El secretario general de la Alianza Evangélica Española lamenta que la situación se haya extendido hasta la actualidad Pastores evangélicos sin pensión: un agravio para la reputación internacional de España
Los pastores que trabajaron durante la dictadura franquista, lo hicieron sin cotizar, dado que el régimen consideraba ilegítimo su trabajo. Por eso, hoy, quedan excluidos del sistema de pensiones públicas
"Un gobierno democrático no puede permitirse no finalizar la Transición, ya no se trata sólo de que los padres evangélicos estemos dolidos con España, todo esto resulta una lacra que debilita la democracia de todos", describe Suárez.
La AEE defiende el reconocimiento de derechos y libertades, y por tanto considera injustificable que España aún no haya permitido que los pastores evangélicos jubilados puedan disfrutar de su pensión
La AEE defiende el reconocimiento de derechos y libertades, y por tanto considera injustificable que España aún no haya permitido que los pastores evangélicos jubilados puedan disfrutar de su pensión
| Lucía Montobbio
(Flama).- La reputación internacional de España está en juego a causa del silencio ante la discriminación que sufren los pastores evangélicos, que al llegar a la edad de jubilación no pueden cobrar la pensión. Esto es lo que denuncia Xesús Manuel Suárez , secretario general de la Alianza Evangélica Española (AEE), en una entrevista con Protestante Digital.
Una observación que coincide con la que ya hizo, hace casi cuatro años, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Los pastores que trabajaron durante la dictadura franquista, lo hicieron sin cotizar, dado que el régimen consideraba ilegítimo su trabajo. Por eso, hoy, quedan excluidos del sistema de pensiones públicas.
Suárez entiende que ese hecho se dio en un contexto anómalo, típico de una dictadura. Pero lo que más le preocupa es que la situación se haya extendido hasta la democracia actual. "Los días de la dictadura fueron difíciles para todos, algunos de mis compañeros fueron torturados, encarcelados , fue una época de miedo, y al miedo se añadió la estigmatización social, la negación de derechos y las dificultades económicas" , recuerda Suárez.
Cuestiones pendientes de la Transición
Después de ese tiempo, llegó la Transición que prometía una democracia en la que se garantizaran los derechos y las libertades de todos. Sin embargo, en plena democracia, todavía quedan cuestiones pendientes. "Un gobierno democrático no puede permitirse no finalizar la Transición, ya no se trata sólo de que los padres evangélicos estemos dolidos con España, todo esto resulta una lacra que debilita la democracia de todos", describe Suárez.
Y eso, no sólo se cree a nivel español. La AEE, por medio de la Alianza Evangélica Europea, ha podido presentar la situación de estos pastores sin pensión en Bruselas, en la Unión Europa. Varios países se han mostrado receptivos y han acogido, con preocupación, la causa que defiende la AEE. "La presión política internacional es eficaz porque todos los gobiernos son muy sensibles a la imagen pública que dan, y la imagen que está dando la administración española, en este sentido, es mala", resume Suárez.
La AEE defiende el reconocimiento de derechos y libertades, y por tanto considera injustificable que España aún no haya permitido que los pastores evangélicos jubilados puedan disfrutar de su pensión. “Lo primero que hacemos ante injusticias como ésta es levantar la voz, después defendemos todas las iniciativas jurídicas y administrativas que velan por los derechos y libertades democráticas ”, asegura Suárez. Este talante forma parte del ADN de la Alianza y de la identidad de los protestantes que siempre se han pronunciado contra cualquier tipo de discriminación.
"El problema no quiere ser gestionado ni por unos ni por otros"
Para el secretario general de la AEE es difícil comprender que ningún gobierno democrático sepa resolver la situación. "Ves, en veinte años, el PP y el PSOE parece que sí se han puesto de acuerdo en algunas cosas, y nuestro caso sería uno, porque el tema no quiere ser gestionado ni por unos, ni por otros", ironiza a Suárez.
El gobierno de España dice que defiende a los colectivos minoritarios, se muestra contrario a cualquier tipo de discriminación, promueve la visibilización de la diversidad en su territorio, pero según asegura Suárez, la comunidad evangélica por el momento no ha encontrado el reconocimiento del gobierno. “El panorama en el que nos encontramos debería repararse no sólo con dinero, que es poco, sino también devolviéndonos la imagen pública ”, pide Suárez.
El secretario general cree que España sigue dando la espalda a la Iglesia evangélica, a la que invita a dar pasos adelante para tener más peso político, más presencia. “Quizás los evangélicos tenemos un concepto equivocado de respeto a las autoridades, no debemos someternos acríticamente a todo lo que nos dicen, a veces es necesario plantarse, como lo hizo el apóstol Pablo cuando lo encarcelaron”, declara Suárez, que pide una defensa respetuosa y firme con los derechos anegados.
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