"La rigidez preceptiva puede ser una tentación fácil, pero al hacerlo uno se saldría del camino de la libertad" Francisco: "Hay gente que parece que vive entre habladurías, todos los días critican a los demás. ¡Mírate a ti mismo!"
"La regla suprema de la corrección fraterna es el amor, y muchas veces es tolerar los problemas y los defectos de los otros, en silencio y oración para ayudarle luego a corregirle. Y esto no es fácil: el camino más fácil es 'sacarle el cuero al otro', las habladurías"
El Papa pide "pastores que caminan con el pueblo", no pastores "con la nariz parada"
"Creer en Dios es siempre más fuerte que nuestras resistencias y más grande que nuestros pecados"
"Para poder combatir los “deseos de la carne” que no favorecen la comunión —como la envidia, la hipocresía, el rencor, las críticas destructivas— es necesario dar espacio a la gracia y a la caridad"
"Creer en Dios es siempre más fuerte que nuestras resistencias y más grande que nuestros pecados"
"Para poder combatir los “deseos de la carne” que no favorecen la comunión —como la envidia, la hipocresía, el rencor, las críticas destructivas— es necesario dar espacio a la gracia y a la caridad"
"Creer en Dios es siempre más fuerte que nuestras resistencias y más grande que nuestros pecados". El Papa Francisco hizo un llamamiento a los cristianos a "adquirir una visión positiva de la vida", caminando "según el Espíritu" y no dejarse tentar por las habladurías y las condenas teóricas desde el púlpito. "La regla suprema de la corrección fraterna es el amor, y muchas veces es tolerar los problemas y los defectos de los otros, en silencio y oración para ayudarle luego a corregirle. Y esto no es fácil: el camino más fácil es 'sacarle el cuero al otro', las habladurías". ¿Llamada de atención a los que, como el obispo Munilla, se rasgan las vestiduras y se dedican a interpretar al Papa? Quien tenga oídos...
"¿Caminamos según el Espíritu o nos quedamos encerrados en deseos mundanos? Si nos dejamos guiar por el Espíritu, también estamos llamados a acompañar a los que más sufren, a rezar por ellos y a ayudarlos de una manera concreta. Los animo a seguir en este camino con paciencia y alegría", subrayó en su saludo en castellano, que completaba la catequesis de este miércoles en la Audiencia General, en la que abordaba una parte de la Carta de San Pablo a los Gálatas. Con una mirada a los pastores, que han de "ir detrás de Él (Jesús) en su camino, como hicieron los primeros discípulos. Y significa al mismo tiempo evitar el camino opuesto, el del egoísmo, el de buscar el propio interés, que el apóstol llama «apetencias de la carne»".
Visión positiva de la vida
Porque "el Espíritu es la guía de este camino sobre la vía de Cristo, un camino maravilloso pero también agotador, que empieza en el Bautismo y dura toda la vida. Pensemos en una larga excursión a lo alto de la montaña: es fascinante, la meta nos atrae, pero requiere mucho esfuerzo y tenacidad".
"Recorriendo este camino, el cristiano adquiere una visión positiva de la vida. Esto no significa que el mal presente en el mundo haya desaparecido, o que hayan desaparecido los impulsos negativos del egoísmo y el orgullo; más bien quiere decir que creer en Dios es siempre más fuerte que nuestras resistencias y más grande que nuestros pecados", explicó, dando ejemplos concretos de "lo necesario que es obedecer a Dios", pero siempre "según el Espíritu".
Y es que "construir la comunidad siguiendo el camino indicado por el Apóstol es emocionante, pero arduo", y lleno de tentaciones, "las envidias, los prejuicios, las hipocresías, los rencores", y "recurrir a una rigidez preceptiva puede ser una tentación fácil, pero al hacerlo uno se saldría del camino de la libertad y, en lugar de subir a la cima, volvería hacia abajo".
Frente a ello, el Papa propuso "dar espacio a la gracia y a la caridad". Es la corrección fraterna, "ayudarse mutuamente a llevar nuestras cargas". "De hecho, cuando tenemos la tentación de juzgar mal a los otros, como sucede a menudo, debemos sobre todo reflexionar sobre nuestra propia fragilidad", señaló Francisco, quien improvisó para pedir "no hablar mal de los demás". "Hay gente que parece que vive entre habladurías, todos los días critican a los demás. ¡Mírate a ti mismo!"
Corresponsables del error de los otros
"Está bien preguntarnos qué nos impulsa a corregir a un hermano o a una hermana, y si no somos de alguna manera corresponsables de su error", añadió el Papa, quien abundó en la "mansedumbre" y la "solidaridad, llevar los pesos de los otros. "¡Cuántos pesos están presentes en la vida de una persona: la enfermedad, la falta de trabajo, la soledad, el dolor…! ¡Y cuántas otras pruebas requieren la cercanía y el amor de los hermanos! "
Porque, repitió, "la regla suprema de la corrección fraterna es el amor: querer el bien de nuestros hermanos y de nuestras hermanas", culminó.
Saludo en castellano
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy san Pablo nos exhorta a que caminemos según el Espíritu y nos dejemos guiar por Él en nuestro seguimiento de Cristo. Estas expresiones indican que la vida cristiana es acción, movimiento, dinamismo. Al mismo tiempo, el Apóstol nos dice que hay que evitar el camino opuesto, al que llama “los deseos desordenados”. Pero eso no significa que el mal o nuestros impulsos negativos vayan a desaparecer, sino que Dios es siempre más fuerte que nuestras resistencias y nuestros pecados.
Por otra parte, este caminar según el Espíritu no es sólo una acción individual, implica también a la comunidad. Para poder combatir los “deseos de la carne” que no favorecen la comunión —como la envidia, la hipocresía, el rencor, las críticas destructivas— es necesario dar espacio a la gracia y a la caridad. El amor es la regla suprema para poder seguir el camino de Cristo, nos hace conscientes de nuestra propia fragilidad, y misericordiosos y solidarios con las dificultades y debilidades de los demás.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Los invito a dejarse interpelar por las palabras de san Pablo: ¿Caminamos según el Espíritu o nos quedamos encerrados en deseos mundanos? Si nos dejamos guiar por el Espíritu, también estamos llamados a acompañar a los que más sufren, a rezar por ellos y a ayudarlos de una manera concreta. Los animo a seguir en este camino con paciencia y alegría. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.
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