La Misa sobre el Mundo (Teilhard de Chardin)
Oración
DESEO SEÑOR, para mejor abrazarte, que mi conciencia se haga tan vasta como los cielos, la tierra y los pueblos, tan profunda como el pasado, el desierto y el océano, tan sutil como los átomos de la materia y los pensamientos del corazón humano.
La Humanidad en marcha
¿No es preciso que yo me adhiera a Ti por medio de toda
la extensión del Universo?.Para que yo no sucumba a la tentación que acecha tras de cada acto de intrepidez, para que no olvide que Tú eres lo único que se debe buscar a través de todo, habrás de enviarme, Señor, en los momentos que Tú sabes, la privación, las decepciones, el dolor. El objeto de mi amor declinará o habré de superarle.
¡Jesús-Omega, haz que yo te sirva, que te proclame, que te glorifique, que te testifique hasta el final, durante todo el tiempo que me quede de vida,y, sobre todo, como mi fin!...
¡Gracia de terminar bien, de la manera más eficiente para el prestigio de Cristo-Omega!...La gracia de las gracias.
Existencia dominada por la pasión única de promover la Sintesis Cristo y Universo. Amor, por consiguiente, a los dos (más especialmente al Cristo-Iglesia, Eje supremo)...
Poesía de San Juan de la Cruz
Cántico espiritual
(contin.)
Canciones entre el Alma y el Esposo
Esposo
Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por otero asoma
al aire de tu vuelo, y fresco toma.
Esposa
Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos
el silbo de los ares amorosos.
La noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.
Nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en púrpura teñido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado.
A zaga de tu huella,
las jóvenes discurren el camino
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de bálsamo divino.
En la interior bodega
de mi Amado bebí, y cuando salía
por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía,
y el ganado perdí que antes seguía.
Allí me dió su pecho,
allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
y yo le dí de hecho
a mí, sin dejar cosa,
allí le prometí de ser su esposa...