"Nuestra Diócesis, aunque pobre, envejecida, despoblada... sigue teniendo dignidad como pueblo milenario, mariano, misionero y martirial" Pérez Pueyo rompe su silencio y defiende que la decisión sobre Torreciudad "es acorde a derecho"
"Estoy con mucha paz por haber procedido con honestidad, transparencia, valentía y espíritu evangélico", resalta Pérez Pueyo, "por volver a defender a la 'esposa que el Señor me confió' y sufrir por ella"
"Siempre hemos tratado de tender la mano a la Prelatura y ayudarles a regularizar su situación jurídica, canónica y pastoral"
"Estamos abiertos a que la autoridad eclesiástica competente dirima la situación si realmente no quedan satisfechos con los argumentos expuestos"
"Estamos abiertos a que la autoridad eclesiástica competente dirima la situación si realmente no quedan satisfechos con los argumentos expuestos"
"Aunque duela" es el título de la nueva carta del obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, en la que, tras dos meses de polémica, "rompo mi silencio" respecto al conflicto que enfrenta a la diócesis con el Opus Dei por Torreciudad. En la carta, a la que ha tenido acceso RD, deja bien claro, "con total sencillez y humildad", las decisiones tomadas, que se han producido, sostiene, "acorde a derecho, en comunión eclesial y con transparencia". "Nuestra Diócesis, aunque pobre, envejecida, despoblada... sigue teniendo dignidad como pueblo milenario, mariano, misionero y martirial", asegura.
"Hermos aguardado pacientemente a que las aguas se serenaran para expresaros nuestros sentimientos, motivaciones y modo de proceder en relación a Torreciudad", escribe Pérez Pueyo, quien insiste en que "siempre hemos tratado de tender la mano a la Prelatura y ayudarles a regularizar su situación jurídica, canónica y pastoral", sin más objetivo que "propiciar la comunión eclesial de todos los grupos y carismas".
Por ello, "el decreto de nombramiento del rector de Torreciudad, al igual que el del Santuario del Pueyo, dentro del marco de las conversaciones que había mantenido con sus superiores legítimos, pretendía ajustar la realidad a la legislación canónica vigente", sostiene el obispo, quien explica así su intención de "conformar equipos mixtos" de sacerdotes diocesanos y de la Obra "permitiera servir a la coordinación, la comunión, la corresponsabilidad y al mismo tiempo conformar una estructura operativa que ayudase a cristalizar la convergencia deseada".
De hecho, frente a las demandas planteadas por el Opus Dei ante el Vaticano contra la decisión episcopal, "estamos abiertos a que la autoridad eclesiástica competente dirima la situación si realmente no quedan satisfechos con los argumentos expuestos".
"Estoy con mucha paz por haber procedido con honestidad, transparencia, valentía y espíritu evangélico", resalta Pérez Pueyo, "por volver a defender a la 'esposa que el Señor me confió' y sufrir por ella". "Nuestra Diócesis, aunque pobre, envejecida, despoblada... sigue teniendo dignidad como pueblo milenario, mariano, misionero y martirial", asegura el prelado, quien concluye reclamando a los fieles oraciones para que Dios "me siga iluminando para llevar a cabo siempre su voluntad aunque duela".