Un largo viaje
La noticia estos días que he estado en Irlanda del Norte, era la muerte de Martin McGuinness. La increíble historia de cómo el dirigente terrorista del IRA pudo firmar un acuerdo con alguien tan radicalmente opuesto a él, como el predicador y político unionista Ian Paisley –que tuve la oportunidad de conocer e incluso traducir en alguna ocasión–, llegando a ser primer ministro con él, está todavía por contar. Lo que está claro es que había una extraña química entre ellos, que produjo un entendimiento y complicidad nada habitual en el fanatismo político y religioso que reina hoy en día. Una película estrenada en el festival de Venecia, “The Journey” (El viaje), se pregunta cómo fue esto posible.
El film protagonizado por Colm Meaney y Timothy Spall, que se estrena en junio, no es gran cosa –dice la crítica–, como un telefilm de una hora, pero el tema es apasionante. Para darse cuenta de las dimensiones del asunto, conviene saber algo de la vida de estas personas, que fueron “enemigos mortales” durante años. Uno protestante y otro católico, enfrentados en una batalla de odio y violencia, que duró décadas, para acabar tan amigablemente que les llamaban “los hermanos de las risitas” (The Chuckle Brothers), como se les ve en muchas fotos...
UN CHICO CATÓLICO DE DERRY
McGuinness nació en una familia muy católica de Derry –Londonderry para los protestantes– en 1950. Como algunos católicos en aquella época, tenía tres nombres, pero no José y María con Martin, sino los del Papa Pio XII, Eugenius Pacelli. Al dejar la escuela, trabaja de ayudante en una carnicería hasta entrar en el IRA oficial en 1969, sin saber que una división había provocado el nacimiento del IRA Provisional, donde militó a continuación. En el año 72, cuando soldados de un regimiento de paracaidistas mataron a catorce personas en Derry, por una protesta por la prisión sin juicio de supuestos miembros del IRA, Martin era ya el segundo al mando del IRA en la ciudad. Tenía sólo 21 años.
Acusado de entregar las piezas de una bomba en el Domingo Sangriento, el juicio determinó que aunque se dedicaba a una “actividad paramilitar” y estaba probablemente armado con una metralleta, “no dio justificación a los soldados para abrir fuego”. En el 73 es, sin embargo, arrestado por llevar un coche lleno de explosivos y municiones, siendo sentenciado a seis meses de prisión, por un tribunal de la República. Al salir, supuestamente abandona el IRA en el año 74. La verdad es que estuvo al mando de la organización hasta los años ochenta, que entra en la política con Gerry Adams, que había pasado los setenta, entrando y saliendo de prisión.
El brazo político del IRA, que era el Sinn Feinn, estaba encabezado por Adams, que nunca reconoció su militancia en el IRA, a diferencia de McGuinness. A él se le atribuye la autoria del asesinato de Lord Mountbatten en 1979 y la muerte de 18 soldados británicos Warren Point, pero nunca reconoció estos crímenes. Tenía gancho para la prensa y levantó muchos fondos en Estados Unidos. En los 80 se concentra en campañas por los presos, estando detrás de la huelga de hambre que trajo la muerte de Bobby Sands, cuando a finales de la década empieza a entrar en conversaciones con sus opositores, que llevan al acuerdo de Viernes Santo en 1998.
NUNCA DIGAS JAMÁS
Si hay un protestante que se caracterizó por su continua oposición a cualquier acuerdo con sus irreconciliables enemigos católicos, ese era Ian Paisley (1926-2014). Llego a ser conocido por el título de Mister Nunca por su constante afirmación de que jamás negociaría con ellos. Hijo de un pastor bautista independiente y una estricta presbiteriana, estudia en la escuela evangélica que viene del Avivamiento de Gales, que estáahora en Bridgend,y un año en el seminario de la Iglesia Reformada Presbiteriana, antes de fundar su propia iglesia en los años 50, convirtiéndose en su moderador perpetuo.
Su fundamentalismo le lleva a buscar contacto con los norteamericanos de la Universidad Bob Jones en Greenville (Carolina del Sur), donde estudió Billy Graham, pero él era más anticatólico que anticomunista, lo que hace que sigan caminos diferentes. Hizo campañas contra el aborto, la homosexualidad y la blasfemia, pero su lucha fundamental fue contra el nacionalismo político irlandés, que representaba el terrorismo del IRA. El partido que formó, logra acabar con el unionismo moderado, para quedar solamente él y Sinn Feinn, que eclipsa también al catolicismo moderado de John Hume. Es un típico caso de radicalización de una sociedad dividida.
Lo que presagiaba un conflicto violento con las dimensiones de una guerra civil, llevó sin embargo, a un acuerdo inimaginable con la firma del Viernes Santo de 1998. El caso irlandés te muestra cómo el problema no son las posturas radicales de los bandos enfrentados, sino la actitud que sus representantes tienen para llegar a un acuerdo de convivencia y pacificación. El entendimiento por el que pudieron gobernar con sonrisas, Irlanda del Norte, dos enemigos tan enfrentados como él y McGuinness, siendo los dos primeros ministros en el año 2007, es uno de los grandes enigmas de la Historia contemporánea.
MAYOR DE LO QUE PENSAMOS
Compartía estos días en algunas iglesias el sentimiento de Abraham al llegar a Gerar en el capítulo 20 del Génesis. “Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar” (v. 11), se decía. Su miedo le lleva a mentir incluso a Abimelec, sobre su matrimonio con Sara, pretendiendo que es sólo su hermana. La sensación de amenaza nos hace llegar a cosas así. Cuando nos vemos vulnerables, nos ponemos a la defensiva y tomamos una actitud paranoica que nos hace incluso justificar lo injustificable.
Muchos cristianos están así obsesionados por un mundo que ha dejado de creer en sus valores y se enfrentan a una guerra abierta al secularismo que piensa que va a trastornar todos los fundamentos de la sociedad. Abraham sólo veía pecado en Gerar, pero nuestro texto nos muestra que Dios estaba allí, porque Él es más grande de lo que pensamos.
Si vemos a Abimelec como muchos cristianos miran el mundo, no hay más pregunta que la de Abraham, ¿es alguien salvo?, ¿o no?, ¿creyente o pagano? Sin embargo, ¿quién nos da lecciones de moralidad aquí, sino el pagano Abimelec? Lo que la Palabra nos muestra es que hay una gracia común que alcanza a todo hombre. La pregunta no es si hay alguien es cristiano, o no, sino si Dios está ahí. Y la realidad es que actúa por medio de algunos que parecen incluso moralmente mejores que nosotros.
Ahora bien, la salvación está finalmente en la simiente de Abraham. Aunque él pone en peligro la promesa de Dios, pudiendo haberse quedado Sara en el harem de Abimelec, el capítulo siguiente nace Isaac, de donde vendrá nuestro Liberador. Dios cumple lo que ha dicho, hablando en sueños hasta al pagano Abimelec. Así de segura es nuestra salvación. Nuestro Dios es más grande de lo que imaginamos. Y nuestra seguridad está en alguien mayor que Abraham, Cristo Jesús.