La Misa sobre el Mundo (Teilhard de Chardin)
La Potencia espiritual de la Materia
¡Oh divina y poderosa,
¿cuál es tu nombre? "Habla.”
“Soy el fuego que quema y
el agua que derriba;
el amor que inicia
y la verdad que pasa.
Todo lo que se impone
y lo que renueva,
todo lo que desencadena
y todo lo que une: Fuerza,
Experiencia, Progreso.
Yo soy la Materia.
Presencia de Dios en el Mundo
DIOS MIO, HAZ QUE PARA MI brille tu Rostro en la vida del Otro. Esta luz irresistible a tus ojos, encendida en el fondo de las cosas, me ha lanzado ya sobre todo trabajo factible, sobre todo dolor a experimentar. Dame, además y sobre todo, que pueda descubrirte en lo más íntimo, en lo más perfecto, en lo más profundo del alma de mis hermanos.
El don que me reclama para estos hermanos –el único don de que mi corazón es capaz- no es la ternura colmada de estos afectos privilegiados que dispones en nuestras vidas como el factor creado más recio de nuestro crecimiento interior, es algo menos dulce, pero tan real y aún más fuerte. Entre los Hombres y yo quieres que, con ayuda de tu Eucaristía, aparezca la atracción fundamental (ya oscuramente presentida por todo amor, en cuanto es fuerte) que misteriosamente convierte la miríada de las criaturas razonables en una especie de Mónada única en Ti, Jesucristo.
¿No veis en T. de Chardin un adelantado de los actuales intentos científicos por conocer el espacio y la repercusión que todo esto pueda tener en la humanidad? Yo así lo veo. Lo mismo se puede decir en relación al interés por la naturaleza, la ecología, a la que somos hoy tan sensibles. Verdaderamnete creo que fue un precursor.
Poesía de San Juan de la Cruz
Otra Glosa a lo Divino
Por toda la hermosura
nunca yo me perderé,
sino por un no sé qué
que se alcanza por ventura.
Sabor de bien que es finito,
lo más que puede llegar
es cansar el apetito
y estragar el paladar,
y así, por toda dulzura
nunca yo me perderé,
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.
El corazón generoso
nunca cura de parar
donde se puede pasar,
sino en más dificultoso,
nada le causa hartura,
y sube tanto su fe,
que gusta de un no sé qué
que se halla por ventura.
El que de amor adolesce,
del divino Ser tocado,
tienes el gusto tan trocado,
que a los gustos desfallesce,
como al que con calentura
fastidia el manjar que ve,
y apetece un no sé qué
que se halla por ventura.
No os maravilléis de aquesto,
que el gusto se quede tal,
porque es la causa del mal
ajena de todo el resto,
y así, toda criatura
enajenada se ve,
y gusta de un no sé qué
que se halla por ventura…
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