en ocasiones desató la sonrisa de los presentes. Ha aprendido bien Omella aquella lección del Papa Francisco, de homilías cortas, cercanas y con ejemplos que entienda el santo pueblo de Dios.
Colaborador sincero para luchar contra la pobreza
Por su parte, el nuevo obispo quiso tener un primer pensamiento para un sacerdote turolense "que está luchando con todas sus fuerzas contra la Covid-19" y por los enfermos, por sus familias y cuidadores, por los que ha muerto a causa de la pandemia y por el personal sanitario, que tanto empeño y profesionalidad viene derrochando, sobre todo durante este largo calvario que venimos sufriendo".
Ante las autoridades, se mostró dispuesto a ser "un colaborador sincero, para promover el bien de las gentes que viven en esta hermosa tierra, particularmente de los desfavorecidos". Su primer saludo a los fieles de Teruel estuvo "empapado de gratitud" y el deseo de tener "fortaleza, sabiduría y amor, para ser el buen pastor que Él desea y vosotros queréis".
"Caminando todos juntos, los jóvenes y los adultos, los niños y los mayores, tenemos el reto apasionante de vivir y transmitir la alegría de creer en Dios, de acoger y celebrar su amor; la alegría de vivir la fe en fraternidad, en Iglesia; la alegría de practicar la solidaridad y de abrazar la cruz por amor a los que sufren; haciendo nuestros, en cada acción catequética, celebrativa o caritativa-social, los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de cuantos sufren", concluyó.
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