El coordinador de la reforma pedida por el Papa hace "un balance muy positivo" de su puesta en práctica Jesús Vidal: "Los seminarios no necesitan una revolución, sino una renovación continua"

Jesús Vidal Chamorro
Jesús Vidal Chamorro Archimadrid

"En el diálogo con el Dicasterio hemos visto que no es tan importante cumplir los plazos como caminar hacia los objetivos"

"En la mayor parte parte de las diócesis se están dando pasos en la buena dirección. Y este no es un punto final"

"Creo que es apresurado hablar de un cambio de ciclo. En los seminarios es normal que haya fluctuaciones en el número de vocaciones al sacerdocio. Para medir bien una tendencia, creo que es necesario ver una serie de entre 7 y 10 años"

"El congreso nacional de vocaciones que celebraremos en febrero de este año busca precisamente fortalecer la cultura vocacional en la Iglesia y en toda la sociedad"

Días intensos los que está viviendo Jesús Vidal Chamorro, y no sólo ante su próxima toma de posesión como obispo de Segovia, el próximo 18 de enero. Ese nombramiento pilló al hasta entonces obispo auxiliar de Madrid enfrascado en sus labores de coordinación para la reforma de los seminarios españoles que le encomendó a él directamente el Papa tras la famosa 'cumbre' con los obispos españoles a finales de 2023.

De este primer año de trabajo mano a mano con las diócesis españolas, el también presidente de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios hace "un balance muy positivo", señalando, en entrevista con RD, que, "en la mayor parte parte de las diócesis se están dando pasos en la buena dirección".

‘Informe RD’ con análisis y el Documento Final del Sínodo

Como igual de positivo ha resultado -con gran alivio, por otra parte- las últimas estadísticas sobre el número de seminaristas españoles, que han remontando hasta superar de nuevo la barrera del millar, aunque este hombre, invadido por la esperanza, pero presidido por la prudencia, no quiere lanzar las campanas al vuelo: "No sabemos si este es un cambio de tendencia que se sostendrá a corto o medio plazo, pero nos muestra que la tendencia al descenso de seminaristas puede invertirse", señala. 

Las últimas estadísticas sobre el número de seminaristas ofrecen, de nuevo, un dato por encima de esa especie de barrera psicológica del millar, 1.039, con 239 nuevos ingresos. ¿Cómo valora estos números?

Los valoro con esperanza y al mismo tiempo con prudencia. La llamada de Dios es personal, a cada uno y, por tanto, no es algo que podamos medir o predecir en una serie estadística. No sabemos si este es un cambio de tendencia que se sostendrá a corto o medio plazo, pero nos muestra que la tendencia al descenso de seminaristas puede invertirse.

Jesús Vidal
Jesús Vidal Archimadrid

Los números en cuanto a ingresos son positivos, pero también lo son en cuanto a los que abandonan, dado que su número se ha frenado de forma destacada. ¿A qué lo achaca?

No lo sabemos, pues habría que analizar los casos de forma más pormenorizada. Una posibilidad sería el desarrollo de la etapa propedéutica. Esta etapa es un tiempo de parada al inicio del seminario que permite hacer un discernimiento profundo, tanto para el candidato que ha percibido signos de llamada, como para el propio seminario.

Creo que una etapa propedéutica bien desarrollada hace que los seminaristas que pasen a las siguientes etapas tengan mayor seguridad vocacional. Aun así, es normal que en el proceso sigan saliendo candidatos, pues el discernimiento acerca de la vocación se sigue realizando en todas las etapas.

¿Puede hablarse de un cambio de ciclo o es apresurado?

Como decía antes, creo que es apresurado hablar de un cambio de ciclo. En los seminarios es normal que haya fluctuaciones en el número de vocaciones al sacerdocio. Para medir bien una tendencia, creo que es necesario ver una serie de entre 7 y 10 años. Tengamos en cuenta que el tiempo de formación inicial de un futuro sacerdote es en torno a los 8 años, por lo que ese es el tiempo en el que un seminario se renueva totalmente.

