Desde hace meses, diversas entidades trabajan para mantener abiertas vías de diálogo entre las partes La Iglesia catalana, preocupada por la sentencia del 'procés'
"Estamos preocupados. Somos parte de este pueblo y lloramos cuando lo vemos dividido", apunta un obispo catalán a RD
Omella, Planellas y Vives lideran la postura de los obispos, evitando las salidas de tono
Poblet, Montserrat, la Iglesia de base... La Iglesia catalana se mueve. Desde hace meses, y con el conocimiento y el apoyo de la Conferencia Episcopal Tarraconense, diversas entidades católicas catalanas han mantenido contactos discretos para intentar evitar que la sentencia del 'procés' (el Supremo acaba de dictar condena contra todos los procesados) no dinamite los frágiles puentes de diálogo que, después del terremoto posterior al 1 de octubre de 2017, quebró en dos a la sociedad catalana.
Una tarea difícil, casi titánica, que este lunes podría ver truncada sus expectativas. "Estamos preocupados", comenta un obispo catalán a RD. "Somos parte de este pueblo y lloramos cuando lo vemos dividido", asegura, admitiendo que la prisión preventiva de los posibles presos y su más que previsible condena "no ayudan" a relajar la tensión.
Sin embargo, y salvo excepciones, a lo largo de estos meses la Iglesia catalana ha trabajado, desde distintos ámbitos, para apostar con la convivencia en Cataluña.
Visitas a los presos, encuentros discretos con responsables políticos, trabajo de intelectuales para elaborar propuestas... han sido varias las iniciativas surgidas, siempre sin hacer ruido, primando la eficacia frente al efecto
Desde Montserrat y Poblet, los dos monasterios por los que respiran las 'almas' de Cataluña, se ha rebajado la tensión, abriendo las puertas a las distintas sensibilidades. Si bien, la oración por los políticos presos que se llevó a cabo hace dos semanas en la abadía benedictina disgustó, y mucho, a algunos responsables eclesiásticos.
Desde la jerarquía, tanto el cardenal Omella como el nuevo arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, han liderado la postura de los obispos catalanes, evitando salidas de tono (veremos después de la publicación de la sentencia) que, esta vez, todos han cumplido, incluso el polémico Xavier Novell. También el arzobispo de Urgell (y co príncipe de Andorra), Joan Enric Vives, vinculado a la Comunidad de Sant'Egidio. Otros clérigos claramente independentistas, como Cinto Busquets, también han rebajado el tono y la presencia mediática. Ya sucedió en la reciente celebración de la Diada.
Y es que la Iglesia catalana no quiere ser fuente de división, sino estar preparada para, llegado el caso, poder ejercer una suerte de mediación (política, cultural, social y, sobre todo, en el ámbito de la reconciliación). Para que no se rompan los pocos puentes que quedan en Cataluña, y que la inminente sentencia del Tribunal Supremo no sea una nueva excusa para obviar el problema.
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