Destaca la "confianza inquebrantable en Dios" de José quien "e permitió aceptar una situación humanamente difícil e incomprensible” San José, el "guardián" de la Sagrada Familia, protagonista del último Angelus del Adviento papal
"José ha de entender, y entiende, en la fe, que el niño nacido en el seno de María no es su hijo, sino el Hijo de Dios y él, José, será su guardián asumiendo plenamente la paternidad terrenal”
“No predica, no habla, pero trata de hacer la voluntad de Dios, y la cumple al estilo del Evangelio y de las Bienaventuranzas”
“José sabía que si denunciaba a su prometida, la expondría a graves consecuencias, incluso la muerte. Tenía plena fe en María, a quien eligió como su esposa, y buscó otra solución”
"Que la Santa Navidad sea para todos una ocasión de fraternidad, de crecimiento en la fe y de gestos de solidaridad con los necesitados"
“José sabía que si denunciaba a su prometida, la expondría a graves consecuencias, incluso la muerte. Tenía plena fe en María, a quien eligió como su esposa, y buscó otra solución”
"Que la Santa Navidad sea para todos una ocasión de fraternidad, de crecimiento en la fe y de gestos de solidaridad con los necesitados"
José, el padre de Jesús, fue el protagonista del último Angelus del Adviento. “Una figura aparentemente de segundo plano, pero en cuya actitud está contenida toda la sabiduría cristiana”, destacó el Papa, quien confirmó su modestia. “No predica, no habla, pero trata de hacer la voluntad de Dios, y la cumple al estilo del Evangelio y de las Bienaventuranzas”.
San José, a quien el propio Bergoglio denominó custodio de la familia en su primera misa de pontificado, “es pobre porque vive de lo esencial; es una pobreza típica de quien es consciente de que depende en todo de Dios y pone en él toda su confianza”.
Una situación vergonzosa
“La historia del Evangelio de hoy presenta una situación humanamente vergonzosa y contrastada”, explicó el Papa. “José y María están comprometidos; todavía no viven juntos, pero ella está esperando un hijo por obra de Dios. José, ante esta sorpresa, naturalmente permanece perturbado pero, en lugar de reaccionar de manera impulsiva y punitiva, como ocurría en esa época con la ley, busca una solución que respete la dignidad y la integridad de su amada María”. Un ejemplo para los hombres de hoy.
“José sabía que si denunciaba a su prometida, la expondría a graves consecuencias, incluso la muerte. Tenía plena fe en María, a quien eligió como su esposa, y buscó otra solución”, destacó Francisco. José decidió “separarse de María sin crear escándalo”, explicó, pero “el Ángel del Señor intervino para decirle que la solución que él proponía no era la deseada por Dios. Al contrario, el Señor le abrió un nuevo camino de unión, de amor y de felicidad”.
"José, hijo de David, no temas llevarte a María, tu esposa, contigo. Porque el niño que ha sido engendrado en ella viene del Espíritu Santo" (v. 20).
Como antes con María, José refleja la confianza. “José confía totalmente en Dios, obedece las palabras del Ángel y se lleva a María con él”, subrayó Bergoglio. “Fue precisamente esta confianza inquebrantable en Dios la que le permitió aceptar una situación humanamente difícil y, en cierto sentido, incomprensible”, admitió el Pontífice.
El hijo no es suyo, pero él es padre
José ha de entender, y entiende, “en la fe”, que el niño nacido en el seno de María “no es su hijo, sino el Hijo de Dios y él, José, será su guardián asumiendo plenamente la paternidad terrenal”.
“El ejemplo de este hombre gentil y sabio nos exhorta a mirar hacia arriba y a empujarlo más allá”, añadió el Papa, quien pidió “recuperar la sorprendente lógica de Dios que, lejos de pequeños o grandes cálculos, está hecha de apertura hacia nuevos horizontes, hacia Cristo y su Palabra”.
“Que la Virgen María y su casto esposo José nos ayuden a escuchar a Jesús que viene, y que pide ser acogido en nuestros planes y elecciones”, concluyó Francisco.
Tras el rezo del Angelus, el Papa saludó a los fieles presentes, y recordó que “dentro de tres días será Navidad”. “Mi pensamiento va especialmente a las familias, que se reúnen en estos días festivos: los que viven lejos de sus padres se van y vuelven a casa; los hermanos y hermanas tratan de encontrarse. Que la Santa Navidad sea para todos una ocasión de fraternidad, de crecimiento en la fe y de gestos de solidaridad con los necesitados”, finalizó.