SENÉN VIDAL (1941- 2016). Memoria de luz, una vida al servicio de la Biblia

Más que colega ha sido amigo, un interlocutor, de los pocos verdaderos, para tratar de la vida, para comentar los temas de la Biblia y de la Iglesia, en comunión estrecha, en cercanía de alma.
Fuimos compañeros de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, durante largos años, hasta el 1984, en que la vida nos separó.
Yo tuve que dejar la Facultad por cuestiones de administración y de enseñanza. Él la dejó también por temas administrativos... en parte por mí. Me dijo así: “Si tú no estás, yo tampoco quiero estar…” (y así renunció, le renunciaron; era hombre de una sola palabra, recto hasta el límite, fiel hasta la entraña).
Desde entonces hemos seguido unos caminos paralelos, unas veces más lejos, otras más cerca. Él en Comillas, en Valladolid, por América… siempre estudiando y estudiando los temas de la Biblia. Nadie como él ha conocido en España (y en lengua castellana) los temas del NT.

En los últimos tiempos nos hemos visto siempre, sin falta, dos o tres veces al año, al calor de un café. Nos hemos animado, hemos gozado de la vida y de la Biblia. Este domingo de Pascua (27.3.16) me puso unas letras: Felicidades, nos vemos… Le contesté “nos vemos, felicidades”. Estábamos para quedar, uno de estos días.
Pero la muerte le ha sorprendido este mediodía (11.4.16) mientras venía de celebrar la eucaristía. Se sentó al solecillo frío de estos días de primavera salmantina en el Parque de San Francisco, quizá cansado, con su libro.... y allí le ha sorprendido la muerte, en forma de infarto.
Dios le ha dicho: Ya has trabajado bastante, Senén… Y le he llamado. No ha terminado de publicar todos los comentarios al NT como había proyectado. Nos ha dejado obra, nos ha dejado trabajo, para terminar el suyo.
Así le quiero recordar esta tarde, conmocionado todavía por la noticia. Mañana será el funeral, posiblemente, en la parroquia de san Pablo, en Salamanca.
Desde aquí quiero enviar mi mejor abrazo a su hermano, Marciano, moralista y, sobre todo, amigo. con quien estuve en Madrid el mes pasado.
Un día, más adelante escribiré mejor la semblanza de Senén, hecha de casi 40 años de teología compartida. Hoy me limito a recoger tres “notas” que ha venido publicando en los últimos meses sobre su vida y obra.
Adiós, Senén. Nos queda por subir juntos a las Médulas, junto a tu pueblo. Pero llevamos el recuerdo de haber vivido y trabajado y querido juntos, tú con gran fidelidad, con sabiduría inmensa, con gran amor a Jesús a su pueblo, que son los hombres y mujeres de la tierra (como siempre me decías).
Descansa en el Dios en quien has creído. Gracias por haber vivido y creído como has hecho. Nos queda pendiente el último café pascual.
SENÉN VIDAL
(Pikaza, Diccionario de Pensadores Cristianos, pag. 927-928)
Exegeta y teólogo católico español, de la Hermandad Sacerdotal P. Ávila (hermano de M Vidal). Ha estudiado en Roma y Múnich y se ha especializado en el origen y desarrollo de los textos básicos del Nuevo Testamento. Ha enseñado en la Universidad Pontificia de Salamanca y en el Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid, trabajando en tres campos fundamentales:
1. Pablo y la literatura paulina.
Su primer libro, titulado La resurrección de Jesús en las cartas de Pablo. Análisis de las tradiciones (Salamanca 1982), valoraba y situaba en su contexto las tradiciones y fórmulas previas de tipo pascual que Pablo ha introducido e interpretado en sus cartas, ofreciendo la visión más completa de los principios de la teología y liturgia prepaulina de las iglesias helenistas. Más tarde ha publicado otro libro, titulado Las cartas originales de Pablo (Madrid 1996), donde analiza y recoge las que, a su juicio, son cartas auténticas de Pablo, tal como han sido asumidas, completadas y organizadas por la tradición posterior, hasta desembocar en el orden actual del Corpus Paulino. Culminando este campo de investigación, ha publicado una tercera obra titulada El proyecto mesiánico de Pablo (Salamanca 2005; versión compendiada en Pablo. De Tarso a Roma, Santander 2007), donde recoge de un modo sistemático el mensaje y teología de Pablo.