Aun así, las tendencias pueden cambiar en cualquier momento, pues Dios siempre nos sorprende. Y para preparar los corazones a la acción de Dios es necesario hacer una buena pastoral vocacional, que está siempre unida a la pastoral juvenil, familiar y educativa. El congreso nacional de vocaciones que celebraremos en febrero de este año busca precisamente fortalecer la cultura vocacional en la Iglesia y en toda la sociedad.

Creemos que hay dos factores que pueden haber influido en el cambio de tendencia. Por un lado, el relanzamiento de la pastoral juvenil en la etapa posterior a la pandemia, afectando positivamente a la pastoral vocacional; por otro, la JMJ de Lisboa

¿Cuáles cree que son los factores que pueden estar detrás de este incremento?

Creemos que hay dos factores principales que pueden haber influido en el cambio de tendencia. Por un lado, el relanzamiento de la pastoral juvenil en la etapa posterior a la pandemia, afectando positivamente a la pastoral vocacional; por otro, la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.

Las jornadas mundiales de la juventud siempre han sido un momento propicio para abrir el corazón a la llamada de Dios. Es muy habitual que en los relatos vocacionales, alguna JMJ sea un momento importante de escucha a la llamada.

El Papa, en la reunion con los obispos españoles para abordar la reforma de los seminarios
El Papa, en la reunion con los obispos españoles para abordar la reforma de los seminarios CEE

Por expresa indicación del Papa, usted es el encargado de coordinar en las diócesis la reforma pedida por Francisco para los seminarios españoles en base a la Ratio sacerdotalis. ¿Qué balance hace de su puesta en marcha?

Hago un balance muy positivo. Durante todo el año 2024 se ha estado dialogando en las diócesis y en las provincias eclesiásticas sobre los criterios de aplicación del Plan de formación que habíamos recibido del Dicasterio para el Clero y los seminarios a finales de 2023. Eso ha sido ya muy positivo, pues nos hemos situado en clave de discernimiento sobre cuáles son los criterios que hacen mejor la formación inicial de los futuros sacerdotes.

En algunas diócesis se han dado pasos en el desarrollo de la etapa propedéutica, en otras se han iniciado caminos de colaboración para buscar comunidades formativas con número suficiente de seminaristas dando así una mayor riqueza a las relaciones formativas, se han puesto medios para valorar mejor la madurez humana de los candidatos, se han fortalecido las dimensiones espiritual e intelectual y se está haciendo un esfuerzo de discernimiento creativo con respecto a la etapa de síntesis vocacional para el paso a la vida y misión pastoral.

Creo que en la mayor parte parte de las diócesis se están dando pasos en la buena dirección. Y este no es un punto final, sino que periódicamente iremos revisando el fruto de estos cambios y haciendo nuevos discernimientos.

Jesús Vidal Chamorro
Jesús Vidal Chamorro Archimadrid

¿Se está acelerando la unión de seminarios y cumpliendo los plazos que se les pidió a los obispos en la reunión con el Pontífice y los miembros del Dicasterio para el Clero en noviembre de 2023 o habrá que dar un margen de espera mayor?

Como decía, se está haciendo un discernimiento. En el diálogo con el Dicasterio hemos visto que no es tan importante cumplir los plazos como caminar hacia los objetivos. La formación inicial de un sacerdote, que ha de poner los cimientos de la formación continua sacerdotal, no puede estar bajo la presión de continuos cambios. Por eso, antes de dar pasos, se ha de ver bien hacia dónde vamos.

Una vez dados los pasos, ya sea en relación a las etapas o a la colaboración entre diócesis, hay que dejar pasar unos años para ver el fruto de estos pasos y discernir de nuevo. Recuerdo, cuando fui rector del seminario, que un muy buen consejo que me dio mi antecesor fue que no hiciera cada año más de un cambio en la estructura del camino formativo.

Los seminarios no necesitan una revolución, sino una renovación continua en la que vayan respondiendo y ajustando mejor al plan de formación. Al mismo tiempo, el propio plan de formación va siendo desarrollado y, en cierta manera, superado por la experiencia de los rectores y formadores en la tarea formativa".

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