"Defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas" Novell replica al portavoz de la CEE y sostiene que el derecho a la autodeterminación puede ser moralmente legítimo
El obispo de Solsona reproduce lo que opinan los obispos catalanes, que reiteradamente han escrito que "los derechos propios de Cataluña, y los de todos los pueblos de la tierra, están fundamentados primariamente en su misma identidad como pueblo"
| RD/Efe
El obispo de Solsona, Xavier Novell, ha replicado al secretario de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, que dijo que el derecho a decidir "no es moralmente legítimo", y ha animado a contrastar sus opiniones con las de los obispos catalanes para que cada uno "decida conscientemente su voto".
En la carta dominical de este domingo, titulada "Derecho a decidir. ¿Moralmente legítimo o ilegítimo?", Novell contrapone a la opinión de Agüello, que en el último número de la revista 'Ecclesia' defendía que "el denominado derecho a decidir no es moralmente legítimo", la tesis de los obispos catalanes, que defienden "la legitimidad moral de todas las opciones políticas que respeten la dignidad de las personas y los pueblos".
"Hoy es Pascua. Cada año la felicito aprovechando este escrito, pero este año la inquietud que algunos tuvisteis cuando leísteis que el secretario de la CEE defendía que el derecho a decidir era moralmente ilegítimo, merece una aclaración", escribe Novell.
El obispo de Solsona reproduce en su carta el 7º punto del artículo "Más allá del voto. Compromiso cívico", que publicó Argüello en la revista Ecclesia.
"Cuando leemos un titular que nos choca sobre las manifestaciones de un obispo siempre es imprescindible leer el texto original", señala Novell, que a continuación reproduce el quinto párrafo del documento de los Obispos catalanes "Al Servicio de nuestro pueblo", que publicaron en 2011 para posicionarse sobre las reivindicaciones políticas de los catalanes.
Lo que dijo Argüello
Argüello escribió: "Los graves problemas surgidos en la organización territorial del Estado piden a los católicos y a todos los ciudadanos favorecer una 'cultura del encuentro'. Esta cultura se sostiene en un diálogo que tenga en cuenta el bien que ha supuesto nuestra convivencia de siglos y se desarrolle dentro de la ley y de las instituciones, en el horizonte de los desafíos globales que afectan a las nacionalidades y regiones de España".
"Si, además -añade Argüello-, el ambiente cultural en el que se promueve, de manera acrítica, tal autodeterminación está dominada por emociones y sentimientos, el riesgo de decidir en contra de la dignidad de la persona, de la justicia y del bien común es muy alto. Se entronizan los sentimientos y se reclaman como derechos".
Identidad como pueblo
En contraposición a ese texto, Novell reproduce lo que opinan los obispos catalanes, que reiteradamente han escrito que "los derechos propios de Cataluña, y los de todos los pueblos de la tierra, están fundamentados primariamente en su misma identidad como pueblo".
"La Iglesia, en Cataluña y en todo el mundo, considera que 'hay una soberanía fundamental de la sociedad que se manifiesta en la cultura de la nación. Se trata de la soberanía por la que el hombre es, al mismo tiempo, soberano supremo', y por eso no quiere que 'esta soberanía fundamental se convierta en presa de intereses políticos o económicos'", según los obispos catalanes.
"Hoy se han manifestado nuevos retos y aspiraciones, que afectan a la forma política concreta como el pueblo de Cataluña debe articularse y cómo se quiere relacionar con los demás pueblos hermanos de España en el contexto europeo"
"Como pastores de la Iglesia, no nos corresponde a nosotros optar por una determinada propuesta a estos nuevos retos, pero defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos y que busquen con paciencia la paz y la justicia", según los obispos.
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