2. Corpus de Juan.
Senén Vidal ha estudiado también el origen y desarrollo de la tradición juanea, en un libro titulado: Los escritos originales de la comunidad del discípulo amigo de Jesús El evangelio y las cartas de Juan (Salamanca 1997). Las obras de la comunidad del discípulo “amigo” constituyen uno de los enigmas y aportaciones mayores no sólo del Nuevo Testamento, sino de la vida y teología del cristianismo. Por siglos se han situado, comentado y expandido sin tener en cuenta el proceso y momentos de su desarrollo. Vidal ha mostrado que ellas son fruto de una comunidad que ha vivido de algún modo separada de otros grupos antiguos de la iglesia, cultivando un recuerdo especial de Jesús y elaborando sus escritos. Pasados los años, tras un proceso de crecimiento, ajuste y crisis, algunos miembros de esa comunidad vinieron a integrarse en la Gran Iglesia, llevando el tesoro de sus libros, debidamente adaptados. La historia de esa comunidad se ha expresado en el texto actual del evangelio y las cartas de Juan, que han surgido a partir de tradiciones sueltas (T), de una colección de milagros (CM) y de un relato de la pasión (RP).A partir de esas tradiciones, un primer redactor ha fijado el texto base del evangelio (E1), que a lo largo de los años ha sido transformado (E2) y glosado (E3). Construido de esa forma, el evangelio actual ha sufrido pocas variaciones (algún cambio de orden, alguna añadidura, como la de 7, 53-8, 1). Más tarde, en un proceso paralelo de ajuste de tradiciones, han ido surgiendo las tres cartas (1Jn, 2Jn y 3J). Muchos especialistas habían señalado, de un modo más o menos semejante, ese proceso. Lo que no se había hecho, que sepamos, es una presentación seguida del texto así dividido y aclarado, en sus diversos momentos, con el original griego y una ajustadísima traducción castellana, en perfecta y distinta grafía para cada caso.
3. Vida de Jesús.
Finalmente, el profesor Vidal ha recogido en un libro programático el despliegue de la historia de Jesús: Los tres proyectos de Jesús y el cristianismo naciente (Salamanca 2003; versión condensada en Jesús el Galileo, Santander 2006). Vidal ha distinguido en la vida y mensaje de Jesús tres momentos principales: 1. Fue profeta apocalíptico, como Juan Bautista (siendo discípulo y colaborador suyo). 2. Fue después mensajero del Reino de Dios en su etapa galilea. 3. Finalmente ha venido a mostrarse como Mesías que sube a Jerusalén para instaurar el Reino, estando a ser crucificado (y siendo crucificado de hecho). S. Vidal no ha querido ofrecer una «biografía» de Jesús, sino tres «retratos» en los que se expresan los momentos básicos de su vida y movimiento, dentro del contexto judío de su tiempo. Éste es quizá el libro más significativo escrito sobre el tema en lengua castellana y puede tomarse ahora, como principio punto de partida para entender la obra de Vidal y la historia del cristianismo primitivo, dividido, de manera clásica, en tres etapas fundamentales: historia de Jesús, tradición helenista y paulina, escuela de Juan.
NUEVO TESTAMENTO, SAL TERRAE, SANTANDER, 2015
1302 PÁGS (en gran formato)
Blog. X. Pikaza día 13.04.15
Ésta es, sin duda, una obra cumbre de la exégesis y teología hispana de los últimos decenios, posiblemente la más significativa de los últimos decenios.
Digo posiblemente, porque las comparaciones son odiosas (y con frecuencias falsas). Añado "en lengua castellana", porque hay algunas obras muy buenas escritas en otros idiomas. Tomo además la referencia a los últimos decenios de un modo general.
Pero, con esas salvedades, mantengo lo dicho en el título: Estamos ante una obra cumbre: En plena madurez creadora, recogiendo y condensando trabajos anterior, Senén Vidal ha publicado unas de las obras más importantes de la teología y vida cristiana de los últimos tiempos. Ésta es ante una obra cumbre de la exégesis hispana: Senén Vidal, Nuevo Testamento, Sal Terrae, Santander, 1302 págs, en gran formato.
