Desde su retiro veraniego en Castelgandolfo, Benedicto XVI firmó este mediodía la carta de defunción de los Legionarios de Cristo. Y lo hizo nombrando comisario pontificio de la congregación fundada por el pederasta Marcial Maciel a un “peso pesado”, el arzobispo italiano Velasio de Paolis, actual prefecto de Asuntos Económicos de la Santa Sede y muy cercano al secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone. Su designación implica la destitución inmediata de Álvaro Corcuera. De Paolis será el encargado de dirigir el destino de la congregación y de su rama laica, el Regnum Christi, hasta su definitiva disolución o refundación.

El nombramiento de De Paolis supone, también, el reconocimiento de que el escándalo en la Legión de Cristo no se detiene con la vida escandalosa y depravada de su fundador. No es sólo Maciel, también sus responsables, y no sólo es una cuestión de pederastia y abusos sexuales. Tambié, la existencia de agujeros económicos que, como se ha denunciado en los últimos meses, podrían salpicar a buena parte de la Curia vaticana en tiempos de Juan Pablo II, comenzando por su secretario de Estado –y actual decano del colegio de cardenales-, Angelo Sodano, cuyo sobrino Andrea fue “apadrinado” por Maciel y Corcuera durante años a cambio de la colaboración vaticana para la creación de distintas casas de la Legión, entre ellas la Universidad que los Legionarios tienen en Roma.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los responsables de la Legión. Pese a todo, la congregación ha emitido un comunicado oficial en el que anuncia que acoge a su nuevo responsable “con agradecimiento y plena disponibilidad”. En la breve nota, recuerda cómo el pasado 17 de junio el Papa recibió a Álvaro Corcuera, ahora defenestrado. La reunión apenas duró diez minutos, según relataron fuentes vaticanas, y en la misma el Pontífice ya le anunció que quedaba relegado de sus funciones.

A sus 74 años de edad, Velasio de Paolis tendrá como misión, a partir de ahora mismo, la misión de gestionar y sanear la Legión de Cristo, refundar el carisma de la organización, ordenar su enorme patrimonio económico y comandar el equipo que escribirá los nuevos estatutos. Y es que, en principio, la intención del Papa no es la de disolver a los Legionarios, sino provocar una refundación completa en la orden. Sin embargo, fuentes vaticanas no descartan la disolución en el caso de que los religiosos no colaboren como espera el Papa. Para ello también servirá la experiencia del arzobispo italiano como miembro del Tribunal de la Signatura Apostólica, equivalente a un “Tribunal Supremo” de la Santa Sede, donde se toman todas las decisiones jurídicas relevantes.

De Paolis sustituye al actual director general de los Legionarios, el padre mexicano Álvaro Corcuera, pero fuentes vaticanas consideran "muy probable" que otros altos directivos de la Legión sean también apartados de la gestión, pues la inspección realizada en los meses pasados habría probado su complicidad con el fundador Marcial Maciel.

Especialmente complicado es el futuro para el todavía “número dos” de la Legión, el mexicano Luis Garza, máximo responsable de las finanzas de Legionarios y Regnum Christi. Su mano, según distintas investigaciones, es la que maneja los sueldos de más de 22.000 personas y un patrimonio superior a los 25.000 millones de euros en todo el mundo. Unos fondos cuyo origen y destino habrá de conocer, y aprobar, De Paolis.

La decisión de Benedicto XVI se produce apenas dos meses después de un rotundo comunicado en el que el Papa anunciaba el nombramiento de un comisario pontificio, al tiempo que denunciaba los “gravísimos delitos” de Marcial Maciel y “su vida carente de escrúpulos y sentimiento religioso”. Según se demostró, el fundador de la Legión había abusado sexualmente de varios menores, muchos de ellos seminaristas, además de mantener una doble vida con varias mujeres, y hasta media docena de hijos de relaciones diferentes.

baronrampante@hotmail.es