En conmemoración del primer pesebre instalado por san Francisco de Asís hace 800 años Francisco concede la indulgencia plenaria a quien rece ante un pesebre franciscano
Con motivo de los 800 años del primer pesebre, instalado por san Francisco de Asis, el Papa concedió esa gracias a quienes oren ante los pesebres de las iglesias de la Orden Franciscana
Los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria entre el 8 de diciembre de 2023, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y el 2 de febrero de 2024, fiesta de la Presentación en el Templo de Nuestro Señor Jesucristo
Para obtener la Indulgencia Plenaria, además, los fieles deberán cumplir con los tres requisitos establecidos: la confesión sacramental, la comunión eucarística y el rezo por las intenciones del Papa
Para obtener la Indulgencia Plenaria, además, los fieles deberán cumplir con los tres requisitos establecidos: la confesión sacramental, la comunión eucarística y el rezo por las intenciones del Papa
(AICA).- Con motivo de los 800 años de la primera representación viviente del nacimiento de Jesús, organizada por san Francisco de Asís y conocida como la “Navidad de Greccio”, el Papa Francisco concedió a la Conferencia de la Familia Franciscana la obtención de una indulgencia plenaria para quienes visiten las iglesias de la Orden y se detengan ante sus pesebres para orar.
Los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria otorgada por el Papa Francisco entre el 8 de diciembre de 2023, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y el 2 de febrero de 2024, fiesta de la Presentación en el Templo de Nuestro Señor Jesucristo.
Requisitos para obtener la Indulgencia Plenaria a quien ore ante un Nacimiento
Por medio de un comunicado emitido desde el Municipio de Asís, Italia, y firmado por los cinco ministros generales y el presidente de la Conferencia de la Familia Franciscana, Frances Duncan OSF, se informó que el 17 de abril de 2023 se dirigió una petición al Papa Francisco para que se otorgara la indulgencia plenaria en las sicrunstancias mencionadas, “con el fin de promover la renovación espiritual de los fieles y acrecentar la vida de gracia”.
De esta manera, “visitando las iglesias que las familias franciscanas tienen en todo el mundo y deteniéndose en oración ante los pesebres allí montados, los fieles pueden obtener la indulgencia plenaria en las condiciones habituales”.
“Asimismo, quienes estén enfermos o físicamente incapacitados para participar, también podrán gozar del don de la indulgencia plenaria, ofreciendo sus sufrimientos al Señor o realizando prácticas piadosas”, se señala en el documento.
Para obtener la Indulgencia Plenaria los fieles deberán cumplir con los tres requisitos establecidos: la confesión sacramental, la comunión eucarística y el rezo por las intenciones del Papa.
La Conferencia de la Familia Franciscana informó que la solicitud para que se otorgara la Indulgencia Plenaria en el marco de los 800 años del Pesebre Viviente de san Francisco de Asís, fue aceptada positivamente por la Penitenciaria Apostólica del Vaticano y que se le concedió a la Conferencia la facultad de anunciarla públicamente.
“Por lo tanto, en todas las iglesias que nos fueron confiadas para el cuidado pastoral, será posible para todos los fieles obtener la indulgencia plenaria en las condiciones habituales, del 8 de diciembre de 2023 al 2 de febrero de 2024”, se informó.
El primer Nacimiento viviente organizado por San Francisco de Asís
En el marco de las celebraciones de la Navidad de 1223, san Francisco de Asís tuvo la idea de representar el Nacimiento de Jesús de la misma manera en que se relata en el Evangelio de san Lucas. Así, unos quince días antes de la Navidad Francisco llamó a un hombre de nombre Juan, y le dijo: “Si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo hacer memoria del Niño que nació en Belén, y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno”.
Ante esto, el hombre preparó en el lugar señalado lo que el santo le había indicado y, el día de la representación, “llegaron personas de muchos lugares, quienes, rebosando de gozo, prepararon, cirios y teas para iluminar aquella noche.
“Llegó, en fin, el santo de Dios y, viendo que todas las cosas estaban dispuestas, las contempló y se alegró. Se prepara el pesebre, se trae el heno y se colocan el buey y el burro. Allí, la simplicidad recibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad, y Greccio se convierte en una nueva Belén”, señala un relato publicado por la Orden de los Hermanos Franciscanos.
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