El Papa no hace referencia al drama afgano durante el rezo del Angelus Francisco: "¡Si Jesucristo no nos pone en crisis, quizás hayamos aguado su mensaje!"
"No debemos buscar a Dios en sueños e imágenes de grandeza y poder, sino que debemos reconocerlo en la humanidad de Jesús y, en consecuencia, en la de los hermanos y hermanas que encontramos en el camino de la vida"
"Para entrar en comunión con Dios, antes de observar las leyes o cumplir los preceptos religiosos, es necesario vivir una relación real y concreta con Él"
"Hoy también la revelación de Dios en la humanidad de Jesús puede causar escándalo y no es fácil de aceptar"
"Hoy también la revelación de Dios en la humanidad de Jesús puede causar escándalo y no es fácil de aceptar"
Se esperaban palabras del Papa ante la catástrofe en Afganistán durante el rezo del Angelus que presidió este mediodía, ante miles de personas, en la plaza de San Pedro. Sin embargo, éstas no se produjeron durante una reflexión en el que Bergoglio quiso reivindicar la fuerza de las crisis, del compromiso hasta el final, pese al abandono.
"¿También vosotros queréis marcharos?", dice Jesús en el Evangelio de hoy, después de que la multitud abandonara al maestro tras el milagro de los panes y los peces, la revelación del "verdadero pan bajado del cielo", y el anuncio del pago con la carne y la sangre de Cristo.
"Estas palabras suenan duras e incomprensibles a los oídos de la gente, tanto que, a partir de ese momento, muchos discípulos se vuelven atrás, es decir, dejan de seguir al Maestro", explicó Francisco. ¿Por qué se retiran? "¿Cuál es el motivo de este rechazo?", se preguntó el Papa. "Las palabras de Jesús suscitan un gran escándalo. Nos está diciendo que Dios ha elegido manifestarse y realizar la salvación en la debilidad de la carne humana".
Y es que "la encarnación de Dios es lo que causa escándalo y lo que para esas personas, pero a menudo también para nosotros, representa un obstáculo", porque "para entrar en comunión con Dios, antes de observar las leyes o cumplir los preceptos religiosos, es necesario vivir una relación real y concreta con Él".
Esto significa, añadió Francisco, que "no debemos buscar a Dios en sueños e imágenes de grandeza y poder, sino que debemos reconocerlo en la humanidad de Jesús y, en consecuencia, en la de los hermanos y hermanas que encontramos en el camino de la vida".
La Humanidad de Jesús
"Dios se hizo carne y sangre: se rebajó a ser hombre como nosotros, se humilló hasta cargar sobre sí nuestros sufrimientos y nuestro pecado, y, por tanto, nos pide que lo busquemos no fuera de la vida y de la historia, sino en la relación con Cristo y con los hermanos", insistió el Papa, quien incidió en que "hoy también la revelación de Dios en la humanidad de Jesús puede causar escándalo y no es fácil de aceptar".
"Ante el prodigioso gesto de Jesús que alimenta a miles de personas con cinco panes y dos peces, todos lo aclaman y quieren llevarlo en triunfo. Pero cuando Él mismo explica que ese gesto es signo de su sacrificio, es decir, del don de su vida, de su carne y de su sangre, y que quien quiera seguirlo debe asimilarlo a Él, debe asimilar su humanidad entregada por Dios y por los demás, entonces no, este Jesús ya no va bien", admitió Bergoglio.
"Queridos hermanos, no nos extrañemos si Jesucristo nos pone en crisis. Al contrario, preocupémonos si no nos pone en crisis, ¡porque quizás hayamos aguado su mensaje! Y pidamos la gracia de dejarnos provocar y convertir por sus palabras de vida eterna", culminó.
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