El Papa advierte que la guerra de Ucrania desata “la amenaza de recurrir a las armas nucleares” Francisco: “Nuestro mundo sigue sumido en las garras de una tercera guerra mundial”

“El uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, como inmoral es la posesión de armas nucleares". El Papa Francisco ha saludado a los participantes en la Conferencia Internacional organizada en Roma por la Academia de Ciencias Sociales y el Instituto de Investigación sobre la Paz de Oslo para conmemorar el sexagésimo aniversario de la publicación de Pacem in Terris.

En un mensaje enviado al cardenal Turkson, el Papa recuerda la “histórica encíclica del Papa Juan XIII”, cuyo 60 aniversario se celebra en un momento en que “nuestro mundo sigue sumido en las garras de una tercera guerra mundial librada fragmentariamente y, en el trágico caso del conflicto de Ucrania, no sin la amenaza de recurrir a las armas nucleares”.

“De hecho -añade el Papa- el momento actual se asemeja ominosamente al periodo que precedió inmediatamente a Pacem in Terris, cuando en octubre de 1962 la crisis de los misiles cubanos puso al mundo al borde de la destrucción nuclear generalizada”.

Lamentablemente, insiste Francisco, “no sólo ha aumentado el número y la potencia de las armas nucleares, sino que también han florecido otras tecnologías armamentísticas, e incluso el antiguo consenso para prohibir las armas químicas y biológicas está sufriendo tensiones”.

Aterradora fuerza destructiva de las armas modernas

“Hoy, más que nunca, debemos prestar atención a la profética advertencia del Papa Juan de que, a la luz de la aterradora fuerza destructiva de las armas modernas, "las relaciones entre los Estados, como entre individuos, no deben ser reguladas por la fuerza armada, sino de acuerdo con los principios de la recta razón: los principios, es decir, de la verdad, la justicia y la cooperación vigorosa y sincera"”.

En este sentido, Bergoglio reclamó abordar con decisión “el desarme y las vías hacia una paz duradera”.

Desarme y construcción de la paz

“Espero que vuestras deliberaciones, además de analizar las actuales amenazas militares y tecnológicas a la paz, incluyan una reflexión ética disciplinada sobre los graves riesgos asociados a la posesión continuada de armas nucleares, la urgente necesidad de un progreso renovado en el desarme y el desarrollo de iniciativas de construcción de la paz”, recalca Francisco, quien reitera que “el uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, como inmoral es la posesión de armas nucleares", considerando “fundamental la labor de las Naciones Unidas” para “concienciar y promover medidas reguladoras adecuadas”.

Del mismo modo, el Papa reclama que la preocupación por “las implicaciones morales de la guerra nuclear” eclipse “los problemas éticos cada vez más urgentes que plantea el uso en la guerra contemporánea de las llamadas ‘armas convencionales’, que deberían utilizarse únicamente con fines defensivos y no dirigirse contra objetivos civiles”.