Felix A. Machado: “El diálogo puede superar la guerra y atraer a personas de diferentes generaciones” Jean Mbarga: “El Papa se opone a la hegemonía del dinero en el mundo y a la dictadura del poder económico de las grandes potencias”
"La mundialización impide y paraliza la solidaridad”
“Se trata de pensar y actuar en términos de comunidad y luchar contra las causas estructurales de la pobreza y la negación de los derechos sociales y laborales. Luchar contra el dinero”
“La solidaridad, en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia, como están haciendo los movimientos populares” y, por eso, “solidaridad no se puede confundir con limosna, sino con generación de oportunidades”
“El Papa está haciendo grandes esfuerzos por la paz. Está construyendo puentes de amistad. Por eso, los musulmanes lo escuchan”
“La solidaridad, en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia, como están haciendo los movimientos populares” y, por eso, “solidaridad no se puede confundir con limosna, sino con generación de oportunidades”
“El Papa está haciendo grandes esfuerzos por la paz. Está construyendo puentes de amistad. Por eso, los musulmanes lo escuchan”
| José Manuel Vidal enviado especial a Barcelona
Dos visiones complementarias sobre el Papa, procedentes de las periferias: África y Asia. Esta mañana, en la penúltima sesión del Congreso sobre 'La aportación del Papa Francisco a la teología y a la pastoral', que termina hoy en Barcelona, intervinieron dos obispos: monseñor Jean Mbarga, arzobispo de Yaundé (Camerún) y monseñor Félix Anthony Machado, arzobispo de Bombay (India). Con sendas ponencias sobre el pensamiento de Francisco. El africano, sobre la globalización de la solidaridad, y el asiático, sobre la cultura de la paz.
Con un verbo cálido y apasionado, el arzobispo de Yaundé, comenzó haciendo una descripción de las sombras mundiales respecto a la solidaridad. Porque, a su juicio, “la indiferencia se ha mundializado y la diferencia entre ricos y pobres ha aumentado en todos los niveles. Los países pobres son explotados. La mundialización impide la solidaridad. Paraliza la solidaridad incluso en las familias”
Para hacerle frente a las sombras, el prelado propuso “la solidaridad que trabaja para los pobres y es algo fundamental en la Doctrina social de la Iglesia”. Es decir, “se trata de pensar y actuar en términos de comunidad y luchar contra las causas estructurales de la pobreza y la negación de los derechos sociales y laborales. Luchar contra el dinero”
“La solidaridad, en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia, como están haciendo los movimientos populares” y, por eso, “solidaridad no se puede confundir con limosna, sino con generación de oportunidades”
Para monseñor Mbarga, “ésta es la visión de la Iglesia y del mundo plasmada en el poliedro, como dice el Papa, que reconoce las diferencias y la comunión”. “Un mundo solidario, que tiene su modelo en el poliedro y en la esfera y que concibe la política como un poliedro: unión entre identidad y diferencias propias”.
Multipolaridad mundial
Tras apostar, como el papa por la multipolaridad mundial, el prelado africano repasó los grandes principios que ofrece Francisco para mundializar la solidaridad:
-El tiempo es superior al espacio: Hay que dar tiempo para construir una solidaridad duradera
-La unidad prevalece por encima del conflicto: Para construir una amistad social
-La realidad es más importante que la idea: diálogo permanente entre la idea y la realidad
-El todo es superior a la parte: el bien común es superior al particular.
Con estos principios, aplicados a la realidad, el obispo de Camerún aseguró que “la mundialización de la solidaridad es un camino para resolver las crisis mundiales”, porque “la solidaridad mundializada asume los derechos humanos”.
Además, “hace falta una mundialización de la economía. La política y la economía tienen que estar en diálogo para la plenitud humana”. Por eso, “el Papa llama a reducir las desigualdades y a la promoción de un programa que implemente el destino universal de los bienes del mundo, como proyecto de una humanidad nueva”.
Dictadura del poder económico
Y, por eso, “el Papa se opone a la hegemonía del dinero en el mundo y a la dictadura del poder económico de las grandes potencias”.
Y monseñor Mbarga concluyó afirmando que “la mundialización de la solidaridad es la mundialización de los valores humanistas de la doctrina social de la Iglesia”.
A continuación, turno para el arzobispo de Bombay, Felix Anthony Machado, experto en misionología y miembro, durante años, del Pontificio consejo para el diálogo interreligioso, con una ponencia sobre 'La cultura de la paz y el espíritu de Asís'
Asia, el continente de las religiones
El prelado comenzó señalando que “Asia es el continente de las religiones. Incluso del cristianismo: Jesús es asiático” y “la India, mi país, es el país del diálogo, al menos desde hace 150 años antes de Cristo”
Para el prelado indio, “el pontificado de Francisco está consolidando las enseñanzas del Vaticano II” y “para concretar el Concilio, la cultura de la paz puede enriquecerse con la inspiración del espíritu de Asís”
¿Qué es este espíritu?
“La paz está continuamente amenazada y, a veces, parece un objetivo humano inalcanzable”, pero “Asís es aclamado por todo el mundo como el símbolo de la paz”. De hecho, “Asís 86 fue un evento único e irrepetible, pero quedó abierto, para alentar nuevas iniciativas, para construir puentes de amistad en todo el mundo y cultura de diálogo y paz”
Además, según el prelado asiático, “el espíritu de Asís ha pasado a las nuevas generaciones” y “sigue extendiendo por el mundo la cultura de la paz”.
Y, para extender la cultura de la paz, el Papa Francisco propone el diálogo.
“La paz requiere un diálogo persistente, paciente. El diálogo puede superar la guerra y atraer a personas de diferentes generaciones y hace que los ciudadanos de diferentes orígenes y creencias coexistan. El diálogo es el camino de la paz, porque fomenta la armonía y la concordia”
“Es vital, pues, que el diálogo crezca y se expanda, como una red de paz, que protege al mundo y, especialmente, a los más débiles”.
Abu Dhabi, ejemplo a seguir
Y tras alabar encendidamente el documento de Abu Dhabi, firmado por el Papa y el imán de Al Azhar, monseñor Machado concluyó : “O construimos juntos el futuro o no hay futuro para nadie”. Y terminó su conferencia poniendo de ejemplo, de nuevo, a Francisco: “El Papa está haciendo grandes esfuerzos por la paz. Está construyendo puentes de amistad. Por eso, los musulmanes lo escuchan. Crear amistad, algo que visto desde la India, es muy importante. Sólo nos escucharán si nos consideran amigos”.