Laudato Si.'Carta encíclica del Papa Francisco
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El anuncio del Evangelio en el mundo actual
scristpan class="imagen">
sobre el cuidado de la casa común
Lo que le está pasando
A nuestra casa
CAPITULO QUINTO
ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTACIÓN
Y ACCIÓN
167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro, allí se proclamó que " los seres humanos costituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible". Retomando contenidos de la Declaración de Estocolmo (1972), consagró la cooperación internacional para cuidar el ecosistema de toda la tierra, la obligación por parte de quien contamina debe hacerse cargo económicamente de ello, el deber de evaluar el impacto ambiental de toda obra o proyecto. Propuso el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera para revertir el calentamiento global.
También elaboró una agenda con un programa de acción y un convenio sobre diversidad biológica, declaró principios en materia forestal. Si bien aquella cumbre fue verdaderamente superadora y profética para su época, los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación porque no se estableciron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y de sanción de los incumplemientos. Los principios enunciados siguen reclamando caminos eficaces y ágiles de ejecución práctica.
168. Como experiencias positivas se pueden mencionar, por ejemplo, el Convenio de Basilea sobre los desechos peligrosos del adelgazamiento de esa capa parece haber entrado en una fase de solución.
169. En el cuidado de la diversidad biológica y lo relacionado con la desertificación, los avances han sido mucho menos significativos. En lo relacionado con el cambio climático los avances son lamentablemente muy escasos. La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsalidaz, sobre todo de los países mas poderosos y más contaminantes. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012)emitió una extensa e inefizaz Declaración final.
Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las disposiociones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad. Mientras se elaboraba esta Encíclica, el debate ha adquirido una particular intensidad. Los creyentes podemos dejar de pedir a Dios por el avance positivo en las discusiones actuales, de manera que las generaciones futuras no sufran las consecuencias de imprudentes retardos.
170. Algunas de las estrategias de baja de emisión de gases contaminantes buscan la internacionalación de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados. La imposición de estas medidas perjudica a los países más necesitados de desarrollo.
De este modo, se agrega una nueva injusticia envuelta en el ropaje del cuidado del ambiente. Como siempre, el hilo se corta por lo más débil. Dado que loe efectos del cambio climático se dejarán sentir durante mucho tiempo, aun cuando ahora se tomen medidas estrictas, algunos países con escasos recursos, necesitarán ayuda para adaptarse a efectos que ya se están produciendo y que afectan a sus economías.
Sigue siendo cierto que hay responsabilidades comunes pero difereciadas, sencillamente porque, como han dicho los Obispos de Bolivia, "los países que se han beneficiado por un alto grado de industralización, a costa de una enorme emisión de gases invernaderos, tienen mayor responsabilidad a aportar a la solución de los problemas que han causado.
171. La entrega de compraventa de "bonos de carbono" puede dar lugar a una nueva forma de especulación, y no servir para reducir la emisión global de gases contaminantes. Este sistema parece ser una solución rápida y fácil, con la apariencia de cierto compromiso con el medio amnbiente, pero que de ninguna manera implica un cambio radical a la altura de las circunstancias. Más bien puede convertirse en un recurso diversivo que permita sostener el sobreconsumo de algunos países y sectores.
Ver: Carta encíclica
Laudato si'
del Papa Francisco
El anuncio del Evangelio en el mundo actual
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sobre el cuidado de la casa común
Lo que le está pasando
A nuestra casa
CAPITULO QUINTO
ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTACIÓN
Y ACCIÓN
167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro, allí se proclamó que " los seres humanos costituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible". Retomando contenidos de la Declaración de Estocolmo (1972), consagró la cooperación internacional para cuidar el ecosistema de toda la tierra, la obligación por parte de quien contamina debe hacerse cargo económicamente de ello, el deber de evaluar el impacto ambiental de toda obra o proyecto. Propuso el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera para revertir el calentamiento global.
También elaboró una agenda con un programa de acción y un convenio sobre diversidad biológica, declaró principios en materia forestal. Si bien aquella cumbre fue verdaderamente superadora y profética para su época, los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación porque no se estableciron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y de sanción de los incumplemientos. Los principios enunciados siguen reclamando caminos eficaces y ágiles de ejecución práctica.
168. Como experiencias positivas se pueden mencionar, por ejemplo, el Convenio de Basilea sobre los desechos peligrosos del adelgazamiento de esa capa parece haber entrado en una fase de solución.
169. En el cuidado de la diversidad biológica y lo relacionado con la desertificación, los avances han sido mucho menos significativos. En lo relacionado con el cambio climático los avances son lamentablemente muy escasos. La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsalidaz, sobre todo de los países mas poderosos y más contaminantes. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012)emitió una extensa e inefizaz Declaración final.
Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las disposiociones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad. Mientras se elaboraba esta Encíclica, el debate ha adquirido una particular intensidad. Los creyentes podemos dejar de pedir a Dios por el avance positivo en las discusiones actuales, de manera que las generaciones futuras no sufran las consecuencias de imprudentes retardos.
170. Algunas de las estrategias de baja de emisión de gases contaminantes buscan la internacionalación de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados. La imposición de estas medidas perjudica a los países más necesitados de desarrollo.
De este modo, se agrega una nueva injusticia envuelta en el ropaje del cuidado del ambiente. Como siempre, el hilo se corta por lo más débil. Dado que loe efectos del cambio climático se dejarán sentir durante mucho tiempo, aun cuando ahora se tomen medidas estrictas, algunos países con escasos recursos, necesitarán ayuda para adaptarse a efectos que ya se están produciendo y que afectan a sus economías.
Sigue siendo cierto que hay responsabilidades comunes pero difereciadas, sencillamente porque, como han dicho los Obispos de Bolivia, "los países que se han beneficiado por un alto grado de industralización, a costa de una enorme emisión de gases invernaderos, tienen mayor responsabilidad a aportar a la solución de los problemas que han causado.
171. La entrega de compraventa de "bonos de carbono" puede dar lugar a una nueva forma de especulación, y no servir para reducir la emisión global de gases contaminantes. Este sistema parece ser una solución rápida y fácil, con la apariencia de cierto compromiso con el medio amnbiente, pero que de ninguna manera implica un cambio radical a la altura de las circunstancias. Más bien puede convertirse en un recurso diversivo que permita sostener el sobreconsumo de algunos países y sectores.
Ver: Carta encíclica
Laudato si'
del Papa Francisco