"Lamentablemente, no todos valemos para jugar al fútbol, ni somos capaces de ganar medallas olímpicas" Joseba Segura: "Uno no puede ser hombre o ser mujer, o ninguna de ellas, a voluntad"

El obispo de Bilbao, durante su homilía
El obispo de Bilbao, durante su homilía

"Nosotros no somos ni hemos sido creados como ángeles. A nosotros Dios nos ha hecho cuerpo", señaló el obispo de Bilbao en la misa del Día de la Asunción

"Mientras se extiende justamente el culto al cuerpo bello, con las dietas, con los gimnasios, con las cirugías plásticas, al mismo tiempo se cuestiona que ese mismo cuerpo pueda imponer restricciones y límites a nuestra voluntad de ser lo que queramos"

"Yo creo que es importante distinguir entre el legítimo reconocimiento de que algunas personas tienen un profundo sentido de insatisfacción y sufrimiento con su cuerpo, y otra cosa muy distinta es intentar imponer la idea de que el cuerpo no tiene nada que decir"

El obispo de Bilbao, Joseba Segura, cree que uno no puede "construir su identidad, ser hombre o ser mujer, o cualquier cosa intermedia o ninguna de ellas, a voluntad, sin referencia al cuerpo con el que hemos nacido".

Segura ha realizado esta reflexión en la homilia que ha ofrecido este jueves en la Basílica de Begoña, al mediodía, con motivo de la celebración de Día de la Asunción de la Virgen María, a la que han asistido miembros del Consistorio bilbaíno, encabezados por el alcalde Juan María Aburto, y otros representantes institucionales como la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui.

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El prelado ha señalado que este día "invita a reflexionar sobre el misterio de nuestro ser corporal". "Hoy los creyentes celebramos que María fue llevada a la gloria celestial en cuerpo y en alma. La creencia en la asunción de la Virgen María nos enseña que el cuerpo es bueno, que es esencial a nuestro ser. Nosotros no somos ni hemos sido creados como ángeles. A nosotros Dios nos ha hecho cuerpo", ha señalado en su mensaje a los feligreses.

Joseba Segura ha afirmado que hoy se vive "un tiempo peculiar". "Mientras se extiende justamente el culto al cuerpo bello, con las dietas, con los gimnasios, con las cirugías plásticas, al mismo tiempo se cuestiona que ese mismo cuerpo pueda imponer restricciones y límites a nuestra voluntad de ser lo que queramos", ha añadido.

Según ha subrayado, es "como si el cuerpo no importara, como si uno pudiera construir su identidad, ser hombre o ser mujer, o cualquier cosa intermedia o ninguna de ellas, a voluntad, sin referencia al cuerpo con el que hemos nacido".

"Yo creo que es importante distinguir entre el legítimo reconocimiento de que algunas personas tienen un profundo sentido de insatisfacción y sufrimiento con su cuerpo, y otra cosa muy distinta es intentar imponer la idea de que el cuerpo no tiene nada que decir", ha señalado.

A su juicio, "se predica una libertad para ser que no tiene ni siquiera que demostrar ni justificar nada como si efectivamente el puro deseo fuera capaz de crear realidad". "Se nos dice 'tú puedes ser lo que quieras', pero sabemos que no es así porque, si fuera así, la cantera de estrellas del Athletic de Bilbao, masculino y femenino, no estaría nunca a falta de candidatos", ha puesto como ejemplo.

Segura ha dicho que, "lamentablemente, no todos valemos para jugar al fútbol, ni somos capaces de ganar medallas olímpicas, ni nadamos como los peces, ni volamos como las aves, ni vamos a ser mucho más guapos de lo que ya somos".

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"Nuestro cuerpo es parte de nuestro ser, ser alto o ser bajo, ser gordo o flaco, nacido, flácido o musculoso. Y, finalmente, nuestro deseo de poder hacer con él lo que queramos se tiene que enfrentar antes o después con la última limitación, el hecho de que somos mortales", ha manifestado.

"Dios nos libre de la condena de vivir aquí eternamente"

El obispo de Bilbao también ha reprochado que "ahora algunos, alimentados con la expectativa de tecnologías revolucionarias, vuelven a revitalizar el espejismo" de la inmortalidad. "Dios nos libre de la condena de vivir aquí eternamente", ha asegurado.

En la homilía, ha explicado que este jueves se celebra que las personas son "mortales" y que "la mortalidad es descanso final, es cumplimiento, es horizonte limitado y, por eso, urgencia para aprovechar los días, las horas para disfrutar" de lo que la vida ha ofrecido en cada momento a cada uno.

Antes de concluir, el prelado ha querido recordar "a todas las víctimas de población civil en tantas guerras y en tantos sufrimientos" y, de manera especial, a los que "mueren a veces en decenas a la semana, a veces en cientos y siguen muriendo todavía en la tierra del Señor".

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