Eres Señor del ayer
y Señor del siglo nuevo.
(y Señor del Tiempo Nuevo).
Seguimos creyendo en Ti
y esperamos tu regreso.
Han pasado dos mi años
como un soplo, como un sueño;
pero queda tu palabra:
no se la ha llevado el viento.
Han pasado mil naciones,
se han hundido mil imperios:
las tinieblas no han podido
con la luz de tu evangelio.
Eres Señor del ayer
y Señor del siglo nuevo.
(y Señor del Tiempo Nuevo).
Seguimos creyendo en Ti
y esperamos tu regreso.
La cizaña de los odios,
el rencor y el desconcierto
arrasaron nuestra tierra
entre guerras y entre duelo.
Mas la luz de la esperanza
sigue viva en nuestro pecho
pues Tú sigues en la cruz
sosteniendo el Universo.
Eres Señor del ayer
y Señor del siglo nuevo.
(y Señor del Tiempo Nuevo).
Seguimos creyendo en Ti
y esperamos tu regreso.