Sobre uno de los evangelios apócrifos más antiguos –el Evangelio de Tomás– y la reconstrucción del Jesús histórico (1030; 30-11-2108)
Escribe Antonio Piñero
Sigo con el comentario al capítulo de “Fuentes” del libro de F. Bermejo, “La invención del Jesús histórico”, Editorial Siglo XXI, Madrid 2018.
Dijimos en una postal anterior que en teoría, y en la práctica, no existen argumentos lícitos que obliguen al estudioso de la vida del Jesús de la historia a restringir sus fuentes a los evangelios admitidos o canonizados por la Iglesia. Y afirmamos también que el “Evangelio de Tomás”, de Nag Hammadi podría ser un buen candidato para esta posible reconstrucción, en cuanto se refiere sus palabras. Teóricamente es posible que el autor, o los autores, gnosticizantes del siglo II haya(n) utilizado un material de dichos de Jesús que pueda remontarse al primer o segundo tercio del siglo I.
Pero, de facto, y tras innumerables análisis, los estudiosos no se ponen de acuerdo en qué dichos de Jesús podrían ser antiguos entre los recogidos en el Evangelio de Tomás de Nag Hammadi. Se ha señalado que los logia 77 y 82 son posibles candidatos. He aquí el texto en traducción de F. Bermejo en “Todos los Evangelios” (Madrid, EDAF, 2008, pp. 448-449):
77. Jesús dijo: “Yo soy la luz que está sobre todas las cosas (“sobre todos”). Yo soy todo o “el Todo”). Todo vino de mí, y todo ha llegado hasta mí”. “Romped un madero: yo estoy allí. Levantad la piedra y me encontraréis allí”.
82. Jesús dijo: “Quien está cerca de mí está cerca del fuego. Y quien está lejos de mí está lejos del Reino”.
Me parece que el que tiene más visos de ser auténtico es el 82.
Bermejo critica luego con razón a J. D. Crossan (quien, en una monografía de 1991, traducida al español en 1994: “Jesús. Vida de un campesino judío”, Editorial Crítica, hace una estratigrafía de los dichos de Jesús, según la cual algunos de ello serían incluso anteriores o coetáneos con el Evangelio de Marcos) sosteniendo que tal estratigrafía es arbitraria, y que su defensa de un Jesús que había predicado un reino de Dios realizado solo en el interior de cada individuo (escatología realizada en contra de la escatología de futuro) se basa en textos que son muy probablemente adiciones posteriores a la escatología normal, de futuro, es decir, apocalíptica, que se muestra en los dichos 10, 82 y 111, que parece la más antigua y atribuible a Jesús.
El más claro de los dichos de “escatología de presente” es el dicho 3:
“3. Jesús dijo: “Si los que os guían os dicen: ‘¡He aquí que el Reino está en el cielo!’, entonces los pájaros del cielo se os adelantarán. Si os dicen: ‘(Está) en el mar’, entonces los peces se os adelantarán. En cambio, el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros”. “Cuando os conozcáis, entonces seréis conocidos y comprenderéis que vosotros sois los hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis, entonces estáis en la indigencia y sois la indigencia” (“Todos los Evangelios” (Madrid, EDAF, 2008, p. 441):
Ciertamente –en mi opinión– este dicho está en la línea de Lc 17,20-21 (“Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: “Vedlo aquí o allá”, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros»), y no es atribuible al Jesús histórico. Por tanto el dicho 3 del Evangelio de Tomás, tampoco. Lucas, en el pasaje/contexto completo de esta sección de su capítulo 17 habla claramente de un reino de Dios futuro; y es imposible que el reino de Dios esté en el corazón de los fariseos; y, por último, un reino de Dios presente en los corazones, es una ficción lucana sobre todo, en mi opinión, para justificar el retraso de la parusía.
He aquí los dichos 10 y 111 del Evangelio de Tomás de Nag Hammadi que Bermejo, con razón, piensa que tienen una escatología similar a la de los evangelios canonizados, y que tiene visos de ser la que correspondía al Jesús de la historia:
10. Jesús dijo: “He lanzado fuego sobre el mundo, y he aquí que aguardo hasta que prenda”.
111. Jesús dijo: “Los cielos y la tierra se enrollarán ante vosotros”. “Y quien vive gracias al Viviente no verá la muerte”. “¿(Acaso) no (es) que Jesús dijo (la fórmula introductoria de este logion es inusual. Puede que el escriba haya suprimido algo del texto): ‘Del que se encuentra a sí mismo, el mundo no es digno’?” (“Todos los Evangelios” (Madrid, EDAF, 2008, pp. 442 y 451 respectivamente).
Y la conclusión de Bermejo es: “Dado que solo un número limitado de dichos (del Evangelio de Tomás) tiene trazas de remontarse a Jesús, este evangelio será usado con reservas (en la reconstrucción del Jesús de la historia”) (p. 45).
Estoy de acuerdo.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
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