Nadie, que yo sepa, ha realizado una traducción y comentario semejante de todo el Testamento. Sólo Senén Vidal, después de más de treinta años de prepa prepración, ha podido realizar una obra de esta envergadura: Una traducción propia del Nuevo Testamento, con introducción de conjunto y notas exegéticas de todos los libros.
-- Es una obra cumbre por su volumen (1300 páginas) y por su contenido: Una presentación precisa y ceñida de cada uno de los libros, con una visión de conjunto de su origen y de sus diversos elementos, con introducciones y notas en las que se sitúa y describre el sentido y lugar de cada de los textos.
-- Es una obra que recoge una parte considerable de los libros y trabajos anteriores de Senén Vidal, que le han permitido conocer y presentar los textos básicos del Nuevo Testamento, a través de diversas obras monográficas, que presentaré a continuación.
-- Algo conozco de la exégesis hispana de los últimos decenios, y así lo he mostraro en ese mismo blog. Algo he publicado ya sobre Senén Vidal, amigo, colega y maestro (ayer mismo he comentado su último libro sobre los Hechos de los apóstoles). Todo eso me permite decir (sin minusvalorar a otros grandes investigadores de España y América Latina) que nos hallamos ante una obra cumbre de la exégesis y teología hispana.
Así quiero presentarla, presentando de nuevo al autor, con sus obras anteriores sobre el tema, y con la aportación y novedad de este trabajo que constituye de algún modo (por ahora) su testamento académico, al servicio de la cultura hispana, de la Palabra de Dios, según la Biblia del Nuevo Testamento.
2. En la base de este libro
Senén Vidal recoge ahora en este libro de conjunto (Traducción y comentario del NT) lo que ha sido su investigación anterior sobre el tema, condensada en los siguientes libros:
1. Pablo y la literatura paulina. Las cartas originales de Pablo (Madrid 1996; 2ª edición ampliada y precisada en Mensajero, Bilbao 2013), donde traduce y analiza las cartas auténticas de Pablo, tal como han sido asumidas, completadas y organizadas por la tradición posterior, hasta desembocar en el orden actual del Corpus Paulino.
2. Corpus de Juan. Los escritos originales de la comunidad del discípulo amigo de Jesús El evangelio y las cartas de Juan (Salamanca 1997, con segunda edición ampliada y precisada: Evangelio y Carta de de Juan. Génesis de los textos juánicos, Mensajero, Bilbao 2013). S. Vidal traduce, analiza y divide también esta obras los escritos del Corpus de Juan
3. El documento Q: los primeros dichos de Jesús, Sal Terrae, Santander 2011. Recoge, traduce y sintetiza el texto básico de Q, en el principio de la tradición evangélica.
4. La carta a los Tesalonicenses 1: El primer escrito cristiano, Sígueme, Salamanca 2006.
5. Colosenses y Efesios, GLNT, Verbo Divino, Estella 201
6. Hechos de los Apóstoles y orígenes cristianos, Sal Terrae, Santander 2015. Análisis de los textos de fondo de la tradición de los Hechos.
3. La aportación de esta obra
Es, como digo, una obra cumbre que recoge más de treinta años de investigación directa sobre el tema, expresada en obras anteriores de investigación detallada sobre los diversos textos del NT. En esa línea, ésta no es una obra totalmente nueva, sino que recoge y condensa la investigación anterior.
Nuevas son sólo las partes dedicadas a los sinópticos, a las “cartas católicas” y al “apocalipsis” de Juan, pues de todos los demás escritos del NT se había ocupado antes con gran detalle y precisión el prof. S. Vidal.
Ésta es una obra única en España y en todo el mundo cultural de lengua castellana, una obra también novedosa y significativa en el panorama internacional. Éstas sus cinco aportaciones fundamentales:
1. La traducción del texto, que recoge en forma actual (en lenguaje comprensible y cercano) la palabra y mensaje del NT. Son muchas las traducciones del NT que hoy existen, y varias son muy valiosas. Ésta tiene la ventaja de la “cercanía” al texto original, sin apegarse nunca de un modo literalista a los texto. Es una traducción literal y literaria al mismo tiempo, coloquial y científica a la vez. Es una pena que no se haya puesto al lado el texto griego del NT, para uso escolar, aunque quizá ampliaría demasiado el volumen de la obra.
2. Las introducción de cada sección y libro. Recogen lo mejor que actualmente se puede afirmar sobre el surgimiento y desarrollo de los textos del NT, con sus divisiones y sus posibles textos anteriores, tanto en los evangelios como en Pablo. Son introducciones breves, pero van directamente a lo esencial, sin detenerse en un tipo de erudición innecesaria. En esa línea, esta obra de conjunto podría dividirse en cuatro o cinco obras mejores, cada una plenamente valiosa.
3. Son fundamentales las notas, entendidas en plano literario e histórico (y a veces teológico). No son notas de interpretación “confesional” (católica, protestante…). El libro se sitúa por encima de esas divisiones, allí donde el NT aparece en su radicalidad como testimonio del primer cristianismo, antes de las divisiones confesionales. Destacan las notas de tipo literario, poniendo de relieve el origen de cada texto, y situándolo dentro del despliegue del cristianismo primitivo.
4. Todo el trabajo (tanto de traducción, como de introducciones y notas) es “de primera mano”. Ciertamente, Senén Vidal recoge la mejor investigación bíblica de los últimos decenios (y siglos), pero la reformula desde su propia perspectiva, de un modo personal. Por eso no apela casi nunca a lo que dicen otros, sino que expone su propia visión personal y directa de los temas, como producto de un trabajo de decenios sobre el texto.
5. En el fondo, estamos ante una inmensa labor apologética, en el sentido radical del término. Apologética es la “defensa del texto” contra todos aquellos que, de un modo o de otro, critican el cristianismo rechazando la veracidad o sentido de la Biblia (del NT). Pues bien, sin ningún tipo de defensa partidista, sin ninguna crítica de los posibles “contrarios”, Senén Vidal se limita a presentar el texto del NT, a traducirlo y exponerlo, de un modo conjunto, para dar así razón de la novedad de la experiencia cristiana, tal como se expresa en los primeros escritos de la iglesia.
4. Conclusión
Sólo nos queda rendir un homenaje de admiración al autor (Senén Vidal) y de agradecimiento a la editorial (Sal Terrae) por haber producido y publicado una obra como esta. Es una obra de generaciones y generaciones. Los que compartimos el trabajo de S. Vidal nos sentimos orgullosos de aquello que ha logrado.
HECHOS DE LOS APÓSTOLES Y ORÍGENES CRISTIANOS, SAL TERRAE, SANTANDER 2015, 176 PÁGS.
(del blog de X. Pikaza, post 14, 04,2015
Se trata de una obra clave en el panorama de los estudios bíblicos en lengua castellana, una obra de autoridad en la interpretación de los orígenes cristianos.
Hace unos veinte años se discutió con pasión el tema de la historia de Jesús.Actualmente (2015), ese tema parece menos candente. Sin duda, ese tema sigue apasionando a muchísimos autores y lectores, de forma que son muchos los que tratan (tratamos) de plantearlo del mejor modo posible. Pero hoy importa más y se discute de manera más apasionada el surgimiento y sentido de la Iglesia, pasando así de Jesús a sus primeros seguidores.
Otros grandes “testigos” (Marcos y Mateo, Pablo y Juan…) no tuvieron necesidad de escribir una historia de la iglesia, porque a su juicio el origen y sentido de la iglesia se hallaba vinculado de tal forma a Jesús que resultaba imposible estudiarlo de manera separada. El primero que ha dado “autonomía” a la historia de la iglesia, dedicándole un tratado ha sido Lucas, autor de dos obras complementarias: El evangelio de su nombre y el libro de los Hechos de los Apóstoles.
De tal forma y con tal autoridad ha escrito Lucas este segundo libro (Hechos) que ha marcado hasta el día de hoy la visión de la historia de la Iglesia. Sólo ahora, a comienzos del siglo XXI, estamos descubriendo plenamente (al menos desde una perspectiva católica) el carácter especial del libro de los Hechos, que no cuenta “la” historia de la iglesia primitiva, sino que ofrece una interpretación muy particular de esa historia, en línea de “tesis”.
Por eso, sólo “de-construyendo” la interpretación del libro de los Hechos, recuperando sus posible materiales más antiguos y fijando sus líneas de interpretación, para valorar plenamente otras fuentes del NT (Pablo, tradición evangélica etc.) podemos “re-construir” la historia de la Iglesia (o mejor, de las iglesias) del principio.
Desde ese fondo se entiende esta obra de Senén Vidal, el autor de más autoridad sobre este tema en lengua castellana.
(a) Esta es, ante todo, una obra de “de-construcción”: S. Vidal va rastreando y recuperando las tradiciones más antiguas del libro de los Hechos, que no concuerdan plenamente con la intención del autor de la obra.
(b) Sólo así, reconociendo los materiales más antiguos y fijando la intención histórico-teológica de Lucas, podemos interpretar mejor el origen del cristianismo.
1. Lucas-Hechos, una obra doble
Entre el 90 y el 100 d.C., un cristiano culto, de origen probablemente pagano, que pudo haber sido prosélito judío y conocía bien la Biblia Griega (los LXX), quiso escribir la primera historia de Jesús y de su movimiento, siguiendo modelos judios y helenistas. Su relato empieza así: «Ya que muchos han intentado componer un relato (diéguesis) de las cosas (pragmatôn) que han sucedido entre nosotros, según aquello que nos han transmitido los primeros testigos oculares, conver¬tidos en servidores de la Palabra, también yo, después de investigar todo con diligencia, desde los orígenes, he decidido escribírtelo con orden, ilustre Teófilo, para que compruebes la solidez de las enseñanzas que has recibido» (Lc 1, 1-4).
Ese cristiano a quien solemos llamar con la tradición “Lucas” (aunque quizá ese no fuera su nombre) escribió una obra de dos partes (Lc y Hech), algunos dicen que en Roma, porque allí culmina la segunda parte (Hechos), otros piensan que en Éfeso (o incluso en Corinto), porque su modelo de iglesia cristiana responde a esas iglesias que, por otra parte, están muy vinculadas, en un plano político y cristiano.
Senén Vida se inclino por Éfeso, por la importancia de ese iglesia, porque en su entorno surgieron las cartas de la cautividad (Colosenses y Efesios) y porqué allí se escribirán más tarde el Apocalipsis y las Cartas Pastorales. Ciertamente, según Hechos, Roma es para Pablo el punto de llegada, pero el lugar de su último mensaje o «testamento» es Éfeso (cf. Hch 20, 17-38).
Todo nos permite suponer que en este momento (en torno al 90/100 d.C.) la memoria de Pablo no es todavía dominante en Roma, una Iglesia de tipo más judeo-cristiano, quizá más vinculada a Pedro (cf. cap. 18), mientras que Éfeso constituye el lugar de cruce de la mayor parte de las tendencias cristianas, porque allí pervive la tradición paulina y porque allí llegaron diversos grupos judeo-cristianos, tras la guerra del 67-70 d.C. Por eso, se puede pensar que Lucas debió escribir su obra doble en Éfeso… y lo hace de maneras muy distintas.
(a) Sabemos mejor la manera en que Lucas compone su evangelio, porque no sólo conocemos sus fuentes básicas (Marcos y Q), sino también otras obras con las que la suya puede compararse (Mateo y Juan). No tenemos, pues, una “historia evangélica” de Jesús, sino cuatro, y el evangelio de Lucas es una de ellas.
(b) Pero la situación respecto a Hechos es totalmente distinta, pues no conservamos sus fuentes (de manera que sólo podemos recuperarlas rastreando su texto)…, ni tenemos otras “historia alternativas”, escritas, por ejemplo desde la perspectiva de la misión judeo-cristiana de Santiago, ni desde la perspectiva posterior de Pedro, ni desde la iglesias de Siria o de Asia Menor. El libro de los Hechos ha quedado así como “testimonio indiscutido” de una historia de la Iglesia que ha sido mucho más rica y discutida.
2. Hechos, una historia parcial
Lucas ha sido el escritor cristiano que ha tenido una conciencia más clara de un tipo de identidad social de la Iglesia y del lugar que ella ocupa en la historia, como un movimiento mesiánico derivado de Jesús, con su propia “entidad” (identidad) en el mundo. Su historia es una historia de “tesis”: No cuenta cómo pasaron las cosas, sino como se entienden desde la perspectiva de una misión paulina que ha desembocado en Roma. Desde ese fondo se entienden los dos polos de su obra:
1. El polo judío forma la raíz, que se debe mantener , pues constituye es el origen y destino israelita de Jesús (todo Lc), el principio jerosolimitano de la iglesia (Hch 1-15). Desde ese fondo, Lucas “idealiza” los orígenes jersolimitanos de la iglesia, en torno a Pedro y a los doce (en contra del origen real de las iglesias o comunidades que fue mucho más amplio y plural, desde el principio).
2. El polo helenista o romano constituye el encuadre final y definitivo de la iglesia, que ha llegado a Roma, donde Pablo está preso, pero anuncia abiertamente el evangelio (Hch 28). Esa visión de la Iglesia madura ya, centrada en Pablo que llega Roma es muy sugerente, pero deja a un lado otras perspectiva e iglesia (en especial las del polo de Siria o de Asia Menos).
Dentro de ese doble entorno (judío y romano), sabiendo que la restauración del reino de Israel queda pendiente (Hch 1, 6-7), en manos de Dios, Lucas quiere escribir aquella que, a su juicio, es la historia central de la iglesia, que va de Jerusalén a Roma. Esa ha sido una opción trascendental para la historia posterior del cristianismo. Indudablemente, Lucas sabe había otras “historia” y que podrían contarse otras visiones de la Iglesia y que la historia de los primeros cristianos se podría haber escrito de manera diferente. Pero, a su juicio, en el fondo de las diversas iglesias late y se expresa un único camino, una trayectoria que va de Jerusalén a Roma.
Conforme a Lucas, esa visión unitaria de la iglesia, que va avanzando de Jerusalén a Roma, está fundada en la obra del Espíritu Santo, que aparece así como auténtico protagonista del relato cristiano. Ciertamente, hay personajes importantes que dominan por un tiempo la trama (los Doce y Pedro, los helenistas y Esteban, Felipe, Santiago…), pero todos ellos acaban quedando siempre en un segundo plano. Actúan por un momento y desaparecen (cumplida ya su función), de manera que la unidad y continuidad de la Iglesia queda garantizada por la acción del Espíritu, que va llevando a la Iglesia desde Jerusalén (con los Doce y Pedro), hasta Roma, que llega para ser juzgado hasta la capital del imperio. Éste es el sentido de la trama del libro:
Recibiréis la Fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros. Y seréis mis testigos en Jerusalén, y en toda Judea y en Samaria, y hasta los confines de la tierra. Y diciendo en estas cosa, mientras ellas miraban fue elevado (Hch 1, 8-9).
Ésta es la trama, que va pasando de Pedro y los Doce, a través de la misión de los helenistas, por medio de Pablo, que ocupa todo el centro de la trama, desde Hech 15 en adelante, como portador de un camino de evangelio que llega a Roma.
3. De la historia central a las “historias truncadas” (es decir, no narradas).
Ésta es para Hechos la “historia central”, que nos lleva de la Iglesia unitaria de Jerusalén a la Iglesia de Roma. Con esa historia ha tenido Lucas una visión unitaria del Cristianismo. Pero en fondo va dejando cabos sueltos, con los helenistas y Esteban, con Felipe y las iglesias de Galilea, de Damasco y de Samaría… Va dejando historias truncadas, como la de los parientes de Jesús y las mujeres, con los cristianos de Alejandría y la misión de los “judaizantes”, en competencia con Pablo.
Para recuperar esas “historia truncadas” ha escrito Senén Vidal esta impresionante “deconstrucción” creadora del libro de los Hechos. Lo hace de un modo sobrio, acudiendo siempre a los textos e interpretándolos de primera mano, con autoridad propia, apelando siempre a su propio magisterio, tras cuarenta años de intensa enseñanza bíblica.