El Papa aboga por dar "respuestas cristianas" a "los retos de la bioética" "No se puede tratar a los embriones humanos como material desechable, de descarte"
"No podemos pagar el precio de la dignidad humana por el progreso, no", señala Francisco en su 'Vídeo del Papa' para marzo
"Hoy día la bioética nos presenta una serie de problemas a los cuales tenemos que responder, no esconder la cabeza como el avestruz"
"No se puede, extendiendo así esa cultura que hace tanto daño. O dejar que las ganancias económicas condicionen la investigación biomédica"
"Ante los nuevos desafíos que presenta la bioética, recemos para que los cristianos, mediante su oración y su acción social, promuevan la defensa de la vida"
"No se puede, extendiendo así esa cultura que hace tanto daño. O dejar que las ganancias económicas condicionen la investigación biomédica"
"Ante los nuevos desafíos que presenta la bioética, recemos para que los cristianos, mediante su oración y su acción social, promuevan la defensa de la vida"
"Recemos para que podamos dar una respuesta cristiana a los retos de la bioética". El Papa Francisco ha querido dedicar su 'Vídeo del Papa' de marzo, realizado con la colaboración de con la colaboración de la Pontificia Academia para la Vida, a los problemas de las investigaciones y al progreso tecnológico.
"Evidentemente que la ciencia ha progresado y hoy día la bioética nos presenta una serie de problemas a los cuales tenemos que responder, no esconder la cabeza como el avestruz", señala el Pontífice, quien insistió en que "las aplicaciones biotecnológicas deben usarse siempre basándose en el respeto de la dignidad humana. Por ejemplo, no se puede tratar a los embriones humanos como material desechable, de descarte".
"En esta cultura del descarte también entran ellos, no, no se puede, extendiendo así esa cultura que hace tanto daño. O dejar que las ganancias económicas condicionen la investigación biomédica", constata el Papa, quien pide "comprender los cambios profundos con que se está produciendo con un discernimiento aún más profundo, aún más sutil".
"No se trata de frenar el progreso tecnológico. No, hay que acompañarlo", admite Bergoglio, quien insiste: "Se trata de proteger tanto la dignidad humana como el progreso. Es decir, no podemos pagar el precio de la dignidad humana por el progreso, no". Porque "ambos van juntos y armónicamente juntos".
"Ante los nuevos desafíos que presenta la bioética, recemos para que los cristianos, mediante su oración y su acción social, promuevan la defensa de la vida", concluye el Pontífice.
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