Cien años de La Merced, 1918-2018 (M. Aguado)
Comenzó la obra de la Merced (de mano de San Pedro Nolasco) de una forma ya canónica hacia el año 1218 (aunque había comenzado de hecho hacia el 1202). Son ochocientos años de historia.
Comenzó esta revista (La Merced) hace casi cien año, y es hermoso recordarlo, evocando a su fundador, el P. Gaite que recorrió como misionero todas las tierras de Galicia, ofreciendo una palabra de fe y recogiendo en sus álbumes (editados en parte en un precioso libro)los monumentos y costumbres de la tierra (imagen del libro al final del post).
Retomando así los ochocientos años de la Orden de la Merced y los cien de la revista de ese mismo nombre, he querido publicar esta postal.
Esta revista me ha seguido durante más de medio siglo. He colaborado cientos de veces en ella, en sus diversas etapas. Además, siendo profesor de la Facultad de Ciencias de la Información (Salamanca) dirigí una tesis extraordinaria de Belén Martín sobre la forma y contenido de la revista, en el contexto del despliegue de la cultura religiosa en España. Pude ver entonces su importancia para conocer el despliegue, crisis, renacimiento y nueva crisis del cristianismo hispano, perfectamente expresado en los cien años de una revista como ésta
Así he pedido al director actual, M. Aguado (foto aneja), que me permita publicar un estudio en el que recoge el desarrollo de la revista y ofrece una semblanza de su fundador, el P. Gaite (que aparece al fondo del primer número de la revista... y también al final del post).
Éste es un post de comienzo de la novena de la Merced, no sólo para los amigos de la Merced, que son muchos, sino para aquellos que están interesados en los cien últimos años de la vida de la Iglesia en España. Con mi saludo a todos ellos. Todo lo que sigue es de Mario (¡gracias, como siempre!), todo quiero que sea un testimonio de cariño a la obra de la Merced en España y en el mundo
Casi 100 años de la revista “La Merced” (1918-2018)
(En la actualidad, “La Merced-Caminos de Liberación”)
I. Introducción.
En el 2018 se cumplirán 100 años desde la aparición pública de la revista “La Merced”. En la ciudad gallega de Ferrol, al calor de los festejos conmemorativos del VII centenario de la fundación de la Orden de la Merced, salió por primera vez a la calle vinculada a la Orden Tercera, es decir, al mundo del laicado mercedario, de cuantos seglares participaban de nuestro carisma redentor y de nuestra espiritualidad mariana.
Rápidamente la revista se expandió por todas partes, se centralizó en Madrid, y las diversas ramas que forman parte del viejo olivo de Pedro Nolasco la hicieron suya, ya que el conjunto de la familia mercedaria se veía reflejada y reconocida en sus páginas.
1918 fue un mal año para muchas cosas, para casi todo, excepto para nacer, así le ocurrió afortunadamente a “La Merced”. En Europa los campos de batalla estaban teñidos de sangre, la Gran Guerra era cruenta, y cuando al fin llegó la ansiada paz, de mano de la Sociedad de Naciones, surgieron nuevas fronteras, nuevos países, nuevas doctrinas y remozadas expectativas. En este contexto, tras la I Guerra Mundial, comenzó su andadura nuestra revista.
100 años dan para mucho, hasta para nombres distintos. Primero fue “La Merced”, así, sin más. Tras la crisis posconciliar, motivada por un mal entendimiento del Concilio Vaticano II, resurge en 1971 con reforzado nombre, “La Merced-Fe y Actualidad”, y al fín, desde 1980, se publica como “La Merced-Caminos de Liberación” (LM-CL). 100 años dan para mucho, hasta para tener un par de suspensiones o paréntesis, el primero de 1936 a 1944 obligado por la guerra civil española; y el segundo, de 1976 a 1980 motivado por una crisis interna y búsqueda de nuevos planteamientos.
Cumplir 100 años desde nuestra primera aparición pública es evocar, sin falsos triunfalismos nostálgicos, nombres de religiosos eminentes que escribieron bellas páginas de teología o de historia, de filosofía o de arte, de marianismo o de poesía, de literatura o de pensamiento…y siempre bajo el prisma mercedario.
Cumplir casi un siglo de vida es evocar lo mejor de esta apasionante historia entre la revista y sus lectores, es agradecer el apoyo incondicional de nuestros colaboradores y bienhechores, tanto los de casa como los de fuera; de todos es el mérito de que LM-CL presente cada
uno de sus nuevos números, atractivos en su presentación, mercedarios en su fondo y universal a través de sus campañas solidarias y redentoras.
100 años para dar gracias a Dios por el trabajo bien hecho, por la oportunidad única de llegar a tantos países, de adentrarnos en tantos hogares con una palabra de Merced y de Evangelio. Y también, como no, 100 años para pedir perdón por los errores cometidos, por las omisiones, por todo aquello que debimos hacer y no pudimos o no logramos realizar. Nosotros queremos seguir en camino, no solo vertiendo opiniones o gritando verdades, sino escuchando y acompañando al cautivo, a menudo herido y confuso, susurrando a sus oídos una palabra de libertad y de acogida.
LM-CL sigue siendo, posiblemente ahora más que nunca, un instrumento de evangelización, de muestra y expansión del carisma mercedario. La revista, editada por la Provincia mercedaria de Castilla y dirigida al conjunto de la Familia Mercedaria, sale a la luz gracias a ese equipo de colaboradores, hombres y mujeres de Merced, que desinteresadamente dedican parte de su tiempo a escribir en sus páginas, gracias también a los miembros del Consejo Asesor, a los que desempeñan trabajos de secretaría o de administración y a cuantos se dedican a su difusión y reparto.
La revista, en el conjunto de sus números editados, es referente de la cultura de la Merced, es la decana de las publicaciones mercedarias en España, y es un verdadero monumento literario de la Provincia de la Merced de Castilla.
II. La Revista: cinco épocas distintas y tres nombres diferentes para una misma publicación.
Nació en el año 1918 y se acerca ya al 2018, desde el variopinto e insólito presente, de difícil definición. ¿Sociedad de supremacía objetiva o subjetiva? ¿Esperanzada o desesperanzada? ¿De certezas o de oscuridades? Nuestro año lleva número de camiseta de principio de siglo, pero en aspectos parece año de siglo cansado y de gente sin excesivas ilusiones.
Desde nuestro hoy, “La Merced” mira hacia atrás y hacia delante gozosa y esperanzada con un recuerdo y mirada al camino: el camino, y el que desea y habrá que crear. Con todo respeto, no comparto del todo el receloso verso del poeta Antonio Machado: “Caminante, no hay camino/ se hace camino al andar”. Tampoco el otro: “Ayer soñé que veía / a Dios y que a Dios hablaba, / y soñé que Dios me oía…/ Después soñé que soñaba”. Personalmente pienso (en el sentido más fuerte) que se sueña cuando se siente o tiene la impresión de que Dios no te oye. Pienso que se hace camino al andar, pero hay un camino trazado, con Guía propio y con Destino asignado.
Primera época (1918-1936).- Nace “La Merced” por iniciativa del grupo de frailes Mercedarios que en Ferrol (La Coruña) de finales de la primera guerra mundial dirigen a la vez el Colegio y la Orden Tercera de la Merced, formada por los seglares o laicos que quieren vivir su fe al estilo de esta histórica Orden religiosa. Los colaboradores eran profesores, misioneros populares y personas de gran cultura y mercedarismo. En 1921 su sede se trasladó a Madrid, desde donde su staff de colaboradores y público se acrecentó. Con discurso sencillo y denso, con gran conocimiento de la sociedad de su época y de la historia mercedaria, orientaron a mucha gente.
Escriben serios y comprensibles artículos sobre espiritualidad y virtud cristiana, sobre historia de la Merced, sobre pensamiento, sobre sociología y literatura. Concluyó esta época con un acontecimiento sobradamente conocido. Guillermo Vázquez Núñez, uno de sus mejores colaboradores, autor de la primera Historia de la Orden de la Merced según las exigencias de la crítica histórica actual, publicó en la revista, cuando ya olía a pólvora, un artículo de gran valor testimonial con el título de “Renuncio a morir en cama”. No murió en cama. Se encontró con otros muchos entre los asesinados en Madrid durante la persecución religiosa que asoló España en 1936.
Segunda época (1944-1965).- Renace la revista con idéntico título y en buena parte con los mismos colaboradores (los supervivientes de la guerra civil), a los que se suman nuevas figuras, con la misma orientación y con parecida altura durante los primeros 12 años (1944-1956). De 1956 a 1965 decae un poco su nivel y su temática, tomando más bien el cariz de Boletín piadoso para lo que suele conocerse como “gente de iglesia” y “beaterio”. De cara a la gente con intereses intelectuales en las mismas áreas y sobre todo en el campo de lo mercedario se había fundado la revista “Estudios. Revista trimestral publicada por los Padres de la Orden de la Merced” (1945), para la que trabajan parte de los colaboradores de “La Merced”. Para uso interno, comienza a publicarse (1963) un Boletín Provincial, destinado a los frailes. Al inicio se edita como un suplemento de “La Merced”.
Tercera época (1966- 1970).- Deseando encontrar un lugar de cercanía al público mercedario, pero al mismo tiempo con carácter serio y en línea con la mentalidad posconciliar, un nuevo equipo lanza de nuevo a la calle “La Merced”, con colaboradores internos y personalidades de la cultura española. En la temática, lo mercedario pierde presencia y predomina la orientación intelectualista, en un conjunto al que no se le encuentra un alma. No atrae ni prospera como publicación autosuficiente.
Cuarta época (1971- 1976).- “La Merced-Fe y Actualidad”. Los mercedarios de la Provincia de Castilla (que no se circunscribe ni a las autonomías castellanas ni a España) de este momento no se resignan al silencio en el ámbito de la publicación religiosa y mercedaria, y deciden salir de nuevo a la calle con un título que complete el nombre anterior con la marca de su vocación específica. Surge así “La Merced-Fe y Actualidad”. La vocación de la Orden fue y quieren que continúe siendo la problemática de la fe y del cristiano en entornos de cautiverio, que no tiene nada de arcaico en la sociedad de nuestros días. La nueva orientación y el mismo título intentan cambiar la revista en una especie de “órgano teológico-pastoral del pensamiento y carisma de la Merced”, convirtiéndose “en voz de liberación a favor de los oprimidos por la fe y por los derechos de conciencia”. Por diversas circunstancias (entre otras, la crisis del propio director), tampoco salió a flote en el tiempo el nuevo programa, en sí valioso: su camino fue breve.
Quinta época (1980-hasta el presente).- “La Merced-Caminos de Liberación”. Con la quinta época, “La Merced” se inclina por otra orientación y, sobre todo, otro tipo de publicación, de más sencillez y cercanía a la realidad social y a la sensibilidad de la gente, dejando de ser lo que tradicionalmente se considera una Revista para transformarse en Hoja o Folleto, que nace con 8 páginas y crece con los años hasta sus 20 páginas actuales, de muy esmerada presentación. No pretende ser una “Revista” al uso, con artículos de varias páginas, en que se desarrollan diversos temas sobre cuestiones de interés: los de las épocas anteriores. Va a ser un arma de trabajo y de comunicación de actividades y para acciones concretas, con un mínimo de “doctrinalidad” o teoría.
Pudo haberse titulado “La Merced-Fe y Liberación”, enriqueciendo la faceta anterior con la marca de la Liberación, o “La Merced-Camino de Liberación”, destacando la nota mercedaria como camino singular. Emergió de las aguas con el nombre que tiene y que suscita otras referencias. Viene a ser una pantalla descriptiva y casi televisiva del mundo en que trabajan no solo los mercedarios, sino también los Institutos femeninos que se acogen al carisma de San Pedro Nolasco. La complementan desde ella, primero “Campañas Anuales” por alguna causa relacionada con la carencia de libertad y vulneraciones de la dignidad humana y, posteriormente, “Proyectos” varios en la misma línea. Desde el primer momento incorporó, como número último del año, un Calendario mercedario, que, desde la pared de la habitación de la casa o de la oficina, acompaña y guía al suscriptor o amigo. Más recientemente, se enriqueció con una colección denominada “Folletos Liberación”, que en formato menor y con 12-24 páginas ponían en contacto al lector con semblantes y cuestiones sociales y mercedarias. Antecedente claro de la actual “Colección Familia Mercedaria”.
Este es el recorrido de 100 años de una publicación que fue y es siempre “La Merced”, pero que ha asumido en el tiempo adjetivaciones o matizaciones diferentes, siendo la actual, por el título, la de la atención a la libertad y a la liberación de los cristianos y de todos los hombres y mujeres.
Larga vida a la publicación. Quien la siga no escaseará nunca de trabajo, de sentido en la vida y de posibilidades variadas, de hacer algo ventajoso por los demás, principalmente por quienes viven situaciones de cautiverio y falta de libertad.
III. El P. José (Pedro Nolasco) Gaite (1879-1949), fundador de la revista “La Merced”.
Su nombre de pila fue José, Gaite Sancho, nombre que tornaría por el del fundador de la Orden de la Merced al profesar como mercedario. Vino al mundo en la ciudad gallega de Pontevedra a últimos del siglo XIX. Procedía de una familia ilustre, distinguida en la sociedad de su tiempo: los Méndez Nuñez. Dicen, quienes le conocieron, que de joven fue galán apuesto. Con seductor provenir fue estudiante de Derecho en las aulas de la universidad compostelana, pero los caminos de Dios, que son insondables, le conducen hacia el monasterio de Poio. Un lluvioso día del mes de octubre de 1896 llama a sus puertas. Los mercedarios le reciben con los brazos abiertos. Vistió el blanco hábito de la Merced con aires monacales, y su aristocrática figura portaba con gran elegancia la capa, cual caballero del medioevo. Ordenado sacerdote en 1902 emprende tareas de gobierno y responsabilidad pasando por los conventos de Sarria (Lugo), Madrid, Ferrol…Allá donde iba fundaba la Cofradía y Venerable Orden Tercera de la Merced, logrando bajo su dirección un florecimiento extraordinario.

En Sarria el número de terciarios mercedarios alcanzó números insospechados. El P. Gaite, Comendador, consiguió un gran prestigio para el Convento de la Merced. Hasta los Reyes de España, Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia, visitaron aquella Casa mercedaria, fue el 4 de febrero de 1912 cuando se dirigían a Ferrol, acompañados del Ministro de Marina y su séquito real y militar, para la botadura del “Reina Victoria”. Años más tarde, sería nuestro mercedario nombrado Capellán Real estando al servicio de los monarcas que veraneaban en San Sebastián.
En Madrid, establecida la Orden Tercera por el P. Gaite, no pudo ser grande su apogeo pues el templo de la Buena Dicha se hallaba en construcción. Todo lo contrario sucedió en Ferrol. En la ciudad departamental celebró con gran entusiasmo el séptimo centenario de la fundación de la Orden. Fundó la Venerable Orden Tercera, que halló amplio eco en el corazón generoso de los ferrolanos, y editó un Boletín de cultos, indulgencias del terciario y cofrade y santoral mercedario, para lo que halló un colaborador más que idóneo en la persona del P. Amerio Sancho Blanco. Y fue precisamente este inicial Boletín, sencilla hoja de cultos, el que germinaría aumentando sus páginas y publicándose, por vez primera, la revista “La Merced” a partir del año 1918.
El P. Nolasco Gaite se distinguió como afamado predicador en las llamadas Misiones Populares, tanto que alcanzó gran renombre en toda Galicia y fue honrado por la Orden con el título de Predicador General. Fueron miles las pláticas y sermones por ciudades, villas, pueblos y aldeas, pronunciados con su voz clara y timbrada; centenares las horas pasadas en el confesionario, aconsejando y dirigiendo espiritualmente a las gentes, llevadas siempre a cabo por su natural prudencia y sabiduría. Se conservan manuscritos muchos de sus sermones y conferencias, así como una interesante colección de dibujos, realizados por su genio de artista, y otra valiosa y original recopilación de postales, fotografías y estampas antiguas. Tanto los dibujos como las postales han sido muy apreciados y editados en varios tomos. Escribió además otras pequeñas obras como novenas o libros de meditaciones (Este libro ha sido y sigue siendo para mí uno de los tesoros de arte gallego más entrañables que conozco: XP).

La palabra y la pluma fueron los dos grandes instrumentos de trabajo del P. Gaite. Recorrió miles de kilómetros, conmovió a grandes multitudes, convenció a muchas personas y trasformó incontables corazones. Esta es, en síntesis, la dilatada trayectoria del P. Pedro Nolasco Gaite Sancho, fundador de la revista “La Merced” hace ahora casi 100 años. Su obra perdura, adaptada a los tiempos actuales, y se encamina gozosa camino de cumplir un siglo, coincidiendo con el ochocientos aniversario de la fundación de la Orden de la Merced, en el 2018. Sin duda, será un año para conmemorar, será un año para festejar.
P. Mario ALONSO AGUADO, O. de M.
Director de La Merced-Caminos de Liberación.
FUENTES Y BIBLIOGRAFIA:
La Colección íntegra de la revista “La Merced” puede consultarse en BIBLIOTECA DEL MONASTERIO DE POIO, Plaza del Convento, 2 (36995 PONTEVEDRA) y ARCHIVO DE LA MERCED DE CASTILLA, Calle Belisana, 2 (28043 MADRID). Más información enwww.mercedarios.net/caminosdeliberacion