La Misa sobre el Mundo (Teilhard de Chardin)
Oración para creer
Señor, en este día que está comenzando acabas de descender. ¡Ay! ¡Qué infinita diversidad en los grados de tu Presencia para los mismos acontecimientos que se preparan y que todos nosotros experimentaremos! Tú puedes estar un poco, mucho, cada vez más, o no estar en absoluto en las mismas circunstancias, exactamente, que están a punto de envolverme a mí y de envolver a mis hermanos.
Para que ningún veneno me dañe hoy, para que ninguna muerte me mate, para que ningún vino me embriague, para que te descubra y te sienta en toda criatura, ¡haz, Señor, que crea!
Presencia de Dios en el Mundo
EN TODO INSTANTE, por todos los requicios, hace irupción la gran Cosa horrible; que nos esforzamos por olvidar que está siempre ahí, separada de nosotros por un simple tabique: fuego, peste, tempestad, terromoto, desencadenamiento de oscuras fuerzas morales, se llevan en un instante, y sin consideraciones, lo que habíamos construido penosamente y ornado con toda nuestra inteligencia y nuestro corazón.
Dios mío, ya que por mi dignidad humana me está vedado cerrar los ojos sobre esto, como una bestia o como un niño -para que no sucumba a la tentación de maldecir al Universo y a quien lo hizo-, haz que lo adore viendote escondido en él. Señor, repíteme la gran palabra liberadora, Señor, la palabra que al mismo tiempo revela y opera: "Hoc est corpus meum" (Esto es mi cuerpo). En verdad, la Cosa enorme y sombría, el fantasma, la tempestad, si queremos, eres Tú. "Ego sum, nolite temere" (Soy yo, no temáis). Todo cuanto en nuestras vidas nos espanta, lo que a Tí mismo te consternó en el Huerto, en el fondo no son más que Especies o Apariencias, materia de un mismo Sacramento.
Creamos solamente, creamos con mayor fuerza y más desesperadamente que la Realidad parece más amenazadora y más irreductible. Y, entonces, poco a poco, veremos al Horror universal distenderse para sonreirnos después y tomarnos en sus brazos más que humanos, luego.
No, no son los rígidos deteminismos de la Materia y de los grandes números; son las suaves combinaciones del Espíritu las que confieren al Universo su consistencia. El azar inmenso y la inmensa ceguera del Mundo sólo son una ilusión para el que cree. "Fides, substantia rerum" (La fe es la sustancia de las cosas).
Poesía de S. Juan de la Cruz
Coplas sobre un Extasis de alta Contemplación
Otras coplas al mismo invento
Tras de un amoroso lance,
y no de esperanza falto,
volé tan alto tan alto,
que le dí a la caza alcance.
Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino,
tanto volar me convino,
que de vista me perdiese,
y con todo, en este trance,
en el vuelo quedé falto,
mas el amor fue tan alto,
que le di a la caza alcance.
Cuando más alto subía,
deslumbróseme la vista,
y la más fuerte conquista
en oscuro se hacía,
mas por ser de amor el lance,
di un ciego y oscuro salto,
y fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.
Cuando más alto llegaba
de este lance tan subido,
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba.
Dije: "No habrá quien lo alcance,
y abatíme tanto, tanto,
que fui tan alto tan alto,
que le di a la caza alcance.
Por una exrraña manera,
mil vuelos pasé de un vuelo,
porque esperanza del cielo
tanto alcanza cuanto espera,
esperé sólo este lance,
y en esperar no fui falto,
pues fui tan alto, tan alto
que le di a la caza alcance.